La Mística Femenina

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Hace cincuenta años que se publicó el libro que habría de influir en eventos femeninos en todo el mundo y ha sido considerado por algunos historiadores como el libro más importante de la segunda mitad del siglo XX: La Mística Femenina, escrito por Betty Friedan, fue la chispa que inicio la revolución femenina de los años 60s y 70s. La metamorfosis de la mujer de clase media, ama de casa en los Estados Unidos; a la mujer liberada, ocupada en desarrollar su potencial y encontrar la satisfacción de su ser, transformando la sociedad y la cultura de los Estados Unidos e influyendo en todo el mundo.

La Mística Femenina es el resultado de la pasión y trabajo intenso de Betty Friedan. Surgió de una encuesta que le encargaron para un artículo sobre lo que hubiesen hecho sus condiscípulas del Smith College después de 15 años de graduadas y descubrió que la mayoría estaba insatisfecha con su vida de mujer casada y “feliz” sin que pudieran decir por qué. Un desasosiego que llamó “el problema que no tiene nombre”.

El problema se encontraba en el interior de las mujeres, no hablaban de insatisfacción, del sentimiento de estar atrapadas o el temor de ser juzgadas inútiles, del aburrimiento, pero así las descubrió Friedan y se lanzó a la tarea de saber por qué.


Extendió su investigación a muchas otras mujeres de la sociedad industrial, a la psicología, a la economía, la sociología y la aceptación general del principio de la virtud del ama de casa dedicada a su hogar, a cuidar niños y a atender a su marido, criticando la masculinidad o neurosis de la mujer que querría hacer otras cosas, al mismo tiempo o en vez de esa mística creada por editoriales de revistas para mujeres, escritas principalmente por hombres, que proyectaban a las mujeres como amas de casa felices, plenamente realizadas.

Esa mística femenina era una idea artificial de femineidad. Determinando que tener una carrera y/o realizar el potencial “es contrario al papel preordenado de la mujer”, nublando la imagen de las feministas del pasado y su lucha contra el “ideal” establecido y conquistaron derechos importantes para las mujeres en educación e instituyeron el derecho de dedicarse a una carrera y el derecho de votar.

El principio de la década de los 60’s estaba convulsionado por la preocupación por el medio ambiente, los movimientos sociales por los derechos civiles y la lucha contra la guerra, dándole un nuevo contenido a la conciencia social y en ese campo fértil se publicó la Mística Femenina en 1963.

Como psicóloga, Friedan criticó a Freud por su razonamiento de “la envidia del pene” que enfatizaba la contradicción entre el ideal establecido y la lucha de las mujeres y daba el título de neuróticas a las mujeres que ambicionaban una carrera,

La educación se concentraba en clases sencillas enfocadas principalmente a la familia, bajo la influencia del “funcionalismo” creían que mucha educación podía dañar la feminidad y capacidad de llegar a una satisfacción sexual. En realidad detenía el desarrollo emocional de las jóvenes que no tenían que enfrentar la dolorosa crisis de identidad y la subsecuente maduración. Muchas abandonaban los estudios para no obstaculizar sus oportunidades de matrimonio.

Económicamente existía el interés por mantener un mercado floreciente de artículos para el hogar y nuevas necesidades que promovían las compras. Por otra parte, la incertidumbre y los temores posteriores a la Segunda guerra mundial y la Guerra fría hacían más deseable la comodidad de un hogar con papeles definidos: el hombre como proveedor y la mujer como ama de casa. El hecho de que las mujeres hubieran ocupado los puestos de los hombres que se iban a la guerra, creó una situación inesperada para los hombres que volvían a sus trabajos y tenían que enfrentar despidos, discriminación y hostilidad, culpando a las mujeres que habían aprendido a trabajar, que tenían más educación y además las acusaban de criar hijos malajustados por su ausencia, aunque más tarde se comprobó que las madres impositivas, no las carreristas, criaban hijos malajustados.

En sus entrevistas, Friedan descubrió que las amas de casa de tiempo completo, aunque no se sentían satisfechas por su trabajo cotidiano, estaban siempre ocupados en su quehacer y propone que subconscientemente multiplicaban sus labores para llenar el tiempo porque eso les había ensenado la mística; si alguna vez completaran su trabajo ya no serán necesitadas ,o, se refugiaban en el sexo que no podía satisfacerlas del todo y acababan con relaciones extramaritales o destruyendo sus matrimonios.

Las mujeres, igual que los hombres, necesitan trabajo significativo para alcanzar su autorrealización, cuando la madre carece de un ser propio. a veces trata de vivir a través de sus hijos, causándoles la pérdida de su propio sentido de ser como seres humanos independientes.

Finalmente propone un nuevo plan de vida que no sea el trabajo de la casa como carrera, que no trate de encontrar la autorrealización completa mediante el matrimonio y la maternidad solamente; que encuentre un trabajo significativo, que use toda su capacidad mental y da ejemplos de quienes lo han logrado para calmar temores e inseguridad. La educación y el trabajo significativo son el medio para evitar la trampa de la mística femenina y así inicio la segunda avalancha del feminismo.

Betty Naomi Goldstein nació en Peonia Ill, en 1921. Su familia era de inmigrantes llegados de Rusia y Hungría, desde joven participo en círculos marxistas y judíos que luchaban contra la injusticia social y el antisemitismo. Empezó a escribir para el periódico de la secundaria y escribiría hasta el final de sus días.

Estudio en el Smith College que era para mujeres y se graduó con honores en psicología en 1942. Siguió sus estudios en Beckley, becada y al cabo de un ano abandono los estudios para dedicarse a escribir en revistas femeninas, sindicales y políticas, haciéndose cada vez más consciente de la opresión y la exclusión de las mujeres, Se casó con Friedan y tuvo tres hijos. Era empleada del sindicato de United Electrical Workers y fue despedida porque estaba embarazada y continuó escribiendo para otras revistas.

En 1957 le encomendaron el artículo sobre las vidas de sus condiscípulas y su dedicación culmino en el best seller La Mística Femenina.

En 1966 fundo La Organización Nacional para Mujeres – NOW- y fue nombrada su primera presidenta. Luchó contra la discriminación de mujeres en todos los campos de la vida nacional y contra la “sex-plus” que es una ordenanza que no se aplica a todas las mujeres, sino a grupos especiales como estar embarazada o tener hijos pequeños pretendiendo que no es discriminación sexual. Fue testigo en comités judiciales del senado, como sucedió con su oposición a la elección del juez Carswell por oponerse al empleo de madres.

Era una mujer elocuente con gran confianza en su persona y firme en sus ideas, en 1970, cuando dejo la presidencia de NOW, la organización tenía 3033 miembros, 35 ‘chapters’ por todo el país, su discurso de despedida no fue el tradicional agradecimiento y buenos deseos para el futuro.

Fue un llamado a la acción a una huelga nacional. La finalidad de la huelga: la igualdad, pago igual por trabajo igual, cuidado de los niños abundante y asequible.

Trazo un cuadro de la huelga en términos de las vidas de las trabajadoras: “Secretarias, limpiadoras, telefonistas, meseras dejen de servir, de limpiar y todas las que hacen un trabajo por el que un hombre recibiría un sueldo. Paren… y cuando empiece a oscurecer en vez de hacer la cena o el amor, nos reuniremos con una vela encendida en la mano, nos reuniremos en todos los estados para afirmar el poder de la mujeres para iluminar la presidencia municipal… ocuparemos por una noche la arena de las decisiones políticas… las he dirigido a la historia, las dejo ahora para que hagan una historia nueva.”

La huelga se programó para la noche del 50 aniversario del derecho a votar, Había mucho escepticismo, pero supero las expectativas más optimistas. Hubo marchas en 50 ciudades de 42 estados. En Nueva York Betty encabezó un contingente de más de 50 000 personas, En la huelga tambien participaron hombres.

En 1971 fundó el National Women’s Political Caucus y más tarde otra organización para promover leyes en favor del aborto. Fue activa en política nacional y una gran influencia en el cambio de leyes desventajosas para las mujeres hasta su muerte en 2006.

Escribió seis libros, gran número de artículos, ocupó cátedras en Nueva York y California y dio conferencias en distintos países.

Inicio la destrucción de la jaula de La Mística Femenina para que el aire de la libertad despejara el camino de las mujeres en su realización como seres humanos. Su visión, valor y perseverancia fueron el impulso y la dirección que ayudaron a crear una sociedad diferente en la que las mujeres están más cerca de la igualdad con los hombres y tienen más alternativas que nunca cuando deciden como vivir su vida.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

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