Hay dos conceptos que son imposibles de comprender para los humanos. Y aclaro para los humanos ya que no estoy en la mente animal ni vegetal, y mucho menos de las cosas que aparentemente son inertes como las piedras o el agua, así como tampoco en la de seres celestiales como los ángeles. Ni siquiera sé si tienen mente y no tengo idea cómo comprenden el mundo si es que así fuera.
Esto me hace pensar que también existe un tercer concepto incomprensible para los humanos y es justamente este de no poder comprender la visión de todos aquellos seres que no sean humanos. Claro que es imposible estar en la mente de cada persona humana, pero sí podemos tener un concepto de comprensión desde la misma cosmogonía.
Estos dos conceptos son la nada y el todo.
Cuando hablamos de la nada absoluta, nos es imposible entender de qué se está hablando. Imaginarse un espacio infinito sin principio ni final, completamente blanco y sin nada, es imaginarnos un espacio, un color, una dimensión, una longitud.
El infinito es algo, el blanco es algo, el tamaño es algo, por lo tanto existe y no es la nada. Incluso, si es que remotamente pudiéramos imaginar o comprender ese concepto, estaríamos hablando de tiempo ya que no podemos concebir un tiempo estático. Y de ser así, aún así es algo ya que es un tiempo, es algo, aunque estático.
Lo mismo pasa con el todo. Por empezar debemos comprender que el todo, para que sea tal, debe comprenderlo todo, incluyendo la inconcebible nada. Además, hay muchas cosas que aún no se han descubierto. Hablamos de ángeles, de cromosomas, de vientos, de estomas en el envés de las hojas, de partículas del aire, de velocidad de la luz (que a pesar de ser de 315,949 km/s, o sea que da 7 vueltas al planeta Tierra en el lapso de un segundo, en el espacio es muy lenta dada la relatividad espacio temporal en base a la gravedad ejercida desde la materia con energía atrayente y de repulsión. A sabiendas que gran parte es por la energía potencial y cinética, así como la toroidal). Hablamos de ciencia noética, de alturas desconocidas, de sonidos jamás oídos, de colores nunca descubiertos, de pasados jamás comprobados y de miles de millones de no infinitas cosas más.
Los granos de arena son muchísimos, pero son finitos y no infinitos aunque sea imposible contabilizarlos.
Cuando hablamos del todo incluimos a la nada. Cuando hablamos de la nada no podemos incluir ni siquiera a la misma nada.
Cuando decimos que DIOS es el Hacedor de Todo, estamos hablando de conceptos inimaginables, de magnitudes inmensas e infinitas, incomprensibles.
El primer concepto que debemos tener de DIOS es que es incomprensible Su magnitud.
Vi una vez escrito en un libro llamado Rob Dagán que decía:
“Lo primero que debemos comprender es que no todo lo debemos comprender”.
Y recién ahora entiendo lo que su autor quiso decir.
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