Diferentes personas en distintos países ya han comenzado a analizar qué sucederá una vez terminada la actual guerra entre Israel y Hamás, con lo que quede del territorio y la población de Gaza.
Consideramos más importante -fundamental para nosotros- analizar qué sucederá con Israel, no es nuestra responsabilidad ni nuestra preocupación principal la situación de Gaza. Para eso hay organismos internacionales y países hermanos de los gazatíes, que son muchos, muy amplios y muy ricos, y es su deber moral y material, no es deber de Israel. Si se menciona reeditar un plan Marshal nos parece muy bien, que lo hagan. No es problema de Israel las muertes y migraciones de quienes no son ciudadanos israelíes, como los habitantes de Yemen, Siria, Ucrania, Nagorno-Karabaj, o Gaza y Cisjordania. El deber de Israel es modificar lo necesario para que nunca más suceda otro 7 de octubre.
Una vez finalizada la guerra con Hamás, lo que sucederá solamente cuando sus cabecillas queden en poder de Israel, vivos o muertos, y todas sus instalaciones militares y armamentos queden destruidos, se deberán dar los siguientes pasos que enumeramos en el orden cronológico que se deberán dar:
- Disolución del gobierno actual y formación en la Knesset de un gobierno de unidad nacional y de transición hasta que se puedan realizar elecciones normales. El actual Presidente de Israel convocará a los líderes que él crea los mejores para que intenten formar gobierno. Regirán plazos y condiciones exactamente iguales a las vigentes en elecciones normales. No estamos en condiciones de hacer un acto electoral, por lo que debemos confiar en los actuales parlamentarios, y por supuesto en el Presidente Isaac Herzog. Ningún candidato podrá tener juicios pendientes ni eventuales responsabilidades sobre el 7 de octubre.
- Una vez formado el nuevo Poder Ejecutivo, la Knesset convocará a una Comisión Investigadora, integrada por personas idóneas, que estudiará todo lo relacionado con el ataque de Hamás del día 7 de octubre, antecedentes, información existente en el período anterior a esa fecha, y responsabilidades de las autoridades tanto militares como políticas. Se actuará en forma similar a lo actuado después de la guerra de 1973, tanto en el nombramiento de la Comisión como en la forma de actuar y atributos de la misma.
- Se nombrará una comisión de expertos tanto en Historia como en Seguridad Militar, cuyo cometido será estudiar los límites geográficos más convenientes para Israel, que deberán tomar en cuenta tanto los derechos justificables como las obligaciones legales del país, la resolución original de ONU de 1947, los límites geográficos históricos de los anteriores reinos judíos, y la existencia de sitios reclamados por los árabes musulmanes (palestinos) que no son ciudadanos israelíes.
- Una vez delineados los eventuales límites geográficos serán sometidos a estudio y votación por la Knesset y/o confirmados en referéndum.
- Terminado este estudio y su aprobación, se comunicará a la ONU, indicando que lo que suceda de esas fronteras para afuera será exclusiva responsabilidad de ese organismo y de los países árabes que rodean al Estado de Israel.
- Se establecerá un cordón de seguridad de la frontera hacia afuera, que deberá ser desmilitarizada. Se exigirá a la ONU que se responsabilice por ese cordón. El Estado de Israel se reservará el derecho de actuar para que la seguridad sea real. El ejemplo de ONU en la frontera con Líbano nos indica que algo similar es mejor que no exista.
- Llegado este punto, el Estado de Israel exigirá a la ONU y otros organismos internacionales las reformas necesarias para que Israel sea tratado en igualdad de condiciones con el resto de países independientes. En caso de que algún organismo se niegue, Israel se retirará del mismo y dejará de aportar fondos y dejará también de obedecer resoluciones que puedan afectar a Israel de cualquier forma. Las Naciones Unidas fueron creadas para evitar guerras, y como no evitó ninguna de las guerras que Israel debió soportar, perdió su razón de existir o de ser respetada.
- Independientemente de todo lo anterior, y sin tener que esperar a la finalización de la actual guerra, una comisión ministerial hará un listado de personas y organizaciones non gratas, que comprendan a todos aquellos que contribuyeron a dañar la evolución de la campaña militar contra Hamás, a dañar el prestigio de Israel, a distribuir en el mundo noticias falsas o deformadas del conflicto. Esas personas y/o organizaciones tendrán prohibida la entrada a territorio israelí, y si entraran podrán ser encarceladas y enjuiciadas por la Justicia ordinaria o militar según el caso. Se entiende que no se incluyen personas y organizaciones israelíes que estén amparadas por la libertad de prensa y demás leyes vigentes.
- Ninguna persona proveniente de países enemigos podrá tener permiso de trabajo en Israel. Ninguna persona proveniente de países enemigos podrá obtener tratamiento médico en Israel ni siquiera abonando los aranceles que correspondan. Personas provenientes de países enemigos que quieran entrar en caráçter de turistas o participantes de congresos o competencias deportivas, podrán hacerlo solamente con la previa autorización de las autoridades gubernamentales que deberán previamente investigar a cada persona en particular.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Estos son los pasos imprescindibles a dar para no repetir errores. Si las autoridades no lo hacen, no pueden seguir siendo autoridades. Es el pueblo quien debe exigir cambios. Estos son prioritarios, acompañados de medidas económicas para paliar las pérdidas que nos deja esta guerra.
El orden no coincide con otros comentarios que priorizan la renuncia de algunas autoridades. No estamos de acuerdo en cambiar al capitán en medio de la tormenta porque corremos peligro de naufragar, por más que quisiéramos. Apenas lleguemos a puerto por supuesto que sí.
Debemos aprender de una vez por todas, que la mentalidad y costumbres de los pueblos que nos rodean nada tienen que ver con las costumbres occidentales, la escala de valores de la civilización occidental judeo-cristiana, el respeto a la vida que nos rige. Por lo tanto deberá haber una separación completa, un límite geográfico que no permita en absoluto lo que se permitía hasta el 7 de octubre. Si para el mundo todo Israel es el malo de la película, deberemos aceptar ese papel y pasar a ser los malos en la realidad. Es lo único que entienden nuestros enemigos, y lo único que merecen quienes los apoyan, ya sea por ignorancia, por mala fe, o por equivocadas ideologías.
Artículos Relacionados: