El taller de Lavi Furniture Industries se encuentra en un kibutz en el norte de Israel, y ha amoblado más de 6.000 sinagogas en todos los continentes.
A simple vista, el mercado de muebles para sinagogas puede parecer no muy grande. Sin embargo, el hecho de que los judíos estén en casi todos los rincones del mundo, ha generado la necesidad de contar con sinagogas donde puedan orar. Israel tiene cerca de 30.000 espacios de rezo, y se estima que hay la misma cantidad en el extranjero.
La fábrica más grande del mundo para la fabricación de muebles para sinagogas se encuentra en Israel. Más precisamente en el kibutz religioso Lavi, ubicado en la Baja Galilea. La fábrica Lavi Furniture Industries es propiedad del kibutz, fue fundada en 1962 y realiza tanto los sistemas de asientos, así como santuarios, mesas, puertas y más.
“Todo comenzó con un pequeño taller a pedido del kibutz Sde Ilan para construir los muebles de su sinagoga, aprendimos del tema examinando otros templos en el país, y así proporcionamos el mobiliario solicitado”, señaló Micha Overman, el CEO de la fábrica. Posteriormente, construyeron una sinagoga a principios de la década de 1960, y cuando invitados de todo el país se acercaron a rezar, comenzó a surgir el rumor de que el taller estaba especializado en muebles para sinagogas, y “desde entonces todo comenzó a rodar”, relató Overman.
“Con los años hemos enviado muebles a todos los puntos del mundo, como por ejemplo a Alaska, Angola, Tahití, Venezuela e incluso Moscú, a una sinagoga construída cerca de la casa de Putín”, destacó el CEO de la compañía. “Hasta la fecha, hemos realizado trabajos en unas 6.000 sinagogas en Israel y en todo el mundo”, remarcó.
¿Qué sinagogas has grabado en tu memoria?
“En el 2015 restauramos los muebles de una sinagoga polaca, de una ciudad donde había una gran comunidad judía que pereció en el Holocausto, y fue completamente restaurada en Toronto. También la sinagoga “Mishkenot Neria” en Elad, donde rezaba Eyal Yifrach, uno de los tres niños secuestrados en el 2014, y la construcción de nuevos templos para los evacuados de Gush Katif también fue muy emotivo, ya que estaban muy traumatizados por la demolición de las sinagogas en sus antiguas comunidades”.
¿El mercado de las sinagogas no se considera un mercado limitado para su expansión?
“Por el contrario, hay un crecimiento en el número de sinagogas en Israel y en el mundo. Si tomamos el público religioso y tradicional en Israel, hay un aumento natural de la población, y los nuevos vecindarios necesitan nuevas sinagogas. Además, en países como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, las comunidades judías, especialmente las ultraortodoxas, se van expandiendo y se trasladas a otras áreas urbanas, por lo que necesitan nuevas sinagogas”.
¿Cómo se puede lidiar con la creciente escasez de mano de obra en la industria tradicional?
“Definitivamente es difícil encontrar trabajadores hoy en día que quieran trabajar en plantas industriales. La fábrica ahora tiene 80 empleados, incluyendo a personas con discapacidad. La mayoría de los trabajadores provienen de la zona de Tiberias y también parte del kibutz. Debido a la dificultad de reclutar trabajadores, estamos constantemente involucrados en máquinas avanzadas de automatización y CNC”.
Al mismo tiempo, mejoramos las condiciones de trabajo y fomentamos una atmósfera de excelencia operativa y gerencial con el compromiso total de los empleados. Esta es también una de las razones por las que estamos entrando en un proyecto de Google para mejorar nuestras métricas, para ser más competitivos en el entorno global”.
Cuando Overman menciona el proyecto de Google, se refiere al programa TechFactory, que nació con el objetivo de aumentar la productividad de las plantas industriales en Israel mediante el uso de datos, innovación y herramientas tecnológicas, y permite que empleados de la empresa obtengan capacitación profesional en análisis de datos, marketing y gestión del capital humano.
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