Argentina, situada en el sector meridional de América del Sur, con una superficie de 2,780,092 Km2 y unos 37 millones de habitantes, es el país latino del sub-continente cuyo porcentaje de musulmanes es el mayor, porcentaje superado ampliamente por la República de Guyana, de habla inglesa, luego Surinam, de habla holandesa. A despecho de la profunda crisis que la afecta en la actualidad, que en mayor o menor medida aflige también al resto de los países latinoamericanos, con raras excepciones, como Chile, Argentina juega un rol importante en América Latina, con un nivel cultural superior al resto de los países de la región. Su forma de vida es de estilo europeo, y el porcentaje de población blanca es notablemente mayor al del resto de los países en cuestión.
Además de la masiva inmigración europea, especialmente española e italiana, pero con importantes aportes de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Polonia, Hungría, hubo un gran flujo de judíos procedentes de Rusia y Polonia, y de árabes de Siria y Líbano.
La presencia de sirios y libaneses es un hecho en casi todos los países del subcontinente sudamericano, en especial, además de Argentina, en Brasil, Venezuela y Colombia. En los últimos años se suma la inmigración palestina, ya presente en Chile desde comienzos del siglo XX, en especial en Brasil y Colombia. Sin embargo existen evidencias de la llegada de árabes a América aún antes de la invasión española en 1492.LOS ÁRABES EN AMÉRICA. Existen evidencias de la llegada de árabes a América aún antes de Cristo. Hace algunas décadas fueron descubiertas inscripciones inequívocamente fenicias en varias partes, en especial en Brasil; se podrá argumentar que los fenicios eran semitas, no árabes. Fenicio, es un mote que aplicaron los griegos a los cananeos establecidos en el litoral del Líbano algunos milenios antes de Cristo. El término ¨semita¨ y ¨semítico¨ en nuestra modesta opinión, no es muy feliz; fue acuñado por el lingüista Ludwig von Schlosser en el siglo XIX, y no es en nada científico, ya que se basa en un relato bíblico de dudosa comprobación histórica, en cambio el término ¨árabe¨ es más exacto ya que los pueblos árabes (léase semitas), se sabe que proceden de la península arábiga y no de la Mesopotamia como se afirmaba antiguamente.
En cuanto a la llegada a América de árabes musulmanes, varios siglos antes que Colón, tenemos un indicio de ello en una obra conocida del historiador, cronista y trotamundos infatigable Al-Mas’udi, se trata de Murûy adh dhahab (Praderas de Oro), un libro en el que se encuentra de todo, donde se afirma que un buque árabe se aventuró hacia el oeste, llegando luego de casi dos meses a tierra firme, presumiblemente Norte América, donde las descargas de flechas de los naturales del país los obligaron a retornar, como le aconteció siglos más tarde a Leif Eriksson.POSIBLE PRESENCIA DE MORISCOS La tripulación que, siglos más tarde, acompañó a Colón en sus azarosas carabelas, era muy heterogénea y variopinta: encontraríamos allí a empobrecidos hidalgos, a aventureros de toda laya, a forajidos, a herejes, a criptojudíos, y pues lógicamente, a moriscos. Gran parte de esa tripulación anhelaba estar lejos de la Inquisición, anhelo frustrado pocos años después, con la apertura, primero en México y Lima, luego en otras capitales, de tribunales del Santo Oficio. América se convertiría en refugio y amparo de los desesperados de España, lo eran también los moriscos, y seguramente muchos de ellos se lanzarían a la aventura americana. Indicio de la presencia de moriscos en América pueden ser elementos de la arquitectura arábigo-andalusí en numerosas iglesias coloniales en Hispanoamérica, que hemos observado en algunas ciudades de México, y especialmente en una antigua iglesia de la ciudad de Bogotá, que nos mostrara un día el Dr. T. B. Irving, incansable investigador del tema.
Un elemento que pudiera arrojar luz sobre la presencia real de musulmanes en la América hispana colonial, serían actas de procesos del Tribunal del Santo Oficio de reos acusados de practicar el Islam, muy numerosas en España. Existen allí actas de personas llevadas a juicio por ayunar en Ramadán, practicar la oración o varones circuncidados, o personas procesadas como sospechosos de Islam por bañarse, no echar manteca a la olla, comer carne los viernes o cambiarse de camisa ese día. En vano tratamos de encontrar tales testimonios, ni en Argentina, ni en el resto de Hispanoamérica, por lo tanto, no conocemos testimonios puntuales de la presencia de musulmanes en el Virreinato del Río del Río de la Plata, la actual Argentina.LLEGADA DE LOS MUSULMANES A ARGENTINA. Hacia finales del siglo XIX, en 1880, llegan al puerto de Buenos Aires los primeros inmigrantes árabes