Jukat. Leyes y decretos. Reflexión.

Por:
- - Visto 142 veces

El Eterno habló a Moshé y a Aarón, para decir: “Este es el decreto de la Torá que
el Eterno ha ordenado diciendo: Habla a los hijos de Israel y que tomen para ti una
vaca Bermeja completa…”
Libro de Números 19-1

Leyes y decretos. La parashá.

Los preceptos se podrían dividir en Leyes(mishpatim) cuya utilidad resulta evidente a la razón humana, mientras que los decretos o estatutos(jok), son aquellos mandamientos que se encuentran más allá de la comprensión del intelecto humano. Y el caso de la vaca Bermeja o vaca roja es uno de estos decretos de los cuales existen muchas explicaciones pero que no llegan a poder entender el tópico en forma completa o total.
Y la pregunta reverbera constantemente: ¿Como puede ser que aquella persona que manipula la vaca roja se termina impurificando, mientras que los restos del animal sirven para purificar a Israel? Hasta el Sabio Rey Salomón admitió su dificultad para comprender este capítulo de la Torá. El puro se impurifica para que el impuro se pueda purificar.


Purificar. Significado.

Viene del latín “purus”, y en la Biblia alude a un concepto de índole espiritual. Se explica como limpiar lo que es extraño o ajeno a una cosa, o lo que es inútil para dejarlo en un estado de pureza.

Las dos caras de la Torá.

Si entendemos que la Torá es la expresión y la síntesis de la inteligencia y de la voluntad divina, debemos hacer una pausa y poder reflexionar o pensar o recalcular que D’os mismo va más allá de la Torá. Y aquí el punto. Nuestra relación con Hashem no es entre pares, por el contrario, es una conexión asimétrica. Para nuestra mente que comprende sería la distancia que separa la sapiencia y la capacidad entre un padre y su hijo pequeño.
El ejemplo resulta claro. Los años vividos y la experiencia hacen tomar distancia entre el grande y el pequeño. De igual forma, el todopoderoso se ocupa de “marcar la cancha”. Aún la Torá nos presenta intelectualmente ejercicios o puntos difíciles de entender y que no obstante estamos obligados a estudiar (y cumplir como el shaatnez prohibición de mezclar lana y lino) y tallar hasta la máxima profundidad que cada uno puede.
El omnipotente nos dice: “no todo podrán ustedes comprender completamente”, ya que hay una diferencia sustancial e infranqueable entre el infinito con todo ser finito.

El lado oscuro de la Luna. Final.

Siempre hay un hemisferio que no podemos llegar a ver de nuestro satélite. Esto se explica por el movimiento de rotación y traslación alrededor de la Tierra.
No todo lo que existe lo podemos apreciar desde nuestra posición en nuestro planeta. Y si bien, hay satélites y naves espaciales que el hombre ha construido, para alcanzar aquello que la mano del ser humano no puede tocar directamente, en el fondo solo descubre que hay otros secretos ocultos a los que intentará llegar. Y esto de forma sucesiva, como un examen detrás de otro que consume y en ocasiones agota el esfuerzo humano. Igualmente, las personas no paran, y el impulso continúa buscando logros y objetivos con resultados diversos.
Para concluir, el estudio de la Torá es obligatorio, ya que es la fuente o manantial de sabiduría y bendición. Impelidos por D’os, a estudiar y evolucionar, el mismo texto sagrado nos muestra luces rojas, que nos advierten de dificultad o de peligro o vuelven a mostrar la distancia entre el ser creado y su Creador, pero obviamente el hombre nunca se detiene, ya que se encuentra signado o señalado a construir nuevas Torres de Babel. Mientras Hashem nos contempla, se deleita con nuestro esfuerzo, pero en ocasiones también nos limita o nos prueba o nos desafía o D’os libre en ciertas ocasiones también nos castiga (todo para nuestro bien), que en ocasiones llegamos a entender, o entender a medias, o no entender.
Si pensamos cuanto nos cuesta en ocasiones entender a otro ser humano (cercano al que podemos hablar y ver) en su accionar, cuanto más con ese Ser al cual nos separan distancias y océanos que nunca podremos traspasar.
El Anciano de los días esta separado de los ángeles por una cortina (pargod), y también de los humanos por una realidad material que oculta la verdad, ya que se ha contraído a sí mismo (Él llena todo el espacio) para permitir la existencia de mundos, que igualmente requieren de su soplo continuo para no volver a un estado de inexistencia. Igualmente ha dejado canales de comunicación, pequeños poros en la oceánica membrana divina donde su voz puede ser escuchada en ocasiones como un murmullo lejano y en otras ocasiones como un rugido de león.
Leyes y decretos son la combinación perfecta o la receta única para que el judío pueda desarrollar su intelecto y al mismo tiempo su confianza en su Padre Celestial que se oculta detrás del muro aguardando a ver que hacen sus amados hijos.
Shavua Tov.

Buenos Aires-Argentina

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: