Judeofobia, el olor rancio del odio

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art4418 11“No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo…” (Levítico 19:18)

Las fobias se definen como un temor exagerado, irracional, muy intenso, angustioso y excesivo a determinadas personas, cosas o situaciones que actúan como un estímulo desencadenante específico al estar asociado simbólicamente con algún temor inconsciente, por lo tanto, el temor resulta ilógico e injustificado, mientras el real conflicto ansiógeno permanece oculto.

La definición de judeofobia se podría puntualizar como a continuación describimos: El antisemitismo es una definida representación sobre los judíos que puede ser manifestada como odio hacia los judíos. Las declaraciones verbales y físicas antisemitas están orientadas tanto contra personas judíos o no-judías, como contra sus bienes, las instituciones de las comunidades judías o sus lugares de culto.


Hoy en día, no es extraño encontrarse en los campos de futbol europeos a espectadores mostrando esvásticas y otros emblemas nazistas al igual que pancartas con las palabras “judíos, bastardos”. El colmo de la ignorancia sobre el significado de la simbología llego este año, donde uno de los doce legionarios que levantaron a pulso la imagen del Cristo de la Buena Muerte malagueño, mostraba una esvástica nazi tatuada en su brazo izquierdo, despertando la polémica. A tanto llego, que cierto periódico de corte conservadora lo borro, manipulando así la imagen original.

Aunque la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte entró en vigor en España el mes de julio de 2.007, su aplicación ha sido muy heterogénea. Se han sancionado numerosas comportamientos señaladas como ilegítimas pero muchas otras no; algunos Clubs no han sido castigados pese a las evidencias reflejadas hasta en los medios de comunicación. Sin embargo lo más grave es que los Grupos Ultras siguen fuera de esta Ley y los requerimientos exigidos a los Clubs para que dejen de apoyarles y poner fin al “anonimato” de sus responsables, mediante el Libro de Registro de actividades y grupos, no se cumple.

Las últimas dos ó tres décadas se ha ido produciendo un proceso de mutación de la judeofobia. Se aprecia que el odio a los judíos se ha trasfigurado en algo más sofisticado, volviéndose inconsciente y proyectivo, encontrando la forma de internalizarse y travestirse de una investidura de “corrección” política, infiltrándose en el pensamiento “progresista” para enmascararse detrás del antirracismo y que sigue siendo tan irracional como el anti judaísmo medieval de raíz católica. Una de las características de la neojudeofobia es que no se contenta con deslegitimar al único estado judío del mundo, sino que además las críticas son descalificadoras y radicales hacia la existencia misma del estado, al mismo tiempo hoy se apela a argumentos judeofóbicos clásicos para hacerlo.

Una táctica del neofascismo actual es recurrir a todos los foros de los medios convencionales abiertos al público, tales como Internet, donde la falta de respeto a las minorías étnicas y el daño a la convivencia que se genera, es incalculable mientras la inexistencia de reacción por parte de las instituciones empieza a ser de importante consideración.

En los últimos años el antisemitismo ha dejado de caracterizar sólo al neo nazismo europeo. En la actualidad se trata de un fenómeno muy esparcido en el mundo arabo-musulmán, donde el rechazo a Israel va casi siempre asociado del viejo tópico de la conspiración judía. La gran novedad es, que los responsables de los ataques antijudíos no son perpetrados ya por grupos de la extrema derecha, cabezas rapadas o nostálgicos del nazismo, sino jóvenes de origen árabe-musulmán en cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo que se rechaza de plano el antisemitismo neonazi, se tolera otra clase de prejuicios que aun siendo de otra naturaleza y procediendo de otra parte, serían igualmente antijudíos. Tal como insinuó hace ya tiempo Finkielkraut (1982, 177-181), todo acontece como si las declaraciones de odio a los judíos únicamente fueran reprochables cuando sus portavoces son cabezas rapadas, y se convirtieran, en cambio, en aceptables y comprensibles cuando quien las emite es cualquier individuo inscribible en la naturaleza genérica de “los oprimidos”.

El antisemitismo puede equiparar con un iceberg, en el que sólo una pequeña porción es perceptible para el observador casual y la mayor parte de él se halla bajo la superficie. ¿Podría ser, que a causa de la crisis económica y laboral se produzcan más ataques a las minorías étnicas? La argumentación más barajada es, la acusación a los judíos de la crisis financiera que afecta a Estados Unidos y a los mercados del mundo. Algunos mensajes acusan a los judíos de fiscalizar el gobierno y las finanzas americanas como parte de un “orden mundial judío” y que por eso son culpables de la inestabilidad económica actual.

La Federación de Comunidades Judías de España, ha detectado más de 400 páginas de corte racista, xenófobo y antisemita, muchas de ellas de ideología neonazi o de extrema derecha. En los últimos años estamos presenciando un encauzamiento de nuestra sociedad hacia la derecha, una derechización perseverante de la política en Europa, que se manifiesta de forma explícita en los resultados electorales de partidos que manifiestan fobias a diversos colectivos o etnias. Por ello, la derecha ha conseguido que los temas que a su ideología, a veces arcaica, le interesan sean los temas dominantes de la agenda política y mediática. El Relator de Naciones Unidas Doudou Diène hablo de la “normalización y legitimación políticas del empleo de argumentos racistas y xenófobos como un medio aceptable de generar consenso político”.

