La parálisis de Netanyahu

Por:
- - Visto 1059 veces

Las últimas encuestas realizadas entre la población israelí muestran un descenso notable en la popularidad de su primer ministro. A pesar de no haber en el entorno político nacional una figura capaz de concentrar a su favor la desilusión generada por el gobierno de Netanyahu, es cada vez más perceptible el descontento creciente ante el estancamiento en una serie de asuntos de importancia vital para el país y sus habitantes. La inexistencia de negociaciones de paz con los palestinos a lo largo de los últimos tres años y la continuación del establecimiento de asentamientos en Cisjordania constituyen algunos de los rasgos más característicos de la gestión de Netanyahu, gestión marcada por el sello ultraderechista con el que se identifica la mayoría de los miembros de la coalición gobernante. Es así que a ojos de la población israelí ubicada políticamente en el centro y la izquierda, y por ende comprometida seriamente con el proyecto de dos Estados para dos pueblos, se ha desperdiciado un tiempo precioso y se está llegando a una situación con visos catastróficos para lo que ha sido históricamente el proyecto sionista democrático.

Pero hay también otros motivos de fuerte descontento social que tienen que ver con injusticia y desigualdad en la distribución de cargas y beneficios. Amplias capas sociales de clase media y baja protestan por los privilegios otorgados al sector de colonos que radican en los asentamientos en Cisjordania y por las prebendas y subsidios de los que goza el segmento poblacional ultraortodoxo que no es reclutado en el servicio militar (obligatorio para los demás), ni tampoco está insertado productivamente en la economía nacional.


Este último aspecto se ha convertido en uno de los más preocupantes y polémicos. Según los cálculos de economistas y autoridades financieras, si la masa de población ultraortodoxa no ingresa al mercado laboral en el futuro próximo, el país declinará dramáticamente en sus indicadores generales y la situación se tornará crítica. Hoy este sector constituye 8.5% de la población, pero la perspectiva es que para 2030 sea 17.5 por ciento. De este 8.5% que es ahora, 60% no trabaja y vive por debajo de la línea de la pobreza. Y el gran problema es que, a pesar de que Netanyahu y sus asesores saben perfectamente que ningún gobierno en el futuro podrá seguir sosteniendo la economía en estos términos, hasta el momento el primer ministro ha evadido las posibilidades de cambio de rumbo que se le han presentado.

Hace poco tiempo el principal partido de oposición, Kadima, ingresó a la coalición gobernante luego de un acuerdo repentino que sorprendió a los israelíes. Se pensó que con la entrada de esta muy nutrida fuerza política al gobierno se potenciaba la posibilidad de legislar a fin de que una gran parte de los ultraortodoxos fueran reclutados en el ejército o en el servicio nacional, con lo que estarían en posibilidad no sólo de compartir responsabilidades con el resto de los israelíes, sino sobre todo y principalmente, de adquirir destrezas para ingresar al mercado laboral y ser así autosuficientes económicamente. Sin embargo, las sucesivas propuestas legislativas para conseguir este propósito fueron modificadas o desechadas por Netanyahu y por su equipo cercano quienes al parecer sucumbieron a las presiones de los radicales de derecha y optaron por satisfacer los intereses de los partidos religiosos que siguen siendo miembros de la coalición gobernante.

En consecuencia, Kadima ha salido de la coalición y la perspectiva es que para principios del próximo año se celebren elecciones anticipadas. Mientras tanto, Netanyahu ha acabado por trazar los últimos toques de su retrato personal, el de un líder que ha sido fiel a su carácter de maestro en la postergación y/o en el congelamiento perpetuo de los problemas acuciantes que agobian a su país.

Fuente:Excelsior

Acerca de Esther Shabot Askenazi

Licenciada en Sociología egresada de la UNAM (1980), con estudios de maestría en Sociología en la UNAM y con especialización en Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. (1982-1985) Fue docente en la ENEP Acatlán, UNAM durante 10 años (1984-1994). Actualmente es profesora en diversas instituciones educativas privadas, judías y no judías.De 1983 a 1986 fue colaboradora semanal del periódico "El Nacional" tratando asuntos del Oriente Medio.Desde 1986 hasta la fecha es editorialista semanal en el periódico Excélsior donde trata asuntos internacionales.Es comentarista sobre asuntos del Medio Oriente en medios de comunicación electrónica.Publicaciones:"Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero". Ediciones El Caballito S.A., México, 1982.En coautoría con Golde Cukier, "Panorama del Medio Oriente Contemporáneo". Editorial Nugali, México, 1988.Formó parte del equipo de investigación y redacción del libro documental "Imágenes de un encuentro. La presencia judía en México en la primera mitad del siglo XX" publicado por la UNAM, Tribuna Israelita y Multibanco Mercantil, México, 1992.Coautora de "Humanismo y cultura judía". Editado por UNAM y Tribuna Israelita. José Gordon, coordinador. México, 1999.Coordinadora editorial de El rostro de la verdad. Testimonios de sobrevivientes del Holocausto en México. Ed. Memoria y Tolerancia, México, 2002.Redactora de la entrada sobre "Antisemitismo en México" en Antisemitism: A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution". Ed. ABC CLIO, Chicago University, 2005."Presencia judía en Iberoamérica", en El judaísmo en Iberoamérica. Edición de Reyes Mate y Ricardo Forster. EIR 06 Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Editorial Trotta. , Madrid, 2007.Artículos diversos en revistas de circulación nacional e internacional.

1 comentario en «La parálisis de Netanyahu»
  1. Personalmente no confío en las encuestas, pues yo mismo suelo ser consultado telefónicamente en diversas cuestiones y siempre tengo la sensación que las preguntas ya tienen incluida la respuesta. Por otra parte se perfectamente que la publicación de los resultados de las encuestas influyen en la opinión del publico por la natural tendencia de muchos a estar con los "vencedores". Entre 100 a 200 personas son las personas que manifiestan en contra de un ataque militar a Iran y eso no representa a un pueblo ubicado políticamente en el centro e izquierda. No se de donde se extrae esa definición. Este es un pueblo básicamente de derecha y Kadima es un bluf que como tantos otros en la politica israeli logran engañar al publico y recibir los votos (el proximo: Lapid). Sharon por su comodidad y su necesidad hizo Kadima y decir que el era de izquiera o centro es… no se que.

    Responder

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: