Juntos compartimos lágrimas y penas
sangre de nuestra sangre
muerte de nuestras gentes
dolor del dolor humano,
de aquel que ya no tiene reparo.
-
Luchamos por tierras e ideologías
que separan nuestras vidas.
Yo observo a vuestras madres
y a las nuestras
y me pregunto, ¿hasta cuándo?…
Y no hallo respuestas
ni encuentro caminos
que permitan acercarnos
y así podamos
rezar nuestros rezos libremente
y darnos las manos
sin derramar sangre
y cantar un himno a la paz
que florezca como una rosa
uniendo tu lado y mi lado.
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