La infidelidad es una de las razones primordiales por las que una pareja rompe su relación. Los “cuernos” destruyen la confianza de los enamorados y los pilares sobre los que se cimienta toda relación amorosa. De esta manera es la primera causa de divorcio.
En la mayoría de los casos las personas son infieles cuando la unión no alcanza sus expectativas, están buscando algo en la otra persona que ésta no es capaz de ofrecerles mientras que, en otras situaciones, obedece a sentimientos de naturalezas más profundas.
Muchas mujeres, a pesar de que jamás perdonarían la infidelidad, deciden auto engañarse para no tener que enfrentarse a la realidad de que son abandonadas por el padre de sus hijos. Pero, siempre descubrir que uno ha sido traicionado por la persona amada, invariablemente constituye una experiencia dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores que fundamentan una relación amorosa, como son la confianza, la sinceridad, la solidaridad y el respeto.
Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que existe, ya sea por motivos religiosos o porque no quieren hacer sufrir a sus hijos.
En el caso de las mujeres que deciden perdonar (pero no olvidar). La infidelidad suele ser un arma utilizada frecuente en las discordias, y que puede marchitar más una relación, ya precaria. Es preferible no mencionar constantemente la infidelidad de la pareja, si no se es capaz de superar y olvidar, quizá sea necesario plantearse, en esta coyuntura, una solución cortante. Muchas mujeres que han sido infieles se torturan porque no saben si contárselo a su compañero, se sienten mal, pero lo primero y más importante, no es la confesión, sino descubrir el porqué de la traición. Puede causar al traicionado angustia y le puede desencadenar ataques de furia y sentimientos de humillación también está asociada a la depresión mayor y a la ansiedad.
No todas las parejas en las que se da la infidelidad se separan, algunas se reconcilian y continúan su relación superando el problema. El proceso de reconciliación es difícil y muchas veces es necesaria la intervención terapéutica para llevarlo a cabo. La infidelidad se considera, además, uno de los más difíciles asuntos a tratar en la terapia de pareja.
Las razones más comunes por las que se es infiel son resultado de la búsqueda de la satisfacción de necesidades que no se encuentran en la pareja con quien se comparte el amor.
Generalmente se asume que la persona infiel es la única culpable, sin embargo la infidelidad es el resultado de una crisis de ambos, pues quien es infiel lo hace porque busca en otra persona cuestiones sexuales, emocionales o intelectuales que la pareja no le da.
La monotonía. Cuando la pareja descuida el tiempo en común por sus actividades personales y deja de tener detalles cariñosos con el otro, se siente que el amor se acabó, se produce un distanciamiento y uno comienza a sentirse destinado a pasar el resto de los días atascado en una relación que ha perdido su encanto.
Un matrimonio sumido en la rutina y en el aburrimiento se puede desplomar a causa de un encuentro con un intruso que llegue y aborde la pareja descontenta con el misterio, encanto y riesgo de los que carece la relación existente.
Una vida sexual deficiente. El sexo es un elemento esencial en la unión y si éste es defectuoso, quien se siente insatisfecho tiende a buscar fuera de la relación la satisfacción sexual que no encuentra en su amante.
Idealización de la pareja. Para continuar idealizando a la pareja, muchas veces se eligen como amante a una persona totalmente opuesta. Hay quienes llevan a cabo todas sus fantasías sexuales con el amante y no con su pareja para sentir que la siguen manteniendo en el concepto de lo “decente”.
Sentir amenazas contra la libertad. Cuando la pareja es asfixiante o da miedos de apropiar la independencia del otro, atrapándolos en una relación sofocante, se puede intentar sentirse libres cometiendo actos de infidelidad rebelde.
Para finalizar: La infidelidad es un síntoma de la serie de crisis por las que, casi todos, atraviesan, usualmente, como pareja. Si exploramos en el fondo, comprenderemos que se es infiel cuando no se encuentra en la pareja lo que se desea y que la relación entre ambos no satisface completamente todas las necesidades mutuas tanto físicas como emocionales. Sin embargo, superar la crisis dependerá de la forma en que ambos logren comunicarse entre ellos. La infidelidad trae consigo un gran dolor, pérdida de confidencia en el otro, pérdida de autoestima, humillación, impotencia y rencor.
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