Los judíos de Turquía han gozado desde hace mucho tiempo de una posición segura dentro de la sociedad de su país. El judío era de los pocos pueblos que no se rebeló contra el Imperio Otomano, así que los turcos -y sus libros de texto- les consideraron siempre ciudadanos más leales que otros. No supuso ninguna sorpresa, por tanto, que Turquía conservara una comunidad judía relativamente grande; probablemente, la segunda mayor de Oriente Medio, dado que la población judía de Irán ha ido disminuyendo de forma contínua. La estabilidad de la comunidad judeoturca ha sido el clavo al que se han agarrado quienes querían seguir engañándose respecto al cambio experimentado por Turquía. Es hora de dejar de hacerlo. Según el Hürriyet Daily News:
El antisemitismo, desencadenado por duras declaraciones del Gobierno turco, ha causado la emigración de cientos de jóvenes judíos de Turquía a Estados Unidos o a Europa, según declaró a Hürriyet Daily News el 21 de octubre Nesim Güvenis, vicepresidente de la Asociación de Judíos Turcos de Israel. Esa inquietud comenzó antes del incidente del Mavi Marmara, y se vio agravada por el infausto rifirrafe ‘de un minuto’ entre el primer ministro Recep Tayyip Erdogan y el presidente israelí Simón Peres en Davos, según Güvenis.
El primer ministro Erdogan ha usado la provocación religiosa para galvanizar a su electorado doméstico, y el antisemitismo ha calado en la burocracia turca. Más que un bastión de tolerancia, Turquía es un país en el que los aliados políticos del primer ministro pueden financiar una película con una subtrama sobre judíos que trafican con órganos, y la mujer del premier puede invitar a que todos la vean.
El hecho de que la emigración se produzca en el contexto del boom económico turco de la última década indica que los judíos de Turquía no están simplemente aprovechando su estatus de minoría para buscar mejores oportunidades económicas. Más bien se están yendo porque temen en lo que se está convirtiendo el país. A los turcos más liberales y a los guías turísticos aún les gusta destacar la diversidad religiosa de la sociedad de Estambul. Puede que tengan que cambiar de tema. A menudo, la emigración comienza lentamente, pero es una marea difícil de contener. En una o dos décadas, la comunidad judía de Turquía se parecerá mucho más a la de Egipto. Por desgracia, ése es un resultado que Erdogan y el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, probablemente consideren un éxito.
que lastima, había una época en que los judíos vivían libres.
Ahora el gobierno de Israel debería reconsiderar si Turquía es o no un país genocida, respecto al pueblo Armenio.
¿Sera que todos los judeos del mundo,deberan vivir en Israel? no me disgusta pero ……¿porque deberia ser asi?? El antisemitismo mundial asi lo desea? ¿va a ser mas comodo para ellos que asi sea?? Muchas preguntas para pensar
Shalom, en verdades una desgracia para Turquía, puesto que están perdiendo no solo a buenas personas, Sino que pierden a una población que, como aquí en México, ha aportado cultura, diversidad, desarrollo en todos los medios: comercial, cultural, científico y sobre todo moral.
Es una pena que pueblos como el Turco, que siempre fue visto como amigo se este dejando llevar por una corriente de desinformación, prejuicios y odio infundado; Alimentado solamente por intereses políticos.
Veo con tristeza que parte la humanidad ya no distingue ni separa lo que es “políticamente correcto” de lo que es verdadera y moralmente correcto, simplemente se deja llevar por el torrente de desinformación de los medios y las redes. Muchas veces para entender lo que esta pasando no es necesario entrar a las “redes sociales”, es necesario leer un libro de historia.
Es una pena para el pueblo de Turquía, perder esa parte de si y de su historia y cultura. Pero en fin… Ellos son los que pierden.
Saludos, afecto y respeto desde México.
Shalom.