La presencia de judíos sefarditas en Costa Rica es innegable en la conformación de su idiosincrasia y más aún en su tradición culinaria, a través de recetas que han sido transmitidas de generación en generación de abuelas a hijas y de estas a sus nietos. Siendo un claro y exquisito ejemplo de como una tradición no solo religiosa sino también gastronómica ha podido perdurar a pesar del paso del tiempo y las migraciones de sus descendientes a lo largo de la historia.
Así hoy es importante resaltar una serie de recetas que forman parte de la cultura gastronómica de Costa Rica, preservadas por aquellos descendientes de Sefarditas en el país y que reflejan en la actualidad una amalgama que contrasta la esencia del Magreb y la antigua Sefarad, con la cocina autóctona de la región; donde gracias a Sefarditas como Roie quien es el corazón de los sabores de SISSO en la ciudad de San José nos permiten degustar estas delicias en nuestros paladares.
Ya que sus antepasados desde sus bisabuelos y abuelas fueron los pioneros en elaborar una serie de platillos deliciosos traídos desde la ciudad de Fez en Marruecos además de Israel; hasta Costa Rica en una tradición culinaria que lleva ya 93 años de cocina Sefardí.
Donde Roie nos relata como su Baba y Papu eran oriundos de Bulgaria y Marruecos, siendo él, el resultado de dos raíces diferentes de una misma fruta que contiene un sabor muy especial; y como dentro de su familia se transmiten los secretos culinarios y esa pasión por la comida Sefardí. Donde las Burekas una especie de empanadas o pastel elaborado con una pasta especial que se rellena con queso, papas y más… forma parte de las costumbres culinarias del que fuera el antiguo Imperio Otomano, haciéndonos hoy a todos la boca agua con esta tradicional y deliciosa preparación.
Al igual que las Berenjenas en todo tipo de preparaciones asadas, en Baba Ganush, fritas, en ensaladas o al estilo Baladi o con salsa Masbaja, una exquisitez para todos los gustos. Al igual que las Hojas de Parra y los fritos de calabaza y el delicioso arroz con lentejas y un toque de canela, además del Tabule de la casa y ni que decir de la reducción de Matbuha o llamada también ensalada Cocha para algunos, acompañada del plato principal que no puede faltar en una mesa Sefardí, el delicioso Codrero al mejor estilo del Magreb, acompañado eso sí de una refrescante Limonana.
Entonces como podemos apreciar la comida Sefardí, tiene una mescla de diferentes ingredientes y tradiciones culinarias que representan un viaje fascinante por lo que conocemos hoy como la diáspora Sefaradita. Y que es el vivo ejemplo de como una cultura y sus tradiciones al igual que su idioma el djudezmo español o ladino, pueden mantenerse vivos a pesar del paso del tiempo y los vaivenes de la historia; porque nunca se perderá en el pasado de cada uno de los hijos y descendientes de la antigua Sefarad, ya que estos no olvidan de donde vienen y cuáles son sus raíces, porque estas se preservan también en los sabores de su memoria. (Especial para Diario Judío.com de México)
Gracias por esa hermosa pieza de información.