Los Judíos de Venta Prieta

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La Comunidad Judía de Venta Prieta de la ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo, México, es una congregación de judíos descendientes de sefardíes que llegaron durante la época colonial en México, en el siglo XVI. Se caracteriza por ser una comunidad sencilla y alegre, así como desconfiada y renuente a los extraños. Fue oficialmente fundada en 1930 por los hermanos Téllez y actualmente es dirigida por la familia Téllez. Por muchos años, el rabino Samuel S. Lerer se encargó de la educación, formación y organización de la comunidad,, función que desempeñó hasta su retiro en 1999.

Se dice que fue fundada a finales del siglo XIX, probablemente en 1920, por la señora María Trinidad, viuda de Téllez. Afirmaba ser descendiente de Anusim (cristianos nuevos) quien, según la tradición, llegó a la zona con sus doce hijos y madre escapando de Michoacán debido a una revuelta religiosa (probablemente la guerra Cristera), que se librara durante esa época. Conservaba las costumbres de sus ancestros, incluidas, no comer carne de puerco, encender velas los viernes y rezar solo a HaShem.


El nombre Venta Prieta, se origina en la década de 1920, donde se daba el nombre de Venta a los sitios construidos a orillas de la carretera, generalmente puestos de comida que brindaban de la misma a los viajeros, así como macheros y bastimentos para las recuas que conducían. Uno de estos lugares fue precisamente el ubicado en el cruce de caminos que conducían de Pachuca de Soto a Ciudad de México y Actopan. Prieta como adjetivo del hollín producido por el carbón con el que cocinaban los alimentos que se vendían- También por la tierra negruzca de las hortalizas que se producían en ese lugar. Actualmente, el nombre lo ostenta la colonia situada en los límites de la ciudad, donde la comunidad mantiene su sede.

2 comentarios en «Los Judíos de Venta Prieta»
  1. Me da gusto que alguien escriba sobre los judios de Venta Prieta.
    Yo fui presentado en esa sinagoga por el año de 1955 o 1956. Nuestra comunidad estaba asentada en el estado de Guerrero e ir hasta allá implicaba un gran esfuerzo. Es por esa razón que no estuvimos con mucha frecuencia en ese lugar.
    Infortunadamente la muerte de nuestro abuelo y nuestra madre, ocasionó que el alejamiento físico con la comunidad se hiciera más grande. Aunque un hermano mío si estuvo algo cercano durante un tiempo a los sobrevivientes de aquellos tiempos.
    Actualmente vivo en el estado de Jalisco y no he olvidado mis raíces. Practico mis creencias y no pierdo las esperanzas de que alguna vez pueda saber más sobre los descendientes de aquella comunidad de mediados del siglo pasado que tuvo oportunidad de convivir con mi madre y mi abuelo.
    Lo escrito en este artículo es algo muy superficial. La historia de los judíos de ese lugar tiene muchísimo más de fondo. Ojalá y que se investigara más sobre de eso.

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