Los amantes de las Navas del Marques
Antonio Escudero Ríos
A Jhon Marín, amigo y sacerdote colombiano, con quien recorrí este verano los paisajes de remisión de las Navas del Marques.
A mis cálidos amigos Antonio Mateo y Reyes del castillo que viven en las Navas del Marqués, antesala del paraíso.
A doña Ysabel de Aranda protagonista de este relato.
También para Francisco de la Herrán y Daniel Fernández
Todo mi vida crecí entre los sabios y no encontré para el cuerpo nada mejor que el silencio el Talmud.
“El amor y la precipitación no están de acuerdo” Miguel de Mañana.
“Israel, a la corta o la larga, representa la derrota de sus enemigos históricos” Gabriel Muriel
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Que bella sois, mi señora, le dijo el caballero andante Don Rodrigo de Toledo con contenido apasionamiento, a su amada Doña Ysabel de Aranda, la bella reina de la caballería en el patio del monasterio del Escorial, de donde era originaria de una noble familia conversa de judíos.
No hago, prosiguió Don Rodrigo, más que suspiran por vuestra merced de vuestra bella soberana que eclipsa el sol, que ya es decir. Enviadme cuando podáis, mi señora y luz de mis ojos, un retrato de vos, para así endulzar mi soledad cuando esté privada de vuestra presencia.
Mientras tanto quiero ofreceros un viaje a un lugar idílico, no lejos de aquí, en las Navas del Marqués, de donde soy originario como vos de linaje judío y emparentado con la descendencia con maría de Córdoba, la conversa esposa del primera marqués de mi pueblo natal, que fué con quién mandó construir el Castillo Palacio de Magalia.
Os oigo complacida y acepto vuestra propuesta, Don Rodrigo, le contestó la bella dama andante con la dulce sonrisa.
Al día siguiente muy de mañana Don Rodrigo y Doña Ysabel se encaminaron montando dos blancos y hermosos caballos blancos hacia las Navas del Marqués, a pocas horas de distancia del Escorial.
Y arribaron al deleitoso sitio. Se trataba de una cantera abandonada, en forma de anfiteatro, y cuyas piedras sirvieron para construir en pasados tiempos los caminos de hierro y las carreteras de aquellas hermosas tierras.
La cantera era de una extraordinaria belleza; y una bandada de patos salvajes levantaron el vuelo desde una laguna de prístinas y claras aguas, saludando así la llegada de los dos bellos amantes.
Estos sentados en una roca contemplaban extasiados tanta belleza, y estrechadas las manos y con tiernas miradas se entregaron a los susurros del amaro y a castas caricias.
La naturaleza toda sonreía a los bellos amantes.
Y así contamos esta historia de los amantes de las Navas del Marqués, la maravilla de Castilla, allí donde los pájaros, que bien lo saben, se toman sus vacaciones.
Las Navas del Marqués, 20 de Septiembre de 2022
ANNO TEMPLI CMIV
BRUNETE-MADRID
TISHREI 5782- SEPTIEMBRE 2022
Nos ha gustado mucho esta historia de amor que el autor sitúa en el hermoso pueblo de Las Navas del Marqués ,en la provincia de Ávila ,y que tiene una espléndida naturaleza montañosa poblada de pinos
resineros y silvestres ,robles ,enebros y encinas . La historia de la cantera coincide con la realidad .Es de una extraordinaria belleza ,como puede comprobar con mis ojos este verano . Y también hay patos salvajes ,y cangrejos .
El autor del artículo describe muy bien el amor del caballero andante a la naturaleza de las Navas del Marqués ,la maravilla de Castilla .y también a la mujer de sus dulces sueños ,la bella conversa ,doña Ysabel de Aranda por cuyo amor don Rodrigo de Toledo ,también converso ,se afana . Una bonita historia de amor en tierra de Castilla .
Agradecida por su relato ansío el momento de volver a veros mi amado caballero, le envío un beso que le fortalezca y cobije en su camino
Sí amada Isabel
Ha alegrado mi anima este relato caballeresco y amatorio que me ha hecho recordar al Ingenioso Hidalgo que leí de joven . Salvando distancias, no se ofenda el ingenioso eremita, el relato tiene algo, bastante , de aquel libro extraordinario. Bien, don Antonio.