La importancia de la Judería de Guadalajara en tiempos medievales, ha quedado reflejada en esclarecedores trabajos publicados, aún cuando es posible observar que en nuestros días, muy poco se ha conservado del pasado esplendor, de sus valiosos restos arqueológicos, o del conocimiento en la memoria histórica de este pueblo en nuestros días.
Un repaso a la historia
Es verdad que cualquier interesado,estudioso e historiador, descubre las valiosas huellas de la presencia Judía, junto al trascender de su carácter de ciudad que ha albergado las primeras imprentas en caracteres hebreos, y un Centro de Estudios Místicos, (Academia de La Luminaria en el Exilio) que había reunido a un importante número de estudiosos y sabios, en torno al quehacer y la creatividad literaria y cultural de su tiempo.
En Guadalajara donde, como hemos señalado, existió una Academia de la Diáspora, se centró el último refugio de intelectuales, antes de la expulsión.
Aquí nació y vivió el famoso autor y traductor de la Biblia de Alba, (1422-1430) Moshé Arragel de Guadalajara, y en esta ciudad fue escrita una de las más importantes obras kabalísticas sobre la Mística Judía: “El Siclo del Santuario” (Shequel-Ha-Codesh), por el kabalista Moshé de León, autor de El Zohar (Libro del Esplendor).
Los estudiosos Francisco Cantera y Carlos Carrete Parrondo han profundizado sus investigaciones de las Juderías Medievales, y ellas permiten el acceso a una fuente valiosa para el conocimiento histórico, junto a las noticias que ofrecen los cronistas, para mayor información.
Asimismo,el Profesor José Luis Lacave, en su enjundiosa investigación sobre las Juderías y Sinagogas Españolas, reconoce en la ciudad de Guadalajara Medieval, la trascendencia de aquel saber científico y literario y su condición de Centro Cultural de gran envergadura.
En su enjundiosa aportación de Notas a la obra de Baer, Lacave señala la amistad de estos personajes, destacando que incluso el poderoso Don Ishac Abravanel, era en el año 1491, vecino de Guadalajara, y Lacave atribuye esta elección, junto a la de otros intelectuales de la época, como Rabí Aboab, los Benveniste, etc. al deseo amistoso de permanecer juntos viviendo en una ciudad destacada en ciencia y estudio, razón poderosa por la cual se habían sentido atraído y habían escogido para vivir en ella.
La antigüedad de esta ciudad, las conquistas y situación geográfica, así como su influencia histórica refleja un período de gran importancia en el pasado histórico medieval español.
Las referencias a la vida de los judíos en sus aljamas, hasta tiempos después del Edicto de expulsión, recogen en su documentación, un perfil muy atractivo y minucioso de aquella presencia, e incluso el desarrollo de prácticas de criptojudaísmo, entre judíos conversos al cristianismo. Al igual que en la gran diversidad de la historia del judaísmo español, aparece la condición de doble-vida que llevaron algunos judíos convertidos al cristianismo, años después de la expulsión.
Esos fenómenos inscriptos en el ayer sub-yacente y la memoria colectiva también aparecen documentados en la información inquisitorial que se recoge en obras de diversos autores,por ejemplo en las Actuaciones de Ciudad Real publicadas por Beinart, o en la obra de Julio Caro Baroja.
Documentos descriptivos sobre estas familias convertidas informan que continuaban ejerciendo funciones de continuadores de la tradición prohibida.
Lacave señala la presencia de numerosas familias convertidas de Guadalajara, que continuaban con estas prácticas secretas, años después de la expulsión.
Sin embargo, la huella no ha quedado impresa con la claridad que supone la vigencia histórica y creativa. De Guadalajara, lo que más ha trascendido, como hemos señalado, es su condición, junto a otras, de ciudad pionera en el quehacer de las primeras impresiones de Biblia y Textos Sagrados.
Aún cuando la presencia e impronta del pueblo judío, no haya quedado en nuestros días reflejado con la claridad en que otras ciudades y villas han sido conservados.
El pasado de esta ciudad ofrece una diversidad,en la cual personajes judíos han marcado una vigencia destacable.
De la ciudad de Guadalajara, se advierte el roce y coexistencia de conversos y judíos en la corte, destacando en la misma la ascendencia judía de diversos personajes; ello es posible descubrir a través de las coplas y sátiras propias de la época.Veamos una de estas creaciones literarias tan descriptivas. Sobre los poderosos Mendoza. procedente de la obra de Yithzak Baer, “Historia de los judíos en la España Cristiana”, Tomo II, Pgs. 547-548):
Rodrigo Cota, en su “Epitalamio Burlesco”, una sátira sobre las bodas celebradas entre un miembro de la familia de Diegarias Dávila y una noble cristiana, pariente de Pedro González de Mendoza,el famoso Cardenal de España.
Cota se mofaba: “Es el Dio judío quien arregla este casamiento (los judíos evitaban con todo cuidado usar la aparente forma plural:Dios). El novio pertenece a un “muy onrrado cahal” o Comunidad judía, es naturalmente arrendador de impuestos y está emparentado con las familias Ibn-Susán, Ibn Nahmías (o Abenahmías) e Ibn Saboca (o Abençavoca). En el banquete de bodas se observan muy estrictamente las prescripciones dietéticas y las costumbres judías…”
Como decíamos, aún cuando las huellas del pasado judío, no son tan visibles en Guadalajara, como por ejemplo, en Toledo y otros puntos de asentamiento en la Península, la importancia histórica de Castilla La Mancha, es pertinente de una mayor atención.
Por ello, se impone ahondar aún más en la historia de cada ciudad de España, que nos ofrece el descubrimiento de un pasado aún vivo, que permanece en cada rincón, y en la memoria colectiva de esta tierra que albergó a unos españoles, que se llevaron consigo,una cultura hispano-judía,una memoria: Son los hijos de la lengua, que hoy llamamos “Sefardíes”.
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