Continuando con el ahorro jubilatorio, mencionaré dos fuentes o más bien, dos fondos más.
Fondo de jubilación voluntario
La ley impositiva favorece o más bien apoya a que las personas, en este caso especialmente a los asalariados, efectúen depósitos a fondos jubilatorios para elementos del sueldo que el patrón no aporta, que no vendrían a ser fijo, como viáticos por ejemplo o el valor impositivo de poner un coche a disposición del empleado, o de algún bono o premio especial, etc.
Al ahorrarme impuestos obviamente he aprovechado al máximo este beneficio y he aportado siempre. Los montos acumulados son parte de lo que yo denomino, mi ahorro jubilatorio.
El monto es considerable, pues en la empresa en que yo trabajé los últimos 12 años, según el contrato de trabajo, un 25% de mi sueldo fijo no era considerado fijo a los efectos jubilatorios, Y eso es, sin duda alguna, en contra de la ley que obliga a aportar por todo el sueldo.
¿Por qué acepté? Pues de otra manera no recibía el trabajo y estaba convencido que recuperaría esto con los normales incrementos de sueldo, que nunca hubo, bonos y premios, que tampoco hubo. El abogado incluyó en la carta una demanda por estas diferencias, me alertó que en el mejor de los casos, si entablo una demanda, el juez no da más que tres años. Como se dice, hecha la ley, hecha la trampa.
Como todas las cosas en Israel también se privatizaron el manejo de estos fondos, creando muchos nuevos ricos que viajan en 4X4 y fuman cigarros Cohiba como se acostumbra a decir aquí. Supuestamente existe un control estatal sobre la calidad de los manejos, aunque yo tengo mis dudas sobre los dos puntos, la calidad de la inversión y el control.
Sobre el control el mismísimo contralor del estado escribió en su último informe que el control no existe o es ineficiente. Las ganancias de los fondos estimo yo, se mantienen en los niveles que permita a las diversas compañías competir entre ellas para recaudar más fondos.
Puedo escribir varios capítulos sobre este tema, solo que reduciré a un solo ejemplo. La empresa más grande de manejo de estos fondos es Psagot a la que yo mismo pasé a comienzos del 2013 pensando que me conviene a esta altura de mi vida buscar más solidez y menos riesgo. Es tan grande que jamás tuve posibilidad de dialogar con nadie, salvo el que me convenció que ellos son los mejores.
Un par de meses después hubo un juicio al director de la empresa por haber hecho manipulaciones en la bolsa de valores con acciones que tenían en su cartera, denominado “nostro” y se publicó que los fondos de ahorros no se perjudicaron. No explicaron nada, yo me quedé con la sensación, nuevamente que nos robaron, pues para ganar haciendo una manipulación hay que lograr que una acción suba su valor más de lo normal y entonces vender. Pero para vender caro es necesario que alguien compre caro y que mejor que esos grandes fondos comunes de ahorro del público.
Claro, si se publicaba que el público se perjudicó, la gente dejaría de ahorrar y se viene abajo el sistema y esa es la razón por la cual yo no confío en el sistema judicial que no está hecho para determinar justicia, sino mantener el sistema. Eso se merece otra serie.
La mayor tragedia no son los jubilados actuales, sino los que vienen. Estos ya no recibirán compensación mensual, sino únicamente una liquidación.