“El Dios de esta civilización es el dinero” (José Luis Sampedro)
Jamás pensaba Stéphane Hessel que su existencia iba a estar llena de lucha por la indignación que había sentido a lo largo de toda su vida. Hessel nació en Berlín un 20 de octubre de 1.917 aunque se traslado a los siete años a Paris. El único redactor viviente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1.948, de origen sefardí, que ha manifestado siempre el viejo espíritu de los profetas judíos y cuanto más mayor, más rebelde se ha ido volviendo, y más infatigable en favor de “sin papeles”, gitanos e inmigrantes… “Cuando algo nos indigna, nos convertimos en militantes, nos sentimos comprometidos y entonces nuestra fuerza es irresistible”, expresa.
Su indignación esta causada porque “nunca el poder del dinero fue tan inmenso, tan insolente y tan egoísta, y nunca los fieles servidores de Don Dinero se situaron tan alto en las máximas esferas del Estado”. Este anciano de 93 años formo parte de la Resistencia francesa, que le ha inspirado al igual que su estancia en Buchenwald, donde se salvo de una muerte segura, a luchar en contra del actual sistema. Del mismo modo fue militante a favor de la independencia argelina y defensor de la causa Palestina. Los españoles se encuentran inmensos en una crisis económica y laboral que aun no ha tocado fondo. Nadie puede en la actualidad decir, que no esta afectado, o más bien pocos, son los afortunados que pueden presumir de sacar incluso ganancia de la desgracia ajena.
En un país donde el paro juvenil supera el 40% y el desempleo real supera los cinco millones de personas, nadie había manifestado de manera organizada su indignación, sin estar unido a un partido político o sindicato laboral. Es mas, era incomprensible que la pasividad se adueñara de la población, sumida en un trance del que esperaban despertar pronto. Pero el trance se transformo en una pesadilla. A la juventud se le ha nombrado de todo, desde Ni – Ni (ni trabaja, ni estudia) hasta la generación perdida. Sin embargo las plazas de las ciudades españolas, se han transformado en los últimos días, en estampas que nos recuerdan a la Plaza Tahrir, plagadas de indignados de todas las esferas. Jóvenes estudiantes y con carrera que no ven futuro alguno en España, trabajadores que se han quedado sin ayudas estatales para poder sobrevivir, personas de la calle indignados con todo el sistema político y económico.
Hessel advierte en su libro, que no abarca mas de sesenta paginas, “la inmensa distancia que existe entre los muy pobres y muy ricos”. Como antiguo miembro de la ONU y coredactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, opina que la ONU se debe de comprometer a respetar esos derechos universales. Por ello cita el artículo 15 de la Declaración de los Derechos Humanos:
“Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la Seguridad Social […], la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensable para su dignidad y para el libre desarrollo de su personalidad”.
Hessel, un veterano de la resistencia antinazi, denuncia la pasividad y la indiferencia de la sociedad y reclama una “insurrección pacífica” contra el poder económico y financiero. Necesitamos esa espiritualidad de la indignación cuando hay que indignarse contra la impiedad, pero desde la no – violencia. De ello sabe el autor del libro “Indignaos”, cuando es detenido el 10 de julio de 1.944 en Paris por la Gestapo, al ser delatado: “No se persigue a alguien que ha hablado bajo tortura”. En el mes de agosto del mismo año fue enviado al campo de concentración de Buchenwald (Alemania), donde en vísperas de ser ahorcado logro intercambiar su identidad por la de un francés fallecido en el campo. Con su nueva identidad es trasladado al campo de Rottleberode, donde trabaja en contabilidad. Aunque consigue huir del lugar, vuelve a ser capturado y enviado esta vez al campo de Dora. Fue asignado al batallón disciplinario, de donde logra definitivamente huir, para reencontrarse con su esposa e hijos en Paris.
Su opinión sobre las concentraciones que se están produciendo en este mismo instante y previsiblemente hasta el día 22 de mayo (día de las elecciones para las alcaldías y comunidades autónomas), aunque no descartan que continúen, es la de “un Gobierno inteligente escucha lo que pasa en la calle. Lo que observamos en el mundo es que las protestas pacíficas obligan a los dirigentes políticos a reaccionar. La indignación es una forma útil de hacer llegar a los gobernantes un mensaje que les haga reflexionar”. En estos instantes solo nos cabe esperar, para ver si se intensificaran las protestas y cuál es el fin real que se pretende conseguir, que hasta el momento no se ha concretado.
Pensaba que esta zona iba a estar libre de antiguas triquiñuelas y falsas acusaciones a Israel.
Las indignaciones del autor de "Indignaos" están basadas en parte en el Informe Goldstone. Este informe fue escrito en el año 2009 por el juez Goldstone y su comisión después de una investigación sobre la Operación Plomo.
Actualmente, el mismo juez Goldstone ha dicho que el informe está lleno de errores y él mismo ha pedido disculpas al estado de Israel por el daño que ha causado. Este informe acusaba al ejército israelí de atacar directamente a civiles, cosa que ahora el Juez Goldstone se ha retractado, aunque desafortunadamente el daño a Israel ya está hecho. Es dudable que la ONU retire el informe porque los países musulmanes, africanos y no alineados no están a favor.
Os invito a ver el siguiente video que cuenta la actualidad sobre el informe Goldstone.
http://www.youtube.com/watch?v=FJ_ioJEHT1g