No existe la comunidad virtual, esa comunidad formada por personas que no están en el mismo lugar geográfico. Así me dicen casi una vez a la semana amigos que ven el mundo comunitario, como un mundo de interacción personal en el mismo sitio. Donde poderse dar la mano uno al otro, un abrazo y sentir la presencia física.
Y hace muchos años les digo: al revés, el mundo ya hace mucho tiempo desarrolló el concepto de la comunidad multi-geográfica. La comunidad que la única forma física -como física es la realidad-, esa en la cual todos están sobre una pantalla.
¿Y qué quiere decir comunidad? Comunidad es un hilo de interés común que lo mantienen todos los miembros. El hilo puede ser interés de estudio, de intereses comunes, en temas familiares, económicos, religiosos, culturales, deportivos, musicales etc….
No. Eso no es una comunidad, ese es un grupo de interés.
Una comunidad es otra cosa, una comunidad es la responsabilidad mutua de uno hacia el otro, en la cual los intereses son sólo lo que cubre la esencia del grupo. Comunidad es preocuparse uno por el otro y a la vez, todos por el grupo.
En el mundo moderno en el que cada uno está metido en sus temas y muchas veces la interacción es nada más profesional o amistosa, muchas veces superficial, los modelos también cambian.
Pienso que cada persona que está involucrada en las redes sociales, ha tenido la experiencia de tener amistades lejanas, pero que la conexión es como si fueran amigos que viven uno al lado del otro.
Entonces mis amigos me dicen: Bueno, en eso estamos de acuerdo, pero para hacer comunidad Judía se necesita que sea “física”. El concepto de MINIAN (diez personas son el mínimo para hacer un rezo público) es un concepto comunitario, concepto de estar en el mismo lugar al mismo tiempo.
Lo de la posibilidad de formar esa comunidad judía basada en el mundo virtual pero existiendo en forma multi-geográfica no es algo imposible, es algo que se hace cada vez más real. Es la forma que muchos judíos se encuentran en sitios que no tienen comunidad física. Este es el desafío del mundo Judío contemporáneo, desarrollar modelos nuevos de comunidades judías multi- geográficas.
¿Y cómo mediremos si realmente funciona?, ¿si se cuidan los valores judíos? Eso es simple, como el minian, cuando falta uno, se va en su búsqueda.
No buscarlo para completar los 10. Buscarlo para saber si está bien.
El modelo de comunidad judío multi-geográfica tiene el potencial de revivir las necesidades básicas de cada uno de nosotros. La necesidad de que alguien se dé cuenta que no estás, de que faltas. Piensa en ti como persona completa y no como uno más que falta para el minian.
Tengo la suerte de dar clases multi-geográficas cada semana, de la porción semanal de la Torá, alumnos y alumnas maravillosos de diferentes partes del mundo. Cuando nos juntamos estamos todos en el mismo lugar virtual que es el mismo lugar en el corazón de todos. En un momento desaparecen las distancias y el texto nos lleva a volar juntos con nuestra curiosidad y amor. Ese momento justo que pasa semana tras semana es una comunidad. Un lugar como se decía en la serie antológica de la televisión Norteamericana “Cheers” -ese es el lugar donde todos saben tu nombre-.
Para mí es un placer ser parte de uno de los desarrollos más emocionantes que estamos viviendo en esta época.
En estos días el Rabino Uri ayalon inauguró su sitio en el cual se puede encontrar clases artículos, enlaces y mucho más sobre Judaísmo /Israel /comunidad. Desde un punto de vista plural, abierto, incluyente y sobretodo un lugar amistoso donde todos saben tu nombre.
Photo by faulancr
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