Los estadounidenses judíos e israelíes enfrentan una discriminación “sustancial” en el mercado laboral, según un estudio de la Liga Antidifamación publicado el miércoles.
Los solicitantes de empleo judíos estadounidenses necesitaron enviar un 24% más de solicitudes para recibir la misma cantidad de respuestas positivas iniciales de los posibles empleadores que los estadounidenses con antecedentes de Europa occidental cuando solicitaron el mismo puesto, descubrió la ADL. Para los estadounidenses israelíes, el desafío fue aún mayor, ya que requirieron un 39% más de solicitudes.
“Esta es una evidencia innovadora de una grave discriminación antisemita en el mercado laboral”, dijo Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la ADL. “Además del aumento de los incidentes antisemitas y el aumento de las creencias antisemitas, este estudio histórico ilustra la necesidad muy real de que los empleadores tomen más en serio los prejuicios antijudíos y antiisraelíes para tener un lugar de trabajo que funcione para todos”.
La ADL encargó a Bryan Tomlin, economista laboral y profesor de economía en la Universidad Estatal de California Channel Islands en el condado de Ventura, al noroeste de Los Ángeles, que enviara solicitudes a anuncios de trabajo de asistente administrativo en línea utilizando currículos que fueran idénticos, excepto por indicadores de que el solicitante podría ser judío o israelí.
Tomlin envió 3.000 consultas a anuncios en todo Estados Unidos, utilizando mensajes de correo electrónico idénticos y currículos que diferían solo en el nombre del solicitante (seleccionado para sonar judío, israelí o europeo occidental) y señales en el currículo de probable origen judío, israelí o europeo occidental.
“Sin el beneficio de un estudio de este tipo, es difícil, si no imposible, demostrar un trato adverso en el mercado laboral basado en la religión o la identidad cultural de una persona”, dijo Tomlin. “Este estudio muestra que los estadounidenses judíos e israelíes pueden estar perdiendo oportunidades laborales solo por su identidad, no por sus calificaciones, y proporciona un comienzo para cuantificar algunos de estos síntomas más sutiles pero aún dañinos del antisemitismo”.
El estudio señala que, como las solicitudes se centraron en puestos administrativos, “no se sabe en qué medida estos resultados pueden aplicarse a otros mercados”.
“Dados los resultados de este estudio, también se justifica una mayor investigación sobre el posible tratamiento adverso de estos grupos protegidos en otros mercados (no laborales)”, concluye.
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