En diferentes etapas de la Humanidad, muchas personas han sido víctimas de un sin número de atrocidades y vejaciones, en las cuales posteriormente se les re-victimiza al mostrarlos como sujetos pasivos de una situación en desventaja; y el mayor ejemplo de ello, es a mi criterio el caso del pueblo judío, en el cual donde más allá de ser vistos como entes pasivos pertenecientes a una minoría, que es el calificativo por parte del ordenamiento jurídico en donde recaen los perjuicios derivados del hecho delictivo, deberían de ser vistos como lo que fueron muchos, una resistencia en pie frente a los abusos de poder del Tercer Reich.
Porque es de suma importancia, que cuando analizamos lo que significa ser una víctima de cualquier transgresión en donde se haya violentado el Ordenamiento Jurídico, quede claro que la figura del agredido no tiene porqué mantener un perfil pasivo frente a su agresor. Más bien de hecho, debe asumir desde una actitud reflexiva su situación, para que pueda superar mucho mejor y de una manera más imperiosa ese perjuicio del que fue objeto aunque opusiera resistencia al ataque.
Ya que si el término victimología, hace referencia desde el espectro del derecho a una hipótesis de trabajo en la que se adopta una actitud reflexiva desde el punto de vista de quien haya padecido un crimen y, desde el criterio de ésta filósofa, puede abordarse desde un enfoque interdisciplinario el problema, sin importar la autonomía propia de los niveles de conocimiento que estén en juego.
Así la mayoría de las personas que se enfrentan día a día con situaciones en las cuales deben luchar, ya sea para conservar su vida, dignidad o trabajo, deberían estar posibilitadas en poder alzar su voz, para que no sean de nuevo re-victimizadas y por ende puedan, asumir desde parámetros lo más racionales posibles, que si lucharon pasivamente o confrontaron el delito de que eran objeto, se resistieron hasta el último momento y nunca estuvieron de acuerdo en que se les violentaran sus derechos.
Sin importar que aquellos que se encontraban a su alrededor, fueran cómplices por acción u omisión de una situación que iba en contra del ordenamiento jurídico y que por ende los sumió en una posición de desventaja, pero no de aceptación, ya que se encontraban sumidos en una lucha constante y por ello, pongo como ejemplo, a la resistencia del Gueto de Varsovia que hasta el último momento luchó contra los desmanes y abusos por parte de la ideología asesina del nacional socialismo.
Por ello, debería de servir de recordatorio en cuanto a que las víctimas desde la perspectiva del Holocausto en la Segundo Guerra Mundial, no fueron necesariamente pasivas durante el proceso de exterminio como solución final, sino que fueron luchadores desde cada una de sus trincheras o literas, dependiendo del Campo de Concentración en el cual estuvieron recluidos o desde la resistencia de los Partisanos, llámense estos soviéticos, yugoslavos, albaneses, judíos partisanos o resistencia francesa o italiana.
Porque nunca asumieron el papel de víctimas, aunque para algunos así fuera, y gracias a ello, fue que muchos lograron sobrevivir más allá de todo. Con lo cual todos debemos seguir su ejemplo y si nos encontramos en una posición de desventaja o abuso, nunca pero nunca, debemos dejarnos abatir y por ende no luchar.
(Especial para el Diario Judío.com de México.)
14 05 2017.
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