El siglo XXI junto con la vida moderna trae un paquete cargado de retos. Metafóricamente pareciese que el mundo giraría más rápido que en el pasado y la mayoría de los seres humanos son exigidos casi al límite. Es cierto que la competencia en general ha crecido y para mantenernos actualizados necesitamos esforzarnos para seguir vigentes.
Definitivamente no hay ningún recipiente único para mejorar nuestras vidas, ya que somos individuos, interactuando de forma distinta con nuestros círculos de nuestras vidas, por lo que nuestras múltiples interacciones y nuestra propia personalidad nos hacen tener experiencias únicas.
Lo que sí podemos hacer para manejar y mejorar nuestras vidas es el poder darnos un espacio interior que sea enriquecedor y nos oriente hacia nuestras propias necesidades individuales. Vamos a llamar esto nuestra brújula interna y la capacidad de estar con uno mismo. Este espacio es vital para que podamos interactuar con nuestros otros círculos de nuestra vida.
El psicólogo Bronfenbrenner creó una propuesta que se enfocó al sistema de los niños, pero podemos aplicar esto también a la vida de los adultos.
El primero es el microsistema que es el área de interacción más cercana para el niño, los padres, escuela. organizaciones religiosas etc.
El segundo sistema lo llamó el mesosistema que incluye a la mayoría de las identidades que influyen en el ser humano.
El siguiente es lo que el psicólogo llama el exosistema, que incluye la familia extendida, servicios sociales, tecnología, medios de información.
El siguiente es el macrosistema que incluye gobierno, cultura, y actualidades del mundo donde vive el ser. Por último, el crono sistema que incluye el tiempo, realidad del momento y del país u otras
circunstancias que influyen, como actualmente sería la pandemia y
La guerra de Rusia y Ucrania.
Entrando al mundo del adulto y basándome en la idea inicial del mundo de los niños, quiero modificar algunas cosas para poder entender los distintos círculos o áreas de los adultos. Lo primero que creo es importante desarrollar, como lo escribí a principio de este artículo es la conciencia y orientación de uno mismo. Es importante entender quiénes somos, qué es lo que nos interesa hacer y ser.
Cuando nacemos no tenemos la capacidad de entendernos como un individuo interactuando con otros en este mundo. Con el tiempo vamos desarrollando nuestro propio ser a través de las interacciones con otras personas, experiencias de la vida y el balance emocional y mental que podemos llegar a obtener.
Lo que estoy sugiriendo es que cuando llegamos a tener estas posibilidades de autoconsciencia es el momento de ampliar este primer círculo con las siguientes posibles preguntas.
1) ¿Entiendo mis valores?
2) ¿cuáles son aquellos que me siento cómodo(a) con ellos y si hay uno o varios que necesito entenderlos mejor o cambiarlos?
3) ¿Cómo me siento conmigo(a) mismo(a)?
4) ¿Siento que soy mi mejor amigo(a)?
Estas preguntas nos ayudarán a ahondar más en nuestro ser y ampliar este primer círculo para que podamos sentir que manejamos nuestras vidas desde nosotros y estamos en control de muchas de nuestras áreas.
En general este mundo nos exige interactuar con los distintos círculos anteriormente mencionados, pero la mejor manera de manejar nuestros distintos círculos de nuestra vida es entendiendo y expandiendo el círculo de uno mismo, esta será la brújula que nos ayudará enfrentar los retos del siglo XXI.
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