La Medicina en el Judaísmo

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Definición

La Medicina es una ciencia que su nombre proviene del latín de la voz de mederi, que significa curar y medicar. Es la ciencia dedicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano.

La medicina en los antiguos hebreos


Los antiguos hebreos tenían conciencia de que las enfermedades contagiosas se diseminaban a través del contacto directo por lo que establecieron una serie de medidas preventivas como era el hervir y tallar la ropa y los utensilios de cocina. Entre las regulaciones sanitarias se incluían el aislamiento de los infectados y la purificación de instrumentos de esta índole. Así mismo, la legislación dentro de la vida sexual, el baño frecuente, las estrictas regulaciones dietéticas y sanitarias, la observancia de un día de descanso evitaron que ciertas enfermedades de la zona se diseminaran.

Las enfermedades más comunes de la época son mencionadas en diversos versículos bíblicos: gonorrea, epilepsia, plaga bubónica, lepra. A excepción del caso de la picadura de serpiente que se usaba el Nehushtan (Nehustan, en el judaísmo antiguo era un objeto sagrado que tenía la forma de serpiente de cobre sobre un poste que Moisés utilizó para curar durante su éxodo en el desierto a los Israelitas de las mordeduras de la serpiente (números 21:6).

Los remedios y tratamientos no incluyen rituales mágicos. La terapia bíblica abarcó el lavado de la parte afectada y la utilización de aguas terapéuticas, bálsamos, aceites y vendas.

Los antiguos sacerdotes y sabios judíos veían una conexión muy cercana entre la medicina y la religión, esto es, entre el cuerpo y el alma. El cuerpo, pensaban, pertenecía a Dios y era una especie de préstamo concedido a los hombres durante su estancia en la tierra. El cuidar el cuerpo, mantenerlo limpio y sano, era un deber religioso a través del cual se honraba al Creador.

La Biblia es la principal fuente de información sobre la medicina entre los antiguos hebreos. De hecho, de los 613 preceptos comandados por la halajá o ley judía, 213 son de naturaleza médica. Desde los tiempos más antiguos la fe judía trato de suprimir las costumbres y las prácticas mágicas comunes a otros pueblos.

Como resultado de los periodos de exilio y del contacto con otras culturas, las comunidades judías se abrieron a la influencia de filosofías extranjeras como la persa, egipcia y griega que tuvieron impacto en el desarrollo de la medicina. No obstante la actitud judía hacia la salud no es del tipo milagroso prevaleciente entre esas culturas.

Es la Biblia la principal fuente de información sobre la medicina entre los antiguos hebreos. De hecho, de los 613 preceptos comandados por la halajá o ley judía, 213 son de naturaleza médica. Desde los tiempos más antiguos la fe judía trato de suprimir las costumbres y las prácticas mágicas comunes a otros pueblos. Indudablemente los hebreos se vieron influidos por los conceptos y las prácticas médicas de las naciones circundantes, particularmente de los egipcios entre los que la medicina estaba muy desarrollada. Por ello, aunque los judíos no aceptaban las supersticiones y las creencias de sus contemporáneos, sí atribuían la salud y la enfermedad a una fuente divina.

La singularidad de la medicina bíblica recae en sus regulaciones en torno a la higiene social, mismas que son notables hasta nuestros días. La higiene tenía el objetivo de lograr el bienestar y la preservación de la nación.

Los antiguos hebreos tenían conciencia de que las enfermedades contagiosas se diseminaban a través del contacto directo por lo que establecieron una serie de medidas preventivas como era el hervir y tallar la ropa y los utensilios de cocina. Entre las regulaciones sanitarias se incluían el aislamiento de los infectados y la purificación de instrumentos de esta índole. Así mismo, la legislación dentro de la vida sexual, el baño frecuente, las estrictas regulaciones dietéticas y sanitarias, la observancia de un día de descanso (el Shabat) evitaron que enfermedades prevalecientes en la zona se diseminaran.

Las enfermedades más comunes de la época son mencionadas en diversos versículos bíblicos: gonorrea, epilepsia, osteomielitis, plaga bubónica, lepra. A excepción del caso de la picadura de serpiente los remedios y tratamientos no incluyen rituales mágicos. La terapia bíblica abarcó el lavado de la parte afectada y la utilización de aguas terapéuticas, bálsamos, aceites y vendas.

Época Talmúdica. (Siglo II A.c. al VI d.C.)

Como resultado de los periodos de exilio y del contacto con otras culturas, las comunidades judías se abrieron a la influencia de conocimientos diferentes de otras culturas como la persa, egipcia y griega que tuvieron impacto en el desarrollo de la medicina. No obstante la actitud judía hacia la salud no fue del tipo milagroso que prevalecía en esas culturas.

La santidad de la vida humana y la importancia de la salud son expresadas en la literatura de la época. El médico, como instrumento de la voluntad divina, tenía muy buena reputación y era altamente estimado e incluso se le consideraba como uno de los 10 elementos necesarios para crear una ciudad.

Entre los judíos no había médicos especializados, en el Talmud se menciona dos tipos de médicos: rofe y rofe umman, esto es médico experimentado y cirujano. No existían hospitales y en caso de enfermedad los pacientes acudían a la casa del médico. No obstante, se sabe que se habilitaban partes de las sinagogas para el cuidado de los enfermos y que contaban con salas de operación construidas con mármol para mantenerlas limpias.

Por ley los médicos debían recibir honorarios adecuados a su trabajo y no se aprobaban los servicios médicos gratuitos, porque creían que “un médico que no cobra es porque no vale”. Sin embargo, se les exigía que tuvieran consideración para las personas de escasos recursos, tradición que se mantuvo a lo largo de los siglos.

Por sus leyes rituales los judíos tenían la oportunidad de observar y diagnosticar enfermedades. Los escritos de la época demuestran un gran conocimiento de embriología y de patología. Se describen diversas enfermedades de los pulmones, de la piel, de los riñones, del sistema circulatorio y de los ojos. El Talmud habla de difteria y hemofilia. Se reconoce que una lesión en la espina dorsal causa parálisis, que la comida grasosa es difícil de digerir y se recomienda el comer verduras frescas y tomar agua natural. Los remedios y medicinas que se mencionan están realizados a base de polvos, bálsamos, compresas, bebidas e inciensos.

La principal contribución de la medicina talmúdica se centra, no en el tratamiento de una enfermedad como en la Biblia, sino en la prevención de las enfermedades y el cuidado de la salud comunal. Las medidas higiénicas recomendadas son de naturaleza práctica, religiosa y ética, porque creían que “la limpieza del cuerpo lleva a la limpieza del alma”.

Época Medieval

La gran variedad de climas y costumbres a las que los judíos se vieron expuestos en sus constantes migraciones tuvieron gran influencia en sus conocimientos médicos. El principal mérito de los médicos judíos de la época se centra en sus trabajos como traductores y transmisores de la medicina griega y árabe a Europa.

Así mismo, los estrechos nexos familiares y los constantes viajes comerciales judíos permitieron que el conocimiento sobre medicina se difundiera con gran rapidez. A pesar de que los médicos judíos eran bien considerados sufrieron de constantes persecuciones. Desde el siglo IV a.C. en adelante distintas regulaciones impidieron que los médicos judíos atendieran a las poblaciones no judías o que tuviesen posiciones oficiales. Sin embargo, la medicina continuó siendo una vocación espiritual compatible con la profesión rabínica y los judíos continuaron ejerciendo como médicos de la corte, por lo que el número de médicos judíos aumentó.

Los judíos jugaron un papel relevante en la ocupación árabe de España. Entre los más prestigiados médicos de la época destacaron Yehuda Halevi, Hasdai ibn Shaprut y Averroes. Indiscutiblemente, el más importante fue Moisés Maimónides (siglo XII), médico personal del Sultán Saladino de Egipto, quien basó su obra en la convicción de que un cuerpo sano es un prerrequisito para un alma sana que le permite al hombre desarrollar sus capacidades intelectuales y morales para llegar al conocimiento de Dios.

En sus 10 tratados divide a la medicina en tres campos: preventiva, curativa y cuidados para los convalecientes. Las innovaciones que propone en sus trabajos sobre asma y envenenamiento tienen vigencia hasta la fecha.

Época moderna.

Con el Edicto de Tolerancia proclamado por José II de Austria en 1782 y la Emancipación suscitada a raíz de la Revolución Francesa, las puertas de las escuelas médicas europeas se abrieron para los judíos permitiéndoles contribuir en gran medida al progreso en diversas áreas de la ciencia médica. En distintas latitudes a lo largo del siglo XX los judíos han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina por su contribución a la medicina clínica, a la quimioterapia, inmunología, hematología, oncología y dermatología, entre otras.

Entre ellos podemos mencionar a Paul Ehrlich con su descubrimiento del salvarsán, de Ernest Boris Chain con la penicilina, de Jonas Salk y Albert Sabin con la vacuna contra la poliomielitis, de Minkowsky con la insulina, de Arthur Kornberg con la síntesis del DNA, de Selman Wachsman con la estreptomicina, de Karl Landsteiner con su separación de los grupos sanguíneos y de Oscar Liebereich con la invención de las drogas para la epilepsia.

Ética judía en la medicina

Cuando uno se acerca a un Rabino con una pregunta ética, ya sea que es sobre medicina u otra faceta de la vida, ¿cómo determina el Rabino la respuesta correcta? Mientras que el enfoque secular de un comité de ética de un hospital se basa fuertemente en sentimientos y experiencias personales, el enfoque judío se basa en la evaluación de información pertinente en base a una rica herencia de más de 3000 años.

Para entender cómo se responde una pregunta específica de ética médica, uno debe entender el sistema legal judío. La metodología para investigar cualquier dilema halájico o ético es similar. El posek, o Rabino que ha sido entrenado profundamente en ley judía, reúne información técnica y situacional sobre el caso. Luego, él investiga fuentes judías legales desde la Biblia hasta la actualidad, identificando precedentes de casos previos que puedan ser aplicados a nuestro caso. Él entonces rastrea los asuntos relevantes a través de la Torah, de la Mishná, del Talmud, de los Rishonim (comentarios talmúdicos tempranos), y Ajaronim (comentarios talmúdicos posteriores), usando literatura halájica previa para guiar la aplicación de la ley judía en problemas modernos. Después de trazar el camino de la ley judía desde la Torah hasta la literatura moderna de respuestas, él da una opinión.

La Estructura del Sistema Halájico

La estructura de la ley judía es en muchos aspectos análoga a la del sistema de leyes occidentales. Mientras que la analogía es de alguna manera simplista, es instructiva para dar una idea de cómo se organiza el proceso halájico.

De la misma manera en que la base escrita del sistema legal de Estados Unidos es la constitución, la Torahes la base del sistema halájico. La Torah es un documento escrito divino que Dios introdujo al mundo a través del pueblo judío en el monte Sinaí, y que contiene todas las mitzvot y otros conceptos importantes del judaísmo.

La ley americana se basa en una larga tradición de ley común extendiéndose hacia atrás muchos siglos hasta Gran Bretaña y aun hasta la Roma antigua. Este componente de tradición legal secular es más grande y de más largo alcance que la constitución, pero es igualmente constituyente y comprende las bases para muchos de los casos legales generados en las cortes. De la misma manera, la Mishná, el Talmudy otros componentes de la Ley Oral son mucho más extensos que la Torah escrita e igualmente constituyentes. La Ley Oral es el cuerpo de la ley judía que viene desde la revelación en el monte Sinaí y que incluye decisiones legales posteriores, que expanden la Torah y la explican. La Ley Oral trata con los aspectos prácticos del día a día de la vida judía.

Al igual que cualquier sistema legal occidental, nuestras leyes están compiladas en códigos de leyes. De la misma manera en que hay tomos de leyes federales y estatales, nosotros tenemos compilaciones de ley judía de hace más de 800 años. La primera compilación exhaustiva organizada de ley judía fue hecha por Maimónides, un gran Rabino y médico del siglo XII. Su Iad Hajazaká, también conocido como el Mishné Torah, cubre todas las áreas de la ley judía y permanece como una de las guías legales más importantes en el judaísmo. El siguiente código de leyes importante es el Arba Turim, fue escrito por el Rabino Jacob ben Asher en el comienzo del siglo XIV. Probablemente la compilación más famosa de ley judía sea el Shulján Aruj (Código de Ley Judía), escrito por el posek sefaradí Rabino Yosef Karo quien vivió en Tzfat, Israel, con comentarios del posek ashkenazí polaco Rabino Moshe Isserles. Este importantísimo trabajo fue completado a finales del siglo XVI, y mientras que cientos de comentarios subsecuentes han sido escritos, permanece como la guía preeminente para la ley judía.

¿En Dónde Encontramos la Decisión Final?

Probablemente la literatura halájica más útil para evaluar asuntos de ética en la medicina desde una perspectiva judía son las miles de respuestas escritas durante los últimos mil años que trataron con cada aspecto concebible de la vida. Esto es semejante al cuerpo del caso de la ley occidental que data de hace muchos siglos y que ha formado los precedentes para los casos en las cortes modernas.

Mientras que muchos Rabinos trataron con muchos asuntos, algunos fueron considerados como expertos particularmente en el área de la ética médica. En Estados Unidos, el Rabino Moshe Feinstein (1895-1986), autor del trabajo de varios volúmenes Igrot Moshe, fue ampliamente aceptado como el posek preeminente en todas las áreas, pero particularmente en el área de ética médica. Sus decisiones abarcan todas las áreas de la ética médica. En Israel, el Rabino Shlomo Zalman Auerbach (1910-1995), autor de Minjat Shlomo, fue aceptado por muchos como la autoridad más grande en esas áreas. Por supuesto que hay otros grandes Rabinos que trataron con la ética médica. Entre los más grandes expertos con vida están probablemente el Rabino Yosef Shalom Eliashiv, autor de Kovetz Teshuvot, y el Rabino Eliezer Yehudá Waldenberg, autor del Tzitz Eliezer, que hasta ahora tiene 20 volúmenes.

Conclusión

El judaísmo tiene una tradición muy rica en ética médica. Preguntas que el resto del mundo considera nuevas han sido tratadas dentro de una variedad de maneras en la literatura halájica no por cientos, sino que por miles de años. Nosotros tenemos un sistema completo cuya confiabilidad ha sido probada en terreno y que no se inclina ante los caprichos transitorios de la sociedad o los vientos cambiantes de la moda. Sin un estándar de oro para comparar como la Torah, la ética puede convertirse en una pendiente muy resbaladiza. El asesinato se convierte en “matar por misericordia”, la destrucción de vida fetal se convierte en una “elección personal”, y las reglas básicas de la dignidad humana sobre las que la sociedad debería estar basada erosionarían debajo de nuestros pies. Con nuestro extenso y probado registro de moralidad que emana de una fuente Divina y que pone énfasis en la nobleza de todos los seres humanos, nosotros somos candidatos altamente calificados para entrar al debate social sobre los asuntos políticos públicos que involucran temas médicos.

Acerca de José Kaminer

Realizó varios estudios en Historia Universal, Literatura Universal y Hebrea. Más tarde siendo autodidacta sus conocimientos sobre Historia de Israel se destacaron en producciones escritas, en un principio por medio de artículos en "Foro" a partir de 1993 y posteriormente en la publicación de su libro "Encrucijada".Ha incursionado también en géneros como poesía, cuento y novela histórica. Desde el 2006 escribe también en la revista "Expresiones" y en 2007 obtuvo el premio APEIM de periodismo.

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