Así es…
Hablar y hablar del grito de “puto” no resolverá absolutamente nada. México se destaca por su humor negro y constante burla de todo –incluso de nuestras propias desgracias–, pero también es cierto que, según un artículo publicado por el Excelsior el 10 de septiembre de 2015, México es el primer lugar mundial en acoso escolar, es decir, 60 por ciento de los más de 26 millones de estudiantes en el país han sufrido acoso escolar.
De regreso al futbol. La campaña de la FMF, las amenazas de la FIFA y las constantes ‘llamadas de atención’ de los comunicadores no resolverán el asunto. Así somos, nos dicen que no hagamos algo y en automático, sin detenernos a meditarlo unos segundos, lo volvemos a hacer para demostrar que somos más fuertes… aunque sea sólo por diversión. Sí, el grito de “puto” lleva una fuerte carga de violencia, es una acción –en masa– homofóbica. La respuesta está en la educación: los profesores deben señalar eso y hacer evidente que es una agresión, los entrenadores deportivos también, los padres de familia, en el estadio o en la tele, deben reprimir sus impulsos y regañar a los menores que griten. Nadie gana nada demostrando que podemos seguir gritando, en realidad perdemos como sociedad señalando a otros por su preferencia sexual o cualquier otra cosa.
Y no, no es justificación que la FIFA –ahora entidad incorruptible, ja– sea hipócrita y permita otras cosas. No está bien gritar “puto” y no hay justificaciones.
En cuanto a la FIFA hay pocas cosas nuevas que decir, son hipócritas, pero ya sabíamos, y no sólo con eso. La institución que regula el futbol a nivel mundial se tapa los ojos y obvia que en México todavía hay dueños que poseen varios equipos; esa misma institución alguna vez habló de lo peligroso que es jugar a mucha altura pero votó por hacer un mundial en Catar, en verano, con mordidas…
Y hablando de Catar, esto nos recuerda que ahí, los inmigrantes llegan buscandi mejor calidad de vida. Se emplean en la construcción de estadios u otro tipo de edificaciones y… después no pueden salir, las autoridades les quitan documentos, trabajando más horas de las que marca la ley, viviendo en condiciones espeluznantes, en otras palabras, esclavitud moderna. Bien lo dijo Fernando Schwartz en su programa matutino el día de ayer: “inmigrantes vayan en busca de un sustento para la familia y los tienen presos en una jaula de oro de donde no los dejan salir”.
La FIFA es hipócrita. Catar es el señor feudal que cree que con dinero puede hacer lo que quiera y México se muerde la lengua cada vez que grita “puto”.
Pongamos el ejemplo y demostremos nuestro valor como sociedad. Más allá de la FIFA y el futbol, debemos subir un escalón y respetarnos entre nosotros y a nuestros rivales, a los diferentes.
Así es…
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