Un señor asiste a un concierto de la filarmónica de Cali, después de unos minutos empieza a sentirse incómodo. Según su parecer, había algo raro en la música que no le permitía disfrutarla plenamente. Cuando termina el concierto se le acerca al productor y le comenta: “Ya sé por qué fallaron, ustedes les dieron un instrumento diferente a cada miembro de la orquesta, lo que hizo que el resultado fuera un desastre, si les hubieran dado el mismo instrumento a todos hubiera habido más orden.”
Sabemos que la unión hace la fuerza, entonces ¿por qué el pueblo de Israel se dividió en 12 tribus? Cada una con su propia bandera y su propia identidad, es más, ¿por qué nosotros nos dividimos en sefaradim, ashkenazim, yemenitas, etc.?
Un cuento popular muy famoso nos relata sobre un patito que era rechazado por sus hermanos porque era feo, sin embargo después de un tiempo, un grupo de cisnes lo recibe bien y él se desarrolla en un ambiente sano, hasta que un día un niño viendo a los cisnes, comentó que ese “patito” era el más bello de la parvada. Como pato puede que sea feo, pero como realmente no lo era, pero como era un cisne, era bello a su manera.
Todos tenemos nuestra belleza personal, por ejemplo, hay profesores de matemáticas, pero esto no quiere decir que aquel que no sepa matemáticas es un tonto, solo que tiene habilidades diferentes. Cada quien es bueno en su campo, si solo hubieran zapateros, no habrían sastres. Es más, cada niño es diferente.
Shlomo Hamelej, el más sabio de los hombres proclamó que hay que educar a los niños explotando de cada uno sus habilidades, alguno será doctor, el otro abogado, cada cual con su interés. Si le hablamos en español a un chino, no nos va a entender, no porque sea un inútil o porque uno de los dos sea tonto, sino porque cada quien sabe su idioma.
Según la Kabala, D-os se contrajo, creando un espacio vacío y de ahí creó el mundo, así nosotros también tenemos que contraernos y crear un espacio para los niños y educarlos ahí, según su potencial y no según nuestros preconceptos.
Un señor estaba sentado en un tren cuando el boletero llega y le pregunta a dónde viajaba, él le respondió que iba para Francia, el boletero lo mira extrañado y le informa que iba en dirección contraria, entonces el “sabio” señor se para y se sienta en el asiento de enfrente que mira hacia el otro lado. A veces tenemos que cambiar de tren, no sólo de puesto.
El martes pasado en nuestra reunión con el personal de la Fuerza Aérea, aprendimos que cada quien tiene su trabajo en este mundo, judíos y no judíos. Cada quien como criaturas de D-os tiene su misión en este mundo. Por eso el judaísmo es la única religión en el mundo que no hace proselitismo, pues no quiere interferir con el trabajo de los demás. Si le preguntamos a un miembro de otra religión que debemos de hacer para ganarnos el mundo venidero, nos dirá que nos convirtamos a su religión.
En este Shabat leeremos en la Parashá Naso sobre los sacrificios de cada uno de los príncipes de las tribus de Israel. Veremos que todos trajeron de hecho lo mismo, entonces ¿por qué la Torá nos lo repite doce veces? Para enseñarnos que aunque cada sacrificio se vea igual, cada uno tiene su especial particularidad.
La próxima semana llegaremos a la fiesta de la entrega de la Torá que fue comparada con el agua, que tiene la particularidad de que entre más grande sea el recipiente más se va a recibir. Pero esto depende de nosotros, entre más abramos nuestro corazón, según nuestras posibilidades, más éxito tendremos.
El mundo es bello por la variedad de sus criaturas, cada uno tiene su identidad y su “instrumento” y cuando unimos todos ellos con respeto y civilidad, lograremos hacer un concierto espectacular con la música más bella del mundo y esa melodía no se puede parar.
Rabino Yosef Garmon – הרב יוסף גרמון
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