El intento de Irán de llevar por barco armas a Hamas en Gaza, es una declaración de Guerra del gobierno Iraní contra Israel. La marina israelí interceptó el buque, cargado de armas cuyo objetivo era matar a civiles israelíes, y estableció que el origen de las armas era Irán. Este no es el primer acto bélico que podría justificar una respuesta militar de Israel de acuerdo al derecho internacional. Irán ha enviado otros barcos cargados con armas antipersonales a Hamas y Hezbollah. Además, en 1992, los líderes iraníes planearon y autorizaron un ataque que causó muertos, contra la embajada de Israel en Argentina. Este bombardeo, llevado a cabo por agentes iraníes, constituyó un ataque directo al Estado de Israel, considerando que su embajada es parte de su territorio soberano. Más aun, el gobierno de Irán ha declarado públicamente la Guerra a Israel, pidiendo que “el país sea borrado del mapa”.
Según el derecho internacional, estos actos de guerra- conocidas como Casus Belli—justifican plenamente una respuesta armada. Incluso la Carta de la Naciones Unidas autoriza una respuesta unilateral frente a un ataque armado. Facilitar armas a un enemigo declarado en medio de un embargo, ha sido históricamente considerado como un ataque armado en el marco del derecho de la guerra, especialmente cuando quienes proporcionan las armas pretenden que sean utilizadas contra la población civil del país enemigo. También lo es el bombardeo de una embajada.
Dos hechos recientes, avalan el derecho de Israel a utilizar medios militares para impedir a Irán continuar armando a sus enemigos. El reciente desastre ocurrido en Japón ha mostrado al mundo el extraordinario peligro que supone la radiación nuclear. Si alguien, dudo, alguna vez, del poder de una bomba sucia para destruir una nación, tanto física como psicológicamente, esas dudas habrán desaparecido frente a lo que está ocurriendo en Japón. Si Irán desarrolla armas nucleares, el próximo buque destinado a Gaza podría contener una bomba nuclear sucia, e Israel podría no interceptar ese barco. Una bomba sucia, que explosionara en el diminuto Israel podría causar daños incalculables e irreparables en la población civil.
Por otra parte, los recientes asesinatos en Itamar de una familia con sus tres hijos, demuestran como los enemigos de Israel usan las armas contra los civiles, violando las leyes de la guerra. Incluso los bebés son un blanco de los que han sido armados por Irán. Hamas felicitó a los asesinos.
Israel tiene el derecho de impedir que su población civil sea asesinada por armas iraníes, especialmente si esas armas son de destrucción masiva. Irán no tendría soporte legal para protestar contra un ataque quirúrgico a sus instalaciones nucleares que están diseñando armas que pueden ser utilizadas para alcanzar el objetivo declarado de este país de borrar a Israel del mapa, matando a millones de sus ciudadanos. Los líderes iraníes han declarado públicamente que un intercambio nuclear, que aniquilaría a millones de judíos y musulmanes, sería aceptable para ellos, ya que destruiría Israel, mientras solamente afectaría moderadamente al mundo islámico. Una nación suicida no puede neutralizarse con la amenaza de represalias. La única opción realista y viable de Israel sería, en este caso, un ataque preventivo militar del tipo del que se llevó a cabo contra el reactor nuclear Iraquí en 1981. Este ataque quirúrgico puede haber salvado incontables vidas, con el único costo de una baja. No olvidemos que Irán trató de destruir el reactor nuclear iraqí y fracaso. Ciertamente, Israel posee el derecho de hacer lo propio que Irán trato de hacer, es decir, evitar que un enemigo letal desarrolle armas capaces de asesinar masivamente a sus ciudadanos.
Esto no significa que Israel vaya a atacar los reactores nucleares iraníes ahora. Que tenga el derecho de hacerlo no significa que no deba esperar un momento más oportuno para hacerlo. No hace falta una respuesta militar inmediata frente a un ataque armado. La nación atacada puede posponer su contraataque sin renunciar a sus derechos. La opción militar debería ser siempre el último recurso que se debe utilizar cuando todas las otras opciones han fallado. Es muy posible que los esfuerzos para desactivar, permanentemente, los equipos nucleares de Irán den resultados. Aunque no parece probable que las sanciones económicas puedan persuadir a los fanáticos ideológicos de Irán a poner fin a su programa de armas nucleares, una combinación de sanciones, que incluirían intervenciones casi militares, sanciones económicas y diplomáticas fuertes, podría ralentizar el proceso hasta el punto de poder posponer la opción militar. Pero bajo ninguna circunstancia la opción militar debe estar descartada. Israel debe conservar su capacidad de ejercer su derecho fundamental a la autodefensa preventiva. Si es posible, debería actuar conjuntamente con otros aliados. Pero si es necesario, tiene el derecho de actuar solo, con el fin de proteger a sus ciudadanos. Casi todos esperan que no llegue a eso, pero la esperanza no es una política. Como ya advertía George Washington, “estar preparado para la Guerra es uno de los medios más eficaces para mantener la paz”.
Cortesía del link en ingles: Vera Hachuel
Difusión: www.PorIsrael.org
Fuente: Hudson-ny.org
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