Los individuos, a lo largo de los siglos, buscaron aumentar la densidad de la esencia del poder, el dominio y la subyugación, sumando capas de historia e identidad como gajos de ficción e imaginación.
El primer hombre estaba desnudo, pero a su vez vestido con el paraíso. El paraíso era su vestimenta esencial, multicolor, su luz esencial, hasta que abrió sus ojos, despertó del sueño perfecto de la iluminación infinita, y despertó al perfil de una realidad fría y cruel, independiente, competitiva, sin rey. Entonces el Señor le dio las vestimentas de la piel de la serpiente, y desde entonces busco su identidad entre el veneno de las galaxias y el polvo de la riqueza.
El significado de la palabra Purim es “sorteo” “echar la suerte”. El hombre sorteando su suerte, su vida y su muerte, el hombre sorteando su identidad, la verdad y su fuego interno, apartándose del origen de la verdad: la luz infinita y el bien absoluto, dejándose arrastrar por los designios retrogradas y tendenciosos de la mente humana y los vestigios del olvido.
En Israel es conocido como el festival de los disfraces, la búsqueda de la identidad, la revelación de lo oculto, y es parecido al fuego que es la esencia de los colores y la circularidad de la vida y la muerte, el sol y la luna.
El paraíso pues, se puede comparar a una cebolla, y Dios, la esencia Santa, oculto detrás de los gajos de identidad, carpas de circo, anillos del árbol y disfraces de hojas multicolor donde se reescribe la historia sin sentido.
En una galaxia lejana…
El rey Java, en alguna galaxia lejana, dominaba al universo entero, obligaba a las criaturas de las galaxias a celebrar con su autoridad corrupta la oscuridad humana, disfrazarse, emborracharse, evadir la verdad y hablar malas habladurías en todo tiempo y espacio, apareándose en salvajes e intrascendentes actos perversos y sexuales. Con el motivo de dominar el universo hacia festines de almas, orgías de placeres crueles y frívolos, que quedaban selladas en sus gigantescas y controversiales naves espaciales, y la extraña variación de los rostros y las formas de las criaturas de todo el espacio sideral se reflejaban en sus ojos reptiles encendidos por drogas y sed de poder.
Luke Sky Walker, era un hombre humilde en el reinado de Shushan, dedicado a las plegarias y el estudio de la ley. Buscaba el paraíso perdido, siempre vestido de blanco como un guerrero espiritual de la luz buscaba el despertar de la conciencia humana y la claridad de la verdad moral llamada justicia. Esto hizo enojar al ministro de Java Aman Vader, cuya soberbia era propia de los gigantes, y quien decidió eliminar a este pueblo erudito cuyo líder era un tal Adán, Abraham, Moisés, David y Mordechai, quienes se negaban inclinarse ante su poder, y evadían la lujuria del reinado para mantenerse sobrios. La sobriedad y raciocinio de este pueblo centrado era peligroso para el reinado.
En el reinado no había leyes, unos se comían a otros, en orgías y fiestas de cocaína, visión y pasiones desbordadas.
Todos sus habitantes estaban atrapados en el estómago eructante de Java que era un laberinto siniestro que siempre terminaba en el asesinato, la conspiración y el artificio. Un laberinto de complejas identidades cuya esencia era el ocultamiento de la naturaleza en el calidoscopio de la risa, la sátira y la burla.
El sentido de su filosofía era traer a las mujeres más bellas del reinado galáctico a Java, para que fueran violadas, y para ello había que ocultar a toda costa la competencia entre el bien y el mal, y decir: “No existe ni el bien ni el mal. Todo Es”.
Pero Aman Vader no se limitó a pedir al rey la aniquilación del pueblo de la luz, el pueblo oculto, sino que además quiso conspirar contra el rey mismo y asesinarlo mediante alimentos envenenados. La princesa Leah Ester le hizo saber esto al Rey.
Los ministros de Java decían que la supervivencia que consistía en la competencia entre los fuertes y los débiles, era la verdadera naturaleza, el sentido de la vida, y la muerte era la significación de la eternidad de su poderío. Festejaban pues la muerte de los débiles quienes se desintegraban en los estómagos de los fuertes.
Pero una princesa se negó a ser violada, era la princesa Leah Ester, sobrina de Mordechai Obiwan, posteriormente la reina Ester. Ella conocía la ley.
La reina Ester y todo el pueblo judío se negaron a inclinarse, a adorar el poder de la Estrella de la Muerte, a humillarse ante la crueldad del ministro malvado Aman Vader, ayunaron tres días, y trajeron junto con el cambio de las suertes, la salvación y la redención al universo.
Desde entonces, cada año, el 14 de Adar, que cae hoy 7 de Marzo del 2012, los niños de Israel celebran con sus risas inocentes y juegan a disfrazarse en desfiles callejeros, y los adultos beben varias copas de vino mientras leen los rollos de las leyendas de Ester, rememorando la existencia de la luz y la existencia de una única verdad irremplazable, le ley de la Tora y el poderío de un Único Dios, el Dios de la Luz Infinita y el Bien absoluto.
El ministro Aman y su descendencia fueron colgados en la horca de la plaza.
La lectura de los rollos de Ester, la “Meguilat Ester” parece referir al pueblo judío a su capacidad de lucha contra las fuerzas del mal, ocultas, en los poderíos y la ambición de los reinados. La capacidad Divina de la oración, la plegaria, el ayuno, y la reivindicación de la moral y responsabilidad colectivas.
Los “Rollos de Ester” “Meguilat Ester” también significa: “Meguilat” del infinitivo “Legalot” y la palabra “Guilui”: “Revelar” y “Revelación” y “Ester”: “Oculto”: “La revelación de lo oculto”.
Se dice que Israel está por encima de las estrellas y la suerte.
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