“Siempre he dicho y diré que el estudio de la Biblia hará mejores ciudadanos, mejores padres y mejores esposos.” Thomas Jefferson.
La gran mayoría de los lectores de Diario Judío hemos leído libros de superación personal, ya sea por recomendación, o por iniciativa propia, al ver esos libros en las primeras filas de las librerías que todavía visitamos, desde “Tus zonas erróneas” de Wayne W. Dyer, pasando por “El vendedor más grande del Mundo” de Og Mandino, hasta saber quien se llevó el queso de Spencer Johnson, pero, impresionantemente, las mejores lecciones de superación personal las encontramos al leer los libros del Pentatueco del antiguo testamento de la Biblia.
Los principales patriarcas de la Biblia, que además de ser hombres admirables por su trayectoria humana, política y social, también tuvieron que pasar todos por una etapa de superación personal muy trascendental para ellos mismos, y para la Historia Universal, por las enseñanzas que dejaron para la posteridad:
Noé tuvo que soportar las burlas de todo el Mundo mientras construía el arca, Abraham tuvo que exiliarse de su natal Mesopotamia con su esposa Sara y su padre Teraj quien ya era un empresario consumado ahí y tener que vivir como inmigrante indocumentado en varios países, Isaac tuvo que soportar el bullying de su medio hermano Ismael quien le decía que era el primogénito de su padre Abraham, Yaakov tuvo que ser empleado y asalariado de su suegro Laban para poderse casar con sus 2 hijas y Yosef tuvo que permanecer recluido en Egipto un buen tiempo a pesar de ser inocente; pero todos esos retos los supieron superar personalmente:
Noé y su familia sobrevivieron al diluvio universal, Abraham se estableció en Cananea y fue el patriarca del pueblo árabe, del pueblo judío, indirectamente del pueblo católico y también del pueblo hindú con la progenie que después tuvo con su primer esposa Agar; Isaac demostró que siendo primogénito de Sara sería el responsable de consolidar al pueblo de Israel posteriormente por medio de su hijo Yaakov; el mismo Yaakov después de servir a su suegro enfrentó a su hermano Esav venciéndolo ideológicamente para después lograr integrar a su familia y a sus 12 hijos varones, y el onceavo, Yosef al lograr su libertad se convirtió en el hombre más poderoso de la Historia al condecorarse como virrey de Egipto durante la época de las vacas flacas.
Y finalmente, Moisés, él fue el que tuvo que pasar por una de las mayores lecciones de superación personal de la Historia, después de tener la oportunidad de ser candidato presidencial en Egipto tuvo que huir al desierto y convertirse en pastor por una riña que se presentó entre 2 hombres del pueblo de Israel, por eso interesantemente en algunos grupos católicos a sus líderes los llaman pastores, pero después, Moisés logró consolidarse como el mayor profeta que haya existido en toda la Historia.
Todas estas historias de superación personal nos enseñan que nunca hay que creer que al vivir una etapa difícil durante nuestras vidas, esa ya tenga que ser nuestro Destino.
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