La tumba de Simón y los refugiados judíos

Por:
- - Visto 627 veces

La zona fue testigo de la primera huida de gente que no pudo volver después de la Guerra de Independencia. Estas personas eran judíos.

Los alrededores de la Tumba de Simón el Justo, normalmente plácidos, en los últimos meses han sido sacudidos regularmente por protestas en las que el fervor moral y estridentes pretensiones de superioridad moral ocuparon el lugar de honor. Los manifestantes, ostensiblemente, protestaban por los desalojos – de familias árabes en este caso – a pesar de que puede dudarse de su oposición a los desalojos, en principio, ya que las personalidades notables entre ellos, estuvieron ausentes de las manifestaciones, hace cinco años, contra el desalojo de 8.500 judíos de la Franja de Gaza.

Sea como fuere, cada vez que vemos masivos flujos de emoción – amor, ira, sentimiento, dolor, odio – podemos preguntarnos qué es lo que los participantes conocen de la causa por la que se manifiestan. La Tumba de Simón y sus alrededores merecen ser vistos como un símbolo de la lucha entre judíos y árabes, así como también de partes extranjeras interesadas, con flujos y reflujos durante generaciones.


El área de la Tumba de Simón fue testigo del comienzo de la oleada de violencia, que comenzó poco después de que la Asamblea General de la ONU recomendara la partición, el 29 de noviembre de 1947.

También fue testigo de la primera huida de refugiados, que no pudieron regresar después de la Guerra de Independencia. Puede sorprender a algunos el que estos primeros refugiados, que no pudieron volver a casa, fueran judíos. Sin embargo, esto está bien documentado.

Simón, el Justo, fue una personalidad de los tiempos del Segundo Templo, que realizó legendarias proezas en la tradición judía. Es identificado con dos sumos sacerdotes llamados Simón, uno en tiempos del Emperador Seleucida Antíoco III, alrededor de 200 AEC. Otro, dice la tradición, apareció vestido de blanco ante el conquistador Alejandro de Macedonia (332 AEC), induciéndolo a dejar a los judíos en paz.

La Tumba de Simón se encuentra, tradicionalmente, en una cueva a pocos metros del complejo de cuevas tumba que es, sin duda, de los tiempos del Segundo Templo.

Para aquellos que dudan de la autenticidad de la tumba, no podemos probar que Simón esté enterrado allí, no más de lo que hoy alguien pueda probar que Jesús está enterrado en la Iglesia del Santo Sepulcro. En realidad, algunos cristianos proponen otros lugares. Sin embargo, esta ubicación como la tumba de Simón fue certificada en 1235.

Se la describe en los mapas ilustrados de los lugares sagrados judíos – una especie de arte popular judío – como lo vemos en un álbum publicado por el Museo de Israel (Rachel Sarfati, ed, Ofertas de Jerusalem: Representaciones de los Lugares Santos por artistas judíos).

Las peregrinaciones de Lag Baomer al sitio, compitieron largamente con las peregrinaciones a la tumba de Shimon Bar Yohai en Galilea, ya que era más fácil llegar para los judíos de Jerusalem, que ya eran una mayoría en la ciudad a mediados del siglo XIX

En 1876 las comunidades ashkenazíes y sefardíes se unieron para comprar el sitio del propietario árabe, que hasta entonces les había cobrado a los judíos una entrada para acercarse a la tumba. Además de mejorar la tumba, se construyeron casas para judíos pobres en parte del sitio, mientras que la mayor parte de la parcela dunam 18 quedó sin desarrollar.

Los judíos de Jerusalem lo llamaron el Barrio de Shimon HaTzadik, y aparece con ese nombre en el atlas histórico de Jerusalem de Dan Bahat. Estaba adyacente a Sheikh Jarrah, pero no era parte del mismo – contrariamente al uso común, hoy en día, por parte de la prensa y los manifestantes.

En 1947, entre los primeros disparos de la guerra árabe contra la independencia judía hubo disparos contra un autobús judío en el camino del Monte Scopus adyacente a Shimon HaTzadik.

Durante diciembre de 1947, el tránsito judío era atacado en el camino del Monte Scopus, al igual que Shimon HaTzadik y los barrios judíos aledaños, Nahalat Shimon, Siebenbergen Houses, etc. Después de horas de intenso ataque, el 29 de diciembre las familias judías huyeron del barrio, aunque algunos permanecieron varios días más.

El Palestine Post informó, el 4 de enero 1948, que los judíos estaban huyendo de Shimon HaTzadik y otras áreas. Las tropas británicas ayudaron a inducir el éxodo desarmando a los judíos del barrio. Por lo tanto, los judíos fueron los primeros refugiados de guerra en el país que no pudieron ir a casa después de la guerra (judíos también huyeron, en diciembre de 1947, de partes de Jaffa y del sur de Tel Aviv, pero pudieron volver después de la guerra).

De 1949 a 1967, cuando los judíos no podían visitar los lugares sagrados judíos, bajo el gobierno de Jordania – en violación del acuerdo de armisticio de 1949 – las casas judías abandonadas en Shimon HaTzadik estuvieron habitadas por familias árabes, al mismo tiempo que, alrededor de 1955, fueron construidas casas para árabes en partes no desarrolladas alrededor del sitio.

Después de la Guerra de los Seis Días, los judíos pudieron volver a visitar la tumba de Simón, mientras que los árabes permanecieron en las casas del sitio, alguna vez judías. Sin embargo, en 1998, cuando un árabe trató de incorporar la sinagoga a su propia casa, los judíos se mudaron de nuevo, primero a la sinagoga, que tenía claras inscripciones hebreas, pese a las afirmaciones que me ha hecho un portavoz árabe que allí nunca vivieron judíos.

Más recientemente, los tribunales dictaminaron que las casas árabes en el lugar pertenecían a los dueños de la tierra judía. Los talentosos autores Amos Oz y David Grossman han participado en protestas – en nombre de la paz y la justicia – contra los desalojos derivados de la negativa de algunos inquilinos árabes de pagar el alquiler, rechazando así el ejercicio de los derechos de propiedad judía. Sin embargo, las posturas morales y políticas de los autores no impresionan.

Por ejemplo, antes de la Segunda Guerra Mundial, los tanto o más talentosos autores franceses Jean Giono y Jean Giraudoux elogiaban a Hitler, exigiendo la paz con Alemania. Giono incluso describió a Hitler como “un poeta en acción”.

Con sus protestas, Oz y Grossman respaldan ahora, implícitamente, la expulsión de judíos en la Guerra de Independencia, los primeros refugiados de esa guerra que no pudieron ir a casa después.

Además, ¿un cuerpo religioso tiene derecho a mantener el área alrededor de sus lugares sagrados? ¿Quieren los cristianos que los no cristianos vivan muy cerca de la Iglesia del Santo Sepulcro y otros lugares santos cristianos? ¿Se les permite a los no musulmanes entrar a la Meca? La justicia se basa en la verdad, no en principios inconsistentes.

El escritor es un investigador y traductor que vive en Jerusalem. Ha publicado en Nativ, Midstream, The Jerusalem Post y otras publicaciones.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion:
www.porisrael.org

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: