Está escrito en la Torá: “Ki Hashem Hu HaElokim, En Od” – “Que Dios es Dios, no hay nada fuera de Él”.
Hay un famoso libro, llamado: “Nefesh Hajaim”, que trae una recomendación maravillosa y comprobada para cualquier caso en el que una persona se encuentra en una situación difícil y necesita una salvación especial de Dios:
Pensar con toda concentración y convicción:
“En Od Milebadó”. Esto quiere decir que, no hay nada aparte de Dios en toda la creación que pueda ayudarle o afectarle, además que nada tiene una fuerza propia. Todo, absolutamente todo depende de Dios (Dios hace que la medicina funcione; Dios hace que el doctor tenga éxito en la cirugía; Dios hace que le vaya bien en su negocio, etc.).
Cuando uno se entrega de esta forma a Dios, se libera de los poderes de la naturaleza y queda bajo el único control de Dios.
¿Por qué funciona esto así? Cuando alguien necesita alguna salvación, protección, curación, ayuda, etc., normalmente confía en que el doctor, la medicina, el abogado, etc., lo va a salvar. Y no siente que el único poder, fuerza, en el mundo viene de Dios (como ya lo mencionamos al principio de este capítulo). Entonces Dios le puede decir:
—“Si no me necesitas, entonces que la medicina te cure, que el abogado te ayude, etc.
Pero si la persona confía en que todo depende únicamente de Dios, entonces Dios le dice:
—Si realmente confías únicamente en mí, entonces te ayudaré en todo lo que necesitas, y como Yo Soy el único que tiene la fuerza y poder en todo el mundo, y haz confiando únicamente en mí, me siento responsable de ayudarte y protegerte en todo.
Saludos
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