Leganés cuenta con una Biblioteca del Holocausto, situada en el Centro Territorial de Innovación y Formación Sur, que está abierta no solo a profesores sino también al público en general.
Así lo ha querido destacar Adolfo Bartolomé, director del CTIF, que explica que se ha conseguido “un buen espacio de trabajo” ya que la instalación fue reformada hace unas semanas y se ha recibido una donación de 2.000 nuevos volúmenes donados por la familia del investigador Jesús Maguregui,
En un principio el recurso está destinado para formación de profesores pero Bartolomé ha querido señalar la importancia de que el conocimiento sobre el exterminio masivo de judíos durante el régimen nazi en Alemania llegue al mayor número de población.
A ello contribuye también Patricia Weisz Friedman, hija de supervivientes del Holocausto y colaboradora de la biblioteca, que ha subrayado la importancia de ese espacio que existe en Leganés.
“Es importante recordar y conocer lo que ha ocurrido. La memoria no cura el pasado, pero nos ayuda a prevenir”, resume.
“El Holocausto y la cultura judía han entrado en el currículum de la Comunidad de Madrid y nosotros también organizamos jornadas y cursos para que los profesores puedan enfrentarse al negacionismo o el desconocimiento”, ha explicado Bartolomé.
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