Los datos expuestos hasta aquí y el análisis realizado muestran que la deportación de los judíos de Macedonia y del Egeo en 1943 fue realizada por iniciativa de Alemania en los territorios controlados por ella y con participación alemana predominantemente. La participación de Bulgaria en los hechos está determinada por el papel subordinado de Bulgaria en este período y fue dirigido directamente por el agente nazi, Alexander Belev. Hasta inicios de los años 90 del siglo XX nunca y en ninguna parte se dudaba del liderazgo de Alemania nazi en estos sucesos. Samuel Arditi, que vivía en Israel en relación de esto hizo la siguiente declaración: “En Israel desde principios de los 50 se debatía libremente sobre la salvación de los judíos búlgaros. Incluso los enemigos más considerables del rey, no lo culpaban en aquel entonces por la muerte de los judíos de Tracia y Macedonia. ¿Por qué? Porque ellos sabían que estas tierras no eran realmente de Bulgaria. Los alemanes eran los dueños de estas tierras y hacían lo que querían. Culpar al rey por las acciones de los alemanes es una injusticia muy grande”.[1]
En Bulgaria, después del 9 de septiembre 1944 se hizo un intento de sustituir la historia del rescate de los Judíos búlgaros negando los méritos del rey Boris III, de parte del Parlamento búlgaro, de la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria y de prominentes figuras públicas. El papel principal en el rescate de los Judíos de Bulgaria comenzó a ser atribuida al Partido comunista y personalmente a su dirigente Todor Zhivkov.
Pero para tener mérito alguno para un rescate es menester tener rescatados. Los judíos de Macedonia y el Mar Egeo fueron deportados y asesinados en el campo de concentración de Treblinka. Debido a este hecho no se pueden extraer dividendos para el partido comunista. En Bulgaria el destino de esta población no fue investigado profundamente. El interés se manifiesta en la medida en que la deportación puede ennegrecer el poder antes del 09 de septiembre 1944. Por esta razón se empezó a guardar silencio sobre ciertos hechos. Por ejemplo, Dimo Kazasov testigo en su testimonio ante la Audiencia Nacionala fines de 1944 escribió: “Cualquiera que sea la intervención (para salvar a los Judíos de “nuevas tierras”, nota del autor) era imposible, ya que las medidas fueron tomadas de repente, sorprendiendo a todos. Cuando el pueblo búlgaro se enteró, ya era demasiado tarde. Los trenes especiales ya llegaban a Lom”.[2] Iván Momchilov miembro de la delegación de Kyustendil que visitó a Dimitar Peshev en Sofía el 9 de marzo de 1943, que marcó el inicio de la campaña para salvar a los Judíos de Bulgaria, dijo: “Nosotros no hemos mencionado en ninguna parte a estos Judíos (del Egeo y Macedonia, Nota del autor) porque no sabíamos que estaban en los trenes y en los depósitos de tabaco”.[3]
Una publicación de “The News and Courier” de 22 de mayo de 1961. Se citan las palabras del Vice Fiscal de Israel Yakov Bar-Оr que en base a los documentos originales alemanas y los testimonios recogidos durante la investigación judicial, se puede concluir que el rey búlgaro Boris fue un héroe porque bloqueó completamente a Eichmann y defendió a los judíos búlgaros… El rey Boris estaba firmemente en contra de la deportación de los judíos con la ciudadanía búlgara. El ha logrado detener a Eichmann con el permiso de la deportación de 20.000 judíos de Macedonia y Tracia… Boris murió el 28 de agosto de 1943, un informe dice que murió de un ataque al corazón. Los documentos nazis citan a médicos que dicen que fue envenenado.
Estas declaraciones no corresponden plenamente a la verdad. A partir del 8 de marzo de 1943, cuando la delegación parte desde Kyustendil, sus miembros puede ser que no sabían que el 7 de marzo se inició la colocación de los judíos egeos en campamentos de tránsito en la Gorna Dzhumaya y Dupnitsa. Pero ellos permanecen allí durante casi dos semanas. Esto sucede ante los ojos de los ciudadanos locales, y este suceso no es ajeno a los políticos, clérigos y figuras públicas. Incluso más tiempo -18 días es la permanencia de judíos de Macedonia en las instalaciones de Monopol en Skopje. Las fuentes indican que si no el público en general, por lo menos sus representantes prominentes eran conscientes de lo que estaba sucediendo. Lamentablemente, las acciones iniciadas desde diferentes círculos para la salvación de estos judíos no dieron resultado por las razones ya explicadas anteriormente. Pero por la falta de un resultado positivo a este problema hasta el año 1989, nuestro país no ha demostrado un gran interés.
Por otro lado, en el extranjero no se aceptó la versión distorsionada del papel crucial del Partido Comunista y en personal Todor Zhivkov al rescate de los judíos búlgaros. Por ejemplo, durante el juicio en Israel contra Adolf Eichmann en 1961, el Vice Fiscal Yakov Bar-Оr en base a los documentos originales alemanes y los testimonios recogidos durante la investigación judicial, dijo: “(El rey) Boris fue un héroe. El bloqueó completamente a Eichmann y defendió a los judíos búlgaros… El rey Boris estaba firmemente en contra de la deportación de los judíos con la ciudadanía búlgara. El ha logrado detener a Eichmann con el permiso de la deportación de 20.000 judíos de Macedonia y Tracia… Boris murió el 28 de agosto de 1943, un informe dice que murió de un ataque al corazón. Los documentos nazis citan a médicos que dicen que fue envenenado”.[4] Estas buenas palabras del Fiscal General de Israel sobre el monarca búlgaro fueron silenciadas en la Bulgaria comunista y por lo tanto las autoridades de Sofía en aquel momento se alejaban más y más de la verdad histórica. Este proceso ha creado un vacío que fue ocupado en su mayor parte por publicaciones yugoslavas y griegas sobre el tema, algunas de ellos tendenciosos y mal intencionadas hacia Bulgaria.
Continuará: “El reemplazo moderno de la verdad histórica”
[1] Otra vez ahí, p. 62
[2] Protocolos de la Audiencia Nacional de 1945.
[3] Fondo № 278, а.с. 11, Archivo historico de Kyustendil.
[4] The News and Courier, Charleston, May 22, 1961; The Spokesmann-Review, May 22, 1961
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