Discutir y principalmente argumentar sobre la llegada de los Judíos a Costa Rica, su supervivencia, integración e identidad; siempre ha sido un tema tabú en este país, ya que la identidad nacional costarricense, se ha trazado desde una perspectiva prácticamente sesgada debido a que el discurso oficial no rescata y mucho menos valora, el aporte judío en la conformación de su idiosincrasia.
Siendo esto apreciado en diferentes épocas históricas que narran un imaginario considerado por gran parte de su población como falso, no solo en cuanto al origen de sus habitantes, sino también en la conformación de su identidad en el recorrido histórico de esta Nación, no mostrándose fiel a la realidad vivida por muchos costarricenses descendientes de judíos Sefarditas, además de Conversos y Cristianos Nuevos que llegaron huyendo de la Inquisición desde el arribo de Colón a esta Costa tan Rica.
Y donde solo algunos historiadores mostraron interés en develar la realidad histórica de este país en cuanto a sus orígenes judíos y otros pocos ahondar en el asunto pero la conformación del ser costarricense tiene muchas aristas en su camino y por ello la lectura de la historia ha tenido que cambiar o más bien rectificar sus bases argumentativas, permitiéndole así a la Historiadora Sara Befeler Taitelbaum, ex Catedrática de la Universidad Nacional de Costa Rica, destacada investigadora y pionera en su campo, poder abordar la llegada de los Judíos al territorio nacional, su supervivencia, integración e identidad desde el marco real que integra y rescata esa parte de Costa Rica conformada también por Judíos además de un Linaje Sefardita que durante la época de la Conquista fue ocultado por necesidad y al transcurrir los siglos, ignorado concienzudamente por la mayoría de los académicos que escribieron la historia oficial de este país.
Pero que ahora expone de manera documentada, además de la primera oleada de judíos Askenazitas llegados al territorio nacional buscando refugiarse de todas las atrocidades vividas en Europa; frente a una Costa Rica que ya a inicios del siglo XX se percibía como una Nación que no mostraba indicios de perseguir a los Hebreos, considerada desde esa época como una democracia relativamente estable en América Latina; y en la cual lograron asentarse durante ya más de un siglo a pesar de cierto clima hostil percibido en algunos momentos.
Relatándolo así, desde la primera edición de su libro “LA LLEGADA DE LOS JUDÍOS A COSTA RICA,” esta historiadora quien logró sentar las bases para un análisis histórico investigativo reivindicando a todos esos judíos que llegaron al territorio nacional, buscando un futuro mejor para ellos y sus familias.
Y que ahora, gracias a la segunda edición de su libro pronto a publicarse en España, expone a una Costa Rica donde ya no cabe duda de que la Inquisición había calado muy fuerte en los judíos sefarditas y sus descendientes que tuvieron que mantenerse ocultos como tales durante varios siglos para los ojos de los demás pobladores aprovechando la espesa topografía de esta tierra.
Donde ese Judaísmo conocido como la “religión prohibida,” desde el pasado hasta hoy por aquellos que no respetan y menos comprenden una forma de vida diferente, está logrando ser develado frente al orden impuesto a sangre y fuego durante muchos siglos por la Iglesia Católica y que en Costa Rica está cambiando, gracias a los escritos de mujeres intelectuales judías como la Historiadora Sara Befeler. (Especial para Diario Judío.com de México)
San José de Costa Rica, 06 12 2015.-
Me gusta este comentario, pero porque entonces a los que hemos sentido esa identidad y que buscamos ese abrii como judío, se nos cierran puertas, se nos menosprecia. No importa si hemos renunciado a todo lo que antes creíamos o prácticas de religiones pasadas, sin así no se nos ve como judíos, y casi se nos hace Inquisición y se nos juzga fríamente como si lo que se hace no vale la pena, aun así mi amor por Israel va más allá que un certificado, va más allá que un pasaporte, aun así si tuviera que defender esa bendita tierra lo haría sin titubeos. Shalom