Mediante una prosa fluida, el libro “Historia de Israel” es un ensayo novelado cuyo disparador es un Seder de Pesaj. A través de las distintas etapas de la ceremonia, el autor va presentando a los integrantes que componen la mesa, todos personajes muy ricos con historias de vida dignas de ser contadas. A través del hilo conductor de las mismas, surge la información, siempre relacionada con los personajes, pero también relacionada con todos y cada uno de nosotros. El pilar de la novela es el Seder de Pesaj en sí mismo, hito que define los conceptos de libertad y opresión. Sin embargo, estos conceptos según las distintas narrativas, han sido ampliamente bastardeados: “Opresión” en el sentido amarillista del término es todo aquello que involucra actos en los que está involucrado Israel, y por ende la entidad judío. No es nada nuevo el hito, la información amarillista es sesgada, siempre orientada hacia “lo palestino” en sí mismo pero ignorando absolutamente la Opresión de Verdad, esa que ejercen los gobiernos regidos por la Ley Islámica.
El personaje “Anael” toma la voz del narrador, y su historia relata un largo periplo desde su Cuba natal hacia la Tierra de Israel. Cuando estuve en La Habana en el año 2016, como integrante del 18 Festival de Poesía y muy emocionada por ese ideal de pisar “La Tierra del Ché”, me dijeron que en la ciudad había un cementerio judío. Me quedé sorprendida, jamás lo habría imaginado. Cuando quise preguntar dónde estaba, nadie sabía. Sólo me indicaban sitios musulmanes.
La novela es en cierta medida un viaje, con escalas en Cuba, Yemen y Polonia, entre otros. Entrelazado con los que están en la mesa del Seder, se pincelan historias, todas ellas con lugares comunes de antisemitismo: En la Rusia zarista, en Polonia, en Yemen. La epopeya de la creación del Estado Judío es sin dudas un acto de heroísmo, pero lamentablemente desde siempre se lo ha rotulado de “Invasor”, “Enemigo”, debido a intereses que poco tienen que ver con los palestinos, sino con la corrupción de todos los líderes de los “Hermanos Musulmanes”, como el Mufti de Jerusalem, Gamal Abdul Nasser, y muchos más, cuyos intereses de corrupción siempre estuvieron ajenos a la paz, y encontraron en El Palestino al chivo expiatorio para condenar a Israel “de por vida”.
¿Qué encontrará el lector en este libro?
Historias de vida de personajes entrañables, información que parte desde fines del siglo XX y XXI acerca de los hitos geopolíticos e históricos más relevantes, muchos “populares” por los detractores, pero muchos silenciados e ignorados, como por ejemplo el “Setiembre Negro” de Hussein, que jamás nigún “solidario con la Causa Palestina” ha querido mencionar. También encontrará el lector un análisis de las causas del sesgo de determinada información, como la exacerbación de otra.
Personalmente, es un libro que me gustó mucho, por momentos lo encontré similar a la hermosa novela de León Uris, Exodo, que luego fue llevada al cine. Transité mientras la leía por diversos estadios: La emoción, el sentido de pertenencia, pero también indignación por lo que jamás cambiará y sobre lo que tantas columnas he escrito: La unilateralidad de los medios de prensa, la comparación de las víctimas, el ignorar el terrorismo suicida e incluso, justificarlo.
Ya lo hice en su Facebook, pero desde este espacio felicito a Gerardo y mi deseo (quizá utopía) es que algún ser “del mundo” se interese por leer este libro, al menos para informarse de hitos que no conoce, o para ponerse “en la piel”.
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