Hace unos días fue mi primera quimioterapia y excepto el estar un poco suelta del estómago, no tuve ninguna reacción, de hecho el cambio de medicamentos me permitió liberar mi estomago sin ningún problema.
Yo soy floja para hablar por teléfono y quizás sea a que fui secretaria y solo hablo cuando realmente lo requiero, o cuando se trata de mi trabajo de periodista teatral y como periodista de esta página, sin embargo mi teléfono no ha dejado de sonar, además de que me he permitido llorar y agradecer sus apoyos, se acerca mi cumpleaños y mi mejor regalo es estar viva.
Leía que una muchachita de 41 años hija de mi querida compañera de escuela y amiga Martha Reznikoff falleció, yo estoy luchando y sin todos estos apoyos no podría seguir adelante, ni mi trabajo de periodista ni de teatro cuando me lo puedo permitir.
Por cierto le mando mi pésame, yo no quisiera perder a ninguno de mis dos hijos, pero volviendo a la amistad, me decía mi hijo chico que vive en Israel y es Java Luvavich que tenia un mensaje y quizás era el reencuentro conmigo misma a pesar de estar con un sobrepeso porque tengo agua, para que me imaginen parezco embarazada, sin embargo logro hacer algunas cosas solas y otras claro está como ir al hospital que además me tengo que trasladar a Aztcapotzalco, donde por cierto cuento con un magnífico servicio médico.
Agradezco públicamente al psiquiatra, a la doctora que me tocó en urgencias, que tuvo la paciencia de orientarme a mí y a mi cuidadora, por cierto compañera de uno de mis hijos del hospital además veterinaria, sobre mucha dudas que en una consulta normal debido a la carga de trabajo no me habían aclarado sobre mi comida, cantidad de agua a tomar y el cambio de medicamento que me ha permitido dormir un poco más, además de que voy a contar con un reposet que me va a hacer muy útil.
Pero todo esto es lo que he sembrado y que todavía cuando estoy escribiendo esto tengo lágrimas en los ojos por el agradecimiento de su apoyo y no dejarme sola.
También hay gente que está rezando por mí, de diferentes iglesias, por eso a pesar de mi estómago, mis pies inflamados mis molestias normales de la quimioterapia, y el poder controlar el dolor de alguna forma, aunado a este gran amor de la gente, me dice que una persona con cariño y con ganas de salir, porque quiero ver actuar a mi hijo ya cobrando más adelante, o ver que uno de mis libros interesa para hacer una puesta de teatro, además del apoyo que recibiré para hacer un poquito de ejercicio y yoga dentro de mis limitaciones, agradezco públicamente todo el apoyo desde mi cuñado, hermana, a la viuda del padre de mis hijos, a mis hijos cada uno a su estilo, a las amigas de mi hijo grande, a mi querido amigo e hijo adoptivo Rafa como a Carla, a todos estos jóvenes les quiero agradecer desde esta columna, sobre todo a Carla que me permitió terminar mi quimioterapia con sus respiraciones y dejarme llorar, a la enfermera de quimioterapia con esas manos maravillosas que me ayudaron a no sentir el piquete, y que de alguna fe nos impregna de que D…s tiene la última palabra.
Por eso me siento muy agradecida con la vida por estos apoyos, sin los cuales quizás me seria más difícil, dicen que el mejor regalo que tenemos es la amistad y los amigos, una loa y un aleluya por ellos y un gracias que sale de todo mi corazón, también a mis vecinos que su familia ha pasado por esto, si me falta alguien estén seguros que es más por emoción, sin embargo todos están en mi corazón.
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