En aquellas partes del mundo donde la crisis ha embestido sanguinariamente, se ha generado un trauma que se le manifiesta en un cuadro de fobias dirigidas a las minorías. La elección de los partidos de extrema derecha en Europa, puede ser una respuesta a la falta de alternativas políticas. La fuente de la generación de una neojudeofobia, puede venir por la educación del desprecio hacia los judíos fuertemente arraigada en Europa y un rencor que hoy en día se dirige contra los judíos como nación. Europa en particular, precisa mucha fuerza tanto intelectual como emocional para admitir el resentimiento que ha intoxicado el continente desde hace muchos siglos.

Observando bien, llegamos a la conclusión que nunca nadie odio a aquellos países que persiguieron al pueblo judío. El odio a los judíos se presenta ahora con la forma de crítica política y ya no son sólo los ultraderechistas los que lo justifican y practican. Este nuevo antisemitismo se podría puntualizar como una oposición a otras ideologías o grupos: es antisionista, antiglobalización, antiamericano, antiisraelita, antiimperialista, antinacionalista Pero en el fondo, este “antisionismo” representa la judeofobia tradicional donde continúan habiendo los tópicos y los juicios de valor étnicos, religiosos y culturales que han alimentado el antisemitismo desde siempre.

Así, pues, la táctica antisemita presente es evidente: los judíos se han transformado de víctimas a verdugos. Si el día de hoy son verdugos, es necesario adjudicarle una víctima: el pueblo palestino. El antisionismo como nueva forma de antisemitismo manifiesta el odio a Israel en términos bastante semejantes: contempla a Israel un estado racista y nazi que debe ser aniquilado como mero método de concluir con las masacres que su política propicia en Oriente Próximo. Con su devastación, el pueblo palestino obtendrá el derecho a la fundación de un estado independiente en ese territorio, “limpio” de judíos.

Los pueblos y Estados democráticos deben invertir grandes esfuerzos para que los jóvenes conozcan las consecuencias nefastas de las ideologías del odio. En el ámbito de la educación hay que enseñar los peligros que acechan en todas las doctrinas que llevaron a algunos países a cometer verdaderos genocidios. Los gobiernos y parlamentos de Europa deben tener conciencia de la trascendencia de implantar leyes reservadas a perseguir cualquier perfil de racismo, xenofobia y antisemitismo, para perseguir a los autores de actos antisemitas y concluir con el vacío jurídico que consiente a grupos integristas, apoyados por elementos nazis y neonazis en diversos países, prolongar sus actividades y ampararse en los principios de las libertades de expresión, opinión o reunión.

Fuentes documentales:

  • Eretz Israel (Ariel Dumas)
  • Estudio sobre la dinámica de la judeofobia. Interpretación de Estadísticas (Brodsky, P. A.)
  • El nuevo antisemitismo (Sultana Wahnón)
  • Webislam
  • DisKuse

Acerca de María José Arévalo Gutiérrez

María José Arévalo Gutiérrez (1967) nació en Goslar (Alemania), siendo hija de emigrantes, retornando a España en el año 1985 donde reside en El Puerto de Santa María (Cádiz). Diplomada en Turismo, cuenta con un amplio currículum académico, donde se especializo en el sector Vitivinícola (Master) y Gestión de Empresa (MBA). Su carrera profesional se ha realizado durante más de dos décadas en el sector turístico y últimamente se esta desarrollando en el ámbito de la docencia. Su inquietud e interés por el mundo judío, le vienen desde la juventud, entrando en contacto históricamente con el holocausto en Alemania, donde efectuó los estudios obligatorios. Su enamoramiento por Andalucía y su diversidad cultural, le llevaron a investigar los aspectos históricos - culturales en el ámbito mas cercano, entre ello la cultura sefardí. Colabora en varios boletines y revistas especializadas con el fin de aportar con su trabajo a la difusión de la información recabada.

1 comentario en «Judeofobia, el olor rancio del odio»
  1. Si, tenemos que luchar contra esa influencia diabólica. No nos debemos quedar callados, porque la ignorancia es la madre de los males, y todos le echan la culpa a los judíos porque son ignorantes y no pueden ver el meollo del asunto. Que los palestinos y sus simpatizantes hacen videos preparados para que parezcan víctimas. Y las difunden por todos los medios. He platicado con gente que pensaban que los judíos maltrataban a los palestinos , y los pongo al tanto de los hechos y se quedan admirados de la realidad que es todo lo contrario de lo que afirman los enemigos de Israel. Hay que leer las noticias directamente de Israel. Y eso si es información fidedigna. Pero si la gente se conforma con escuchar lo que dicen los medios de comunicación masivos, estan errando y son ciegos.
    Me parece confortante que no se queden callados los judíos y hagamos algo para contrarrestar el mal.

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