Uno tras otro – Netanyahu y Ganz como líderes gubernamentales, y Lapid como representante de la oposición – se presentaron hoy en todos los canales televisivos de Israel en las horas de amplia audiencia con planteamientos desiguales sobre la forma de contener la masiva expansión del virus cuando el número de afectados supera los 7 mil por día.
En tanto que Ganz y Lapid aconsejaron mesura en el cierre selectivo de las actividades, incluyendo los rezos en las sinagogas y en las manifestaciones públicas de protesta, Netanyahu puso acento en la total prohibición de estas últimas y en la congregación selectiva a la hora de los rezos en Kipur.
Conforme a las disposiciones que se habrían acordado en el gobierno, desde mañana viernes a las 14.00 horas el cierre de la actividad será total, incluyendo la prohibición de alejarse del domicilio superando una distancia de mil metros. Los ciudadanos que no usen las máscaras correspondientes serán penados con multas por el equivalente de 1500 dólares, y sólo farmacias y supermercados continuarán ofreciendo servicios al público que le será permitido transitar sólo con la finalidad de hacer en ellos las compras necesarias.
En curioso contraste, el aeropuerto seguirá abierto facilitando el vuelo de miles de israelíes que buscan sosiego y distracción en los países – Grecia, Chipre, Bulgaria- que pueden recibirlos después de probar que no están afectados por el covid-19.
Las reacciones de la ciudadanía contra estas drásticas medidas son severas, en particular contra la caprichosa actitud de Netanyahu inclinada a prohibir en particular las expresiones masivas de protesta en su contra. El desempleo masivo llega hoy a más de medio millón de ciudadanos, esto es, casi un tercio de la población activa, y la suspensión total de la actividad escolar a lo largo de este mes implica espinosas presiones para las familias.
El profesor Gamzo – principal asesor gubernamental en el combate al virus – se ha manifestado en contra de estas severas medidas al igual que el ministro de economía. De momento ninguno de ellos se ha atrevido a rebelarse contra las espinosas medidas adoptadas por Netanyahu. Sin embargo, es verosímil que en los próximos días mudarán la pasiva actitud de ambos y de no pocos círculos populares.
En suma: en sus más de siete décadas de Israel como país soberano, y después de haber lidiado con múltiples guerras y sus ingratas consecuencias, no se había conocido una crisis gubernamental y pública como la que hoy se presenta. Cabe esperar que como pueblo seremos capaces de superar estos graves aprietos que tienen como principal origen no sólo el oscuro impacto del covid. No pocos pensamos que los temores de un líder político por el juicio que le espera no deben modelar nuestras actitudes.
Ese es su punto..Sr Hodara…como Ud. mismo lo expresa en su “no pocos pensamos”…
Ud. no es un periodista…sino un opositor disfrazado de periodista…
No hay nada de malo en ser opositor…pero si en aprovechar el periodismo para publicitar sus ideas…