Libro: “Estados Unidos, en la intimidad y a la distancia” de Jorge Castañeda

México y Estados Unidos son dos países totalmente diferentes. Casi opuestos en forma de pensar, de ser, de actuar.

Lo que es bueno, deseable y admirable en uno es odioso en el otro y no hay más que ir a la frontera, mejor aún a la de San Diego – Tijuana para corroborarlo.

Ahí, una de las ciudades más exitosas de Estados Unidos, San Diego, centro de desarrollo de tecnología electrónica e investigaciones médicas se encuentra, choca, reverbera en una Tijuana que vive del turismo -que acompaña el alcohol con muy buena comida- y atención médica en general pero para bajar de peso en particular.

Algunos san dieguinos no comprenden como puede haber una ciudad con tanta gente buena y a la vez tan desorganizada, sucia, mal comunicada, peligrosa, sin jardines, donde la belleza natural -destruida por autoridades nefastas- como en el caso de Playas de Tijuana y Rosarito (donde casi cualquier otro país hubiera creado un pasaje de alto turismo y caras inversiones) pero que en Tijuana no pasó de ser una colección de playas apestosas por drenaje y restaurantillos de mala muerte donde buena gente trata de salir adelante a pesar de las pésimas autoridades que los gobiernan y que en vez de mejorar cada día son peores.

Y San Diego, verde, lleno de doctorados y maestrías de todo el mundo sirve, como decía un exalcalde de Tijuana, “como el jardín de Tijuana” mientras Tijuana es para los san dieguinos -por culpa de las autoridades mexicanas- ‘el tiradero del patio trasero’ a pesar de la inmensa riqueza que la ciudad genera y que se esfuma en las cuentas de los exgobernadores -todos con familiares y propiedades en San Diego- sin dejar ningún beneficio a la ciudadanía porque estos exgobernadores no entienden que si la ciudad generara más beneficio para toda la población, la población generaría más dinero para que el ex, el actual y el próximo gobernador roben más.

Pero ¿por qué pasa esto?

Porque a pesar de estar junto a San Diego, de haber vivido más de San Diego que del D.F. (ahora Ciudad de México), nada en el desarrollo de Tijuana simula San Diego, ni sus calles, ni sus árboles, ni sus zonas verdes, ni las escuelas, es más, la mayoría de la población no habla inglés a pesar de que el ingreso y las oportunidades de trabajo de la mayoría se vería altamente beneficiadas si lo hicieran.

Pero bueno, no estamos ni para juzgar ni para opinar, sino solo para preguntar por qué se da esta situación tan sui-generis y si bien nosotros no tenemos la respuesta si encontramos muchas en el libro “Estados Unidos, en la intimidad y a la distancia” de Jorge Castañeda en el que, tratando de explicarnos como piensan y porque actúan como lo hacen los estadounidenses nos da, sin querer, una visión de lo mismo sobre los mexicanos.

Así que si usted quiere comprender un poco mejor el sistema americano y a sus ciudadanos en masa y en lo individual, si quiere comprender como afecta nuestra percepción y realidad nacional, lea este libro porque si entendiéramos lo bueno y lo malo de la sociedad americana y pudiéramos inspirarnos o copiar un poco de lo bueno mientras nos inmunizamos contra lo malo todos estaríamos mejor.

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