La oruga atrevida

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Hace unos años, cuando estaba en secundaria, me cuestioné seriamente sobre los conceptos e ideas que a diario manejamos: amor, enojo, miedo, alegría, inteligencia, religión, Di’s… Tomé una enciclopedia y empecé a leer, pero al final quedé más confundida que aclarada.  Quería definir el rumbo que llevaba y no tenía claro cómo lograrlo.  A partir de eso quise reestructurar mi vida y darle una forma conveniente: me interesé por las cosas y me dediqué a preguntar por qué, cuándo, cómo y para qué… las llaves mágicas para acceder a algo mejor.

Parte de este juego es no saber qué sigue, la vida no tendría chiste si todo estuviera resuelto.  Pero como buenos seres tecnológicos del siglo XXI, no sabemos esperar y mucho menos atrevernos…, y no me refiero a probar “takis zombie” color verde o sabritas enchiladas, o “destapar la felicidad”, me refiero a atrevernos precisamente a ser nosotros mismos.  A ser auténticos y genuinos, a querernos, valorarnos, respetarnos y amarnos.  A reconocernos y saber que somos importantes.

A unas cuantas horas de Rosh haShana podemos y debemos decidir ATREVERNOS a cambiar y ser distintos al YO de este año que termina, dejarlo atrás como un capullo de mariposa que sufrió una metamorfosis.  Tengo en mi casa 14 orugas en diferentes frascos esperando a que se “hagan” mariposas.  Es impresionante ver como a un bicho regordeto le salen alas y se vuelve esbelto abandonando su antigua “personalidad”, su ser de nacimiento, en aras de mejorar.  Las veo varias veces al día y me doy cuenta de lo mucho que cambian en unos pocos minutos, al tiempo que me pregunto por qué nosotros no logramos hacerlo…  Tal vez en nuestro caso es más bien una toma de actitud y decisión, de negación o abandono a nosotros mismos, pero estos días son buenos tiempos para retomar ese pensamiento, convertirlo en duda y hacerlo volar.


Shana Tova umetuka!


Referencia:

Yael Fainol

Nació en la cuidad de México, al terminar la preparatoria viajó a Israel para estudios de kodesh (Torá), acudiendo a dos seminarios religiosos: uno de habla hispana -Binian Olam- y otro israelí/americano -Nevé Yerushaliam- por periodo de 8 años alternadamente.  Cursó estudios de jol (laicos) en Miglelet Shelem y   referentes a medicina holística alternativa durante 6 años.  Es madre de cinco hijos que cursan primaria y esposa de un abrej y sofer (escriba), actualmente director técnico de Morasha, centro de estudios judaicos para jóvenes universitarios mexicanos, donde tanto él como ella imparten clases.

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