Hoy en día, los deportes profesionales tales como el futbol americano, el soccer y el baloncesto, entre otros, generan industrias millonarias a través de los equipos profesionales que conforman a cada una de sus correspondientes ligas. En ésta época de globalización en la cuál existen miles de medios de difusión para transmitir los eventos deportivos así como cadenas internacionales de radio y televisión que se dedican únicamente a cubrir deportes, dichos equipos profesionales no tienen fronteras, es decir, son conocidos, reconocidos y seguidos a nivel mundial.
Como consecuencia a dicha globalización o internacionalización de los equipos y ligas deportivas internacionales surge la necesidad de proteger los activos de dichas empresas a nivel mundial, he ahí entre otras cosas, la importancia de la propiedad industrial en los deportes.
La propiedad industrial juega un papel crucial en el manejo, promoción y valor de los equipos internacionales en el ámbito de los deportes, ya que es a través de sus activos de propiedad industrial que éstos lucran y se dan a conocer a nivel nacional e internacional. Activos tales como el nombre del equipo, su o sus logotipos, sus playeras o jerséis así como todo tipo de memorabilia genera miles de millones de dólares anualmente en una industria que se basa o depende de la protección de estos activos a través de diferentes figuras de la propiedad intelectual a nivel mundial.
Algunos ejemplos de la aplicación de figuras de propiedad intelectual en los deportes son las marcas, las cuales servirán para proteger el nombre del equipo, su logotipo, su o sus avisos comerciales (slogan), así como cualquier otro elemento visual que distinga a dicha institución deportiva. Otros ejemplos claros son los derechos de imagen de los atletas, las obras cinematográficas que se generan al grabar los partidos así como sus derechos de transmisión y retransmisión, las obras fotográficas que se capturan antes, durante y después de los partidos o eventos deportivos así como aquellas que tienen la finalidad de promocionar al equipo a uno o más de los jugadores o un partido o suceso, entre otros activos que también podrían ser sujetos a protección mediante figuras de propiedad intelectual.
En vista de todos los ejemplos antes ilustrados podemos concluir que los activos más valiosos de éstos equipos son susceptibles de protección mediante figuras de propiedad intelectual, de ahí se deriva la importancia de protegerlos mediante todas las figuras aplicables de esta naturaleza.
Los equipos deportivos profesionales generalmente perciben uno de sus mayores ingresos por concepto de los derechos de transmisión o retransmisión de sus partidos. Los ejemplos más claros de lo anterior se dan en las ligas deportivas profesionales de Europa, Estados Unidos de América e incluso México en deportes de gran afición tales como el futbol soccer. Sin embargo, los esquemas de distribución de ingresos difieren de un sistema a otro, ya que en casos tales como el de la NFL en Estados Unidos de América el titular de los activos de propiedad intelectual es la liga o la asociación y no cada uno de los equipos en lo individual. En contraste a lo anterior, en la liga de futbol soccer de México, cada equipo o institución es la dueña de sus activos de propiedad intelectual en lo personal.
Bajo el esquema que sigue la NFL, una oficina central negocia y licencia los activos de propiedad intelectual de uno o varios equipos, sin requerir el consentimiento de éstos. Por otro lado, bajo el esquema que existe en el futbol soccer en México, cada equipo es libre de negociar con sus activos de propiedad intelectual y generalmente para llevar a cabo lo anterior no requiere el consentimiento previo de la Federación Mexicana de Futbol.
En suma, la difusión y globalización que existe actualmente en el mundo de los deportes genera la necesidad por parte de los equipos o ligas, según sea el caso, de proteger sus activos de propiedad intelectual a nivel mundial. Es igualmente importante distinguir cuál figura de propiedad intelectual aplica para la protección de cada uno de dichos activos, por lo que siempre es recomendable que estas instituciones se asesoren por un profesional en la materia. Asimismo, lo anteriormente indicado aplica también para cualquier persona que desee adquirir una licencia de una marca o activo de una institución o equipo deportivo para colocarla en alguno de sus productos o servicios.
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