Los vinos rosados son una delicia que puede disfrutarse en cualquier temporada del año: son frescos, joviales, repletos de notas frutales, y por su delicado color, son ideales para celebrar durante el mes del amor y la amistad.
Su gama de tonalidades se obtiene a partir de la maceración del jugo de las uvas con su piel, los que se elaboran con uvas tintas son estructurados en boca, dotados de intensos aromas frutales con recuerdos a fresa o frambuesa, y los que son mezcla de uvas tienen mayor frescura y ligereza en boca, con aromas de menor intensidad.
Hoy en día encontramos opciones de diferentes países, pero en México, que cada día se posiciona como uno de los productores de grandes vinos del mundo, se produce un rosado que nos hipnotiza con sus cualidades. Se trata de Rolu Syrah Rosé 2018, producido por el afamado enólogo Luis Rodríguez, creador de la icónica línea de vinos Rolu, a la que llamó así a partir de sus propias iniciales.
Este rosado se produce en el Valle de San Vicente, Baja California, una región que se caracteriza por ser más fresca que el valle de Guadalupe, pero lo suficientemente cálida para madurar las uvas a su punto ideal. El coqueto color de este Rolu Rosé, se obtiene al dejar reposar la piel de las uvas con el jugo, hasta alcanzar el tono deseado.
Este rosado fue creado de forma diferente, destacando los sabores tropicales y florales, con un balance de acidez que tiende a la frescura y que nos recuerda al sol durante los atardeceres en el valle. Sus destellos de rubí son limpios y brillantes, y en boca destacan sus aromas, donde la rosa y la flor de jamaica son dominantes, junto con frutas tropicales como el durazno y la ciruela que le dan y toque dulce. Junto con las notas florales y frutales, tiene un agradable retrogusto y permanencia larga en el paladar.
Los maridajes con vinos rosados son amplios y sorprendentes, y aunque saben muy bien con postres, este Rolu Rosé nos demuestra que el sabor de las carnes frías, o algunos más intensos como el chorizo español, los quesos añejados y ahumados, destacan en boca maridarlos con su frescura, al igual que los cortes delgados de carnes magras, y frutos del mar.
Rolu Chardonnay, proveniente del mismo valle, es el primer vino blanco de la bodega, expresivamente con una frescura natural, agradable y sencillo que expresa el terruño que lo vio crecer. Es un vino fresco acompañado con aromas a limón amarillo, higos y almendras tostadas y notas de miel, que deja un final suave y caricias de cítricos maduros al paladar, además de que se siente aterciopelado y con acidez equilibrada.
Su hermoso color amarillo invita a maridarlo con un fresco plato de ostras, calamares o con pescado ahumado. También es maravilloso con platos de pollo y conejo, aves como la codorniz, o con quesos como el gruyer, Edam o brie, o simplemente con la tranquilidad de una tarde en compañía de nuestros pensamientos.
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