Lo que permanece y lo que se fue en Oriente Medio

Por:
- - Visto 239 veces

Los fines de año son propicios para hacer balances y apreciar, tanto en el plano personal como en el social, económico y político de cada entorno, qué tanto el escenario de hace doce meses ha cambiado y también cuánto de lo que había ha dejado de ser o de estar. Lo primero que en estos momentos viene a la cabeza es, por supuesto, la pandemia de la covid. En vísperas de la Nochebuena pasada, ese término era desconocido para la inmensa mayoría de la humanidad, y hoy es difícil encontrar a alguien que no sepa de él o que no haya sido su víctima en algún sentido. De hecho, el planeta entero aparece hoy atrapado y sofocado por ese inclemente virus.

Al hacer un recuento de lo acontecido en la zona del Oriente Medio, eso es entonces lo primero que salta. Igual que en el resto del mundo, las naciones y pueblos que integran esa región libran cotidianas batallas para controlar los contagios y mantener más o menos a flote sus economías. Se trata de una realidad que se ha vuelto común para todos. Sin embargo, hay cuestiones específicas que vale la pena señalar dentro del panorama de esa región.

Por desgracia, continúan muchos de los viejos problemas. Sigue la atroz guerra civil en Yemen, donde desde hace años se enfrentan rebeldes chiitas hutíes contra fuerzas gubernamentales, apoyados los primeros por Irán y las últimas por Arabia Saudita. Ahí las víctimas mortales, las epidemias, la hambruna y una crisis humanitaria de graves proporciones siguen prevaleciendo. De igual modo, Irak no acaba de estabilizarse por la colisión en su territorio de intereses étnico-religiosos divergentes que se desencadenó a partir de la invasión norteamericana de 2003, cuando fue derrocada la dictadura de Saddam Hussein.


Siria, por supuesto, está hecha pedazos por efecto de la guerra civil estallada desde las protestas populares de 2011, por lo que se halla en un grave estado de fragmentación, a pesar de que, oficialmente, Bashar al Assad siga encabezando un gobierno que controla ya sólo una porción de su territorio. Turquía hace y deshace ahí a placer, luego de haberse posicionado favorablemente gracias a decisiones tomadas por la administración del presidente Trump. Mientras tanto, Líbano sufre penurias económicas como nunca antes, agravadas por la explosión registrada en el puerto de Beirut en agosto pasado, y por las disputas entre sus diversos grupos étnicos, uno de los cuales, el de los chiitas organizados bajo la bandera del Hezbolá, actúa de acuerdo a sus particulares intereses, que no son, por cierto, los de la nación en su conjunto. Mientras tanto, a casi una década de la llamada Primavera Árabe, Egipto ha recaído en aquello que parecía haber superado: una dictadura militar que, a cambio de una frágil estabilidad política, actúa violando derechos humanos, igual que durante la época de Mubarak.

Por otra parte, ¿qué ha desaparecido o disminuido en el Oriente Medio? Sin duda, el tenebroso Estado Islámico o ISIS ha dejado de tener el protagonismo que tuvo durante un lustro. Una combinación de fuerzas internacionales y locales logró desactivar al presunto Califato Islámico que por un tiempo sentó sus reales en amplias zonas de Irak y Siria y desplegó células combatientes que asolaron regiones vecinas. Los golpes sufridos le obligaron a disminuir sus peligrosos avances, hasta el grado de que hoy esa organización terrorista, que llegó a ser un agresivo semi Estado de carácter fundamentalista islámico sunita, ha desaparecido del escenario.

Otra realidad que hace un año no podíamos imaginar ha sido lo que puede ser considerado como el fin del añejo conflicto árabe-israelí, ya que con la normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos —más Egipto y Jordania, que ya antes habían firmado acuerdos de paz— puede considerarse que el mundo árabe sunita, durante más de siete décadas en estado oficial de guerra contra el Estado judío, ha abandonado esa postura.

Un pragmatismo a ultranza se ha impuesto, en la medida en que las ventajas ofrecidas por la administración norteamericana, más los incentivos de beneficios geoestratégicos, comerciales y tecnológicos capaces de ser aportados por Israel de cara a la compartida amenaza iraní, les han sido lo suficientemente atractivos como para desentenderse de la condición que siempre exigieron para anular el estado de guerra contra Israel: la solución de la cuestión palestina. Y es que la sin duda buena nueva de la paz árabe-israelí implica también el relegamiento de la causa palestina en la agenda árabe general y, por tanto, el asentamiento de una realidad que no augura tiempos fáciles por venir ni para el pueblo israelí ni para el palestino, ya que, en las circunstancias actuales, ambos se enfilan a quedar apresados en un conflicto cuya solución resultará cada vez más y más complicada.

Acerca de Esther Shabot Askenazi

Licenciada en Sociología egresada de la UNAM (1980), con estudios de maestría en Sociología en la UNAM y con especialización en Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. (1982-1985) Fue docente en la ENEP Acatlán, UNAM durante 10 años (1984-1994). Actualmente es profesora en diversas instituciones educativas privadas, judías y no judías.De 1983 a 1986 fue colaboradora semanal del periódico "El Nacional" tratando asuntos del Oriente Medio.Desde 1986 hasta la fecha es editorialista semanal en el periódico Excélsior donde trata asuntos internacionales.Es comentarista sobre asuntos del Medio Oriente en medios de comunicación electrónica.Publicaciones:"Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero". Ediciones El Caballito S.A., México, 1982.En coautoría con Golde Cukier, "Panorama del Medio Oriente Contemporáneo". Editorial Nugali, México, 1988.Formó parte del equipo de investigación y redacción del libro documental "Imágenes de un encuentro. La presencia judía en México en la primera mitad del siglo XX" publicado por la UNAM, Tribuna Israelita y Multibanco Mercantil, México, 1992.Coautora de "Humanismo y cultura judía". Editado por UNAM y Tribuna Israelita. José Gordon, coordinador. México, 1999.Coordinadora editorial de El rostro de la verdad. Testimonios de sobrevivientes del Holocausto en México. Ed. Memoria y Tolerancia, México, 2002.Redactora de la entrada sobre "Antisemitismo en México" en Antisemitism: A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution". Ed. ABC CLIO, Chicago University, 2005."Presencia judía en Iberoamérica", en El judaísmo en Iberoamérica. Edición de Reyes Mate y Ricardo Forster. EIR 06 Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Editorial Trotta. , Madrid, 2007.Artículos diversos en revistas de circulación nacional e internacional.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: