IX. Bibi ante los jueces
En el curso de los 13 años en los que Netanyahu y su familia han ejercido el liderazgo gubernamental éste habría cometido actos penados tanto por las leyes como por las normas públicas del país. Entre ellos: la solicitud y aceptación de caros obsequios por parte de figuras adineradas del país y del extranjero a cambio de decisiones gubernamentales que las benefician; negociaciones con el director del periódico de mayor circulación del país- Yediot Haajaronot- con el fin de reducir las notas críticas a su gobierno; la aprobación de la compra de submarinos fabricados por una empresa alemana sin contar con la aprobación del alto mando militar, y la posesión en el extranjero de bienes no declarados, entre otros.
En su primera presentación ante un tribunal compuesto por tres jueces se hizo acompañar y retratar en conjunto con los ministros que pertenecen a su partido. Un acto sin precedente que fue abiertamente censurado por los medios, incluyendo los jueces de la suprema corte. Pienso que la apertura del juicio en los inicios del 2021 no es probable debido a la veloz expansión del covid-19 y a la alta posibilidad de un nuevo duelo electoral.
La intrusión del covid-19
Ciertamente, desde el inicio del año a la fecha múltiples aspectos de la vida en Israel se ven modelados por el covid -19. Las cambiantes medidas gubernamentales adoptadas hasta aquí no han logrado reducir su presencia. Resultados: una curva ascendente de muertes y afectados, el masivo desempleo, la honda caída del PIB, y la multiplicación de las manifestaciones de protesta contra Netanyahu, entre otros.
Con el ánimo de reducir el descontento popular, el gobierno jefaturado de momento (octubre 2020) por Netanyahu-Ganz adoptó repetidamente directrices presuntamente cuasi- keynesianas: transferir sumas en efectivo a toda la población conforme a la condición personal y el ingreso familiar, transferencias que incluyeron a firmas y empresas afectadas por el cierre relativo de las actividades. Medidas desde entonces hasta hoy ásperamente criticadas por funcionarios gubernamentales y economistas independientes. El ensanchamiento del déficit gubernamental y de la deuda externa son algunos de los previsibles resultados.
Hasta aquí estas decisiones no han acertado a frenar las masivas expresiones de protesta tanto en la casa de gobierno en Jerusalén y en múltiples ciudades del país como en las cercanías de la residencia de la familia Netanyahu en Cesárea.
El resultado: domina hoy en el país un pertinaz y oscuro clima de incertidumbre política compensado de momento por la lucidez y la agilidad de los sectores militares y de inteligencia que aciertan a estimar con equilibrio las amenazas externas.
Sin embargo, Bibi está lejos de agotar los recursos personales y políticos que adquirió y multiplicó en el curso de su vida. En estos días (octubre 2020) los efectos del covid-19 avanzan, el desempleo asciende a tasas sin precedentes, continúan las masivas expresiones de protesta, y crecen las posibilidades de un cuarto y costo torneo electoral.
Un escenario que jamás conoció este país.
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