Los “buenos” judíos son a veces los favoritos de los medios de comunicación y cuando los (malos) israelíes hacen (otra vez) hablar de ellos, algunos “buenos” judíos son invitados a comentar las noticias de actualidad. Entonces los “buenos” judíos reparten medallas y apuntan con un dedo forzosamente acusador hacia (el solitario) Israel, acusado de todas las villanías y de todos los males, sea lo que fuere que diga, le hagan o haga. Dirán y volverán a decir entonces lo que se quiera y le gustará escuchar (lo políticamente correcto siendo lo que es).
Hablarán pues del desequilibrio de las fuerzas en acción, enumerarán todos los males que atraviesan y sacuden a la sociedad israelí, dirán y repetirán (como si fuera una evidencia) que los Israelíes no quieren la paz con los palestinos y los árabes, que forzosamente son belicistas y arrogantes (por no decir “seguros de si mismos” y “dominadores”). Insistirán también sobre este punto: practican el apartheid y todos son “colonos fanáticos”.
Y en algún momento utilizarán un tono condescendiente (como Stephane Hessel) para hablar de otros judíos que, decididamente no entienden nada de nada porque continúan a querer ( o: amar) a Israel. Según ellos esos judíos están mal y en definitiva esa gente no son más que mediocres neoconservadores. Y como de veras no se puede hacer nada con ese tipo de gente, después de haber leído su edición mensual de ” Le Monde diplomatique”y escuchar a Eva Joly en la radio, llamarán a boicotear productos israelíes (porque Israel, – desde luego, ¡sí! – hace apartheid), firmaran peticiones para denunciar los “crímenes” de estado israelíes y manifestarán al lado de la UOIF para denunciar (una vez más) el “genocidio” del cual serian según ellos victimas los palestinos, repitiendo ¡Israel, asesino – Israel, asesino!”.
Mejor aun, participarán en una enésima flotilla que viaje hacia la franja de Gaza, porque no hay nada peor en el mundo que Gaza y como se aman, declararan que son grandes “humanistas” y que su causa es noble
También serán los “buenos” judíos los que de plano pretenderán que solo hay uno que impide que el mundo de vueltas como debe de ser.
Ah, de plano, lo políticamente correcto…
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