El 2/7 y como cierre de la campaña electoral de su candidato Recalde, la Presidente caminó por las calles de la villa 20, acompañada por su elegido, Kicillof y otros. Creo que hace muchísimo tiempo la Sra. no se embarraba las botas de cuero,no sentía de cerca el frío de la pobreza y no veía en el rostro de los chicos la necesidad de cumplirles promesas negadas por la corrupción de sus punteros políticos. Sin embargo lo que más me preocupó fueron sus palabras; cuando conversó con los chicos y les recomendó leer El Mercader de Venecia, de Shakespeare, para que comparen al usurero con los fondos buitres.
Olvidó que el origen de su fortuna familiar fue la instalación de un estudio jurídico por su esposo Néstor Kirchner (qepd), cuando se radicó en Santa Cruz apenas casados, y se ocuparon de perseguir, embargar y rematar bienes de las personas que no podían pagar sus deudas, aumentadas varias veces por la usura y la circular 1050. Hace poco tiempo atrás, Cristina Kirchner asimiló a Kovadloff, Aguinis y a la dirigencia de la DAIA, a la usura de los fondos buitres, en dichos y palabras con un sustrato antijudío; esto deja entrever que una profunda judeofobia anida en su interior.
En aquel momento su discurso causó estupor, provocó una reacción en la colectividad judía en el mundo y un pedido de explicaciones a nivel de embajadas. Ahora vuelve a repetir la misma situación. Es factible que lo haya hecho por su falta de erudición, pero no puede ella permitirse el recomendar la lectura de ese libro, donde su personaje central, Shylock, era judío y usurero; a través del tiempo es un ícono del más rancio antisemitismo literario.
No es bueno inyectar este veneno antisemita en nuestra sociedad, porque se sabe donde se empieza pero no donde puede acabar (v.g.Venezuela).
“Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanza de volver”.
Proverbio judío.
El día 23/7 en un programa de TV y frente a un panel de periodistas (entre ellos fanáticos kirchneristas), el filósofo y escritor argentino-israelí Gustavo Perednik afirmó, sin ningún temor y enérgicamente, que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado y que la presidente Cristina Kirchner había cometido un nuevo acto antisemita, hecho que yo había anticipado en mi nota del 3/7, que nunca fue publicada.
El 24/7 en la inauguración de un consultorio odontológico en Río Gallegos (Santa Cruz), la Presidente tuvo un desliz antisemita muy grave: comparó los experimentos realizados en las dentaduras de los judíos vivos en los campos de exterminio por los nazis, con los que se hacen con una computadora, de tecnología alemana, en el mencionado centro sanitario, dirigido por la esposa de su hijo Máximo.
Estoy seguro que Cristina es una enferma antisemita y no son casualidades o falta de cultura sus exabruptos judeofóbicos.
“La lengua es más poderosa que la espada; la espada unicamente mata a quien está cerca; la lengua puede matar a alguien que está lejos”.
Frase del Talmud.
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