Estimados lectores de Diario Judío:
Hoy día, los medios de comunicación tenemos que ser evaluados y no únicamente evaluadores. La audiencia se debe de convertir en el mecanismo que mide algo más que el “rating”, sino también una medición de la calidad del contenido, de la cobertura, de la conducción, de la producción, de la ética y de la evolución de “nosotros”, los medios.
Somos muy buenos criticando, pero seguimos siendo poco criticables a nuestra consideración. No entendemos que cada generación de personas se va identificando con una forma mediática o con otra. Créame, que por ello escribiré en dos partes un análisis de los medios de comunicación para este tan querido Diario Judío, en el cual la primera parte la enfocaré a la audiencia y en la segunda a nosotros, sus servidores.
Evaluando a la audiencia
Los “baby boomers” siguen persiguiendo las notas desde el enfoque de “un líder de opinión”, que por su trayectoria “periodística” ha logrado tener un altar en la radio o en la televisión a nivel nacional. También a esta generación le gusta de estos protagonistas de los medios de comunicación ciertas cualidades, como por ejemplo: el carisma de manera escrita o gestual, el tono de voz con que lleva la nota, su labor política o ideológica.
Para la generación “ x” y los “millenials”, todavía seguimos arrastrando un poco del agrado por los protagonistas, pero también crecimos en un ambiente donde se explotaban otras fuentes tan novedosas y tan originales (pero sin el 100% de confiabilidad de su información) como los famosos “Blogs” y los “Fake News” con personajes tan aplaudibles por su falta de “protagonismo o egocentrismo”, como Jon Stewart y Stephen Colbert. Esto significaba un cambio de generación, de gusto y de oposición a la sumisión de una audiencia aburrida por la formalidad (o frialdad) de los “líderes de opinión”. En este punto, la audiencia comenzaba a tener voz, pero no voto, y el “protagonista” se convertía en un analista, que si bien no tenía el amplio conocimiento en las temáticas que manejaba en su espacio, si manifestaba una empatía y simpatía por la opinión de su audiencia.
La generación “Z”, es una nueva generación tan simpática y tan extraña de entender, que por más que suene extraño (valga la redundancia), dan señales que la audiencia puede llegar a tener una tendencia cíclica en la tan corta historia que llevan los medios de comunicación. Ellos no ven canales de televisión, pero si les atraen ciertas “Apps”; ellos no ven a un “líder de opinión”, ven y se vinculan con un “Youtuber”, al igual que los “baby boomers”, por carisma de manera escrita en redes sociales, gestual en sus vídeos, el tono de voz con que lleva su información y su apego político o ideológico. Suena parecido ¿no cree? – Sin embargo, esta generación tiene algo que no contemplan ni los”baby boomers”, ni la “X” y que “los millennials” poco a poco se han interesado, y es tener voz y voto por medio de las redes sociales. Con las redes sociales basta con un incremento o una disminución en tus “likes”, “followers”, “RT´s” o “reproducciones” para que dejes de ser alguien de impacto y pasajero; siendo este comportamiento un factor de medición de “rating”, pero también de continuidad y calidad en el contenido, la producción, el uso de la tecnología, la línea política o ideológica, y la confiabilidad de la información.
Me llama la atención que las generaciones de antes critican a las nuevas por su inactividad o falta de involucramiento ante los temas económicos, sociales y políticos, pero lamento decirles que están en lo incorrecto.
Las nuevas generaciones han buscado romper esquemas del trabajo de cuatro paredes, de juntas interminables y redundantes por el emprendimiento y la generación de nuevos mecanismos de producción económica que abonan no solamente a un ingreso económico, sino también a la originalidad de sus proyectos y a la interacción con demás miembros de la sociedad en búsqueda de una solución ante cierta problemática. Dicho cambio también impactó a los medios de comunicación en la ampliación de su temática económica de acuerdos de multinacionales y mercados comunes, que en otra década se convirtió en el impulso de las “PYMES” y en esta década se convirtió en la búsqueda de nuevos talentos, innovación y emprendimiento.
En cuanto a lo social, las nuevas generaciones no se quedan estancadas por la “falta de valores”, me parece que primero las generaciones de antes deberían de compartir ¿cuáles son esos valores? , si es que esos valores son los valores universales o solamente son parte de la percepción de la comunidad. En fin, las nuevas generaciones han demostrado ser más activas y dar su punto de vista en temas que involucran a la sociedad local, nacional y global. Hoy día, esta audiencia se vuelve más involucrada en la protesta por temas que han tardado muchísimo tiempo en entenderse y en reconocerse, como: la discriminación en contra de las mujeres, de los pueblos indígenas y de la comunidad LGBT, y temas ecológicos alarmantes (calentamiento global, deforestación y contaminación del agua).
Lo político es la línea que se debe de observar con mucho cuidado, cada generación busca algo diferente, los “baby boomers” y los “X” siguen apostando por las líneas políticas de antaño, los “millenials” se van por nuevos caudillos que manifiestan ser más ciudadanos que políticos y los “Z” no tienen muchas opciones, muchos polos opuestos y el juego de intereses de los políticos de las otras generaciones. La ventajas para estas nuevas generaciones son la comunicación directa por medio de las redes sociales con aquellos quienes desean representarles, que no se les obliga a ir a votar, que ellos creen juzgar más a su voto por propio criterio que por una imagen paternalista de los políticos y que los podrán acreditar o desacreditar de manera instantánea sin necesidad de “líderes de opinión”. La desventaja es que al no tener tantas opciones en lo político (y esperemos que no pase de forma paralela en los medios de comunicación), pudieran dejar de ejercer su derecho de opinión.
Gracias por su atención y espero su respetuosa opinión en el espacio de Diario Judío o en la cuenta de twitter de un servidor: @PabloQZepeda
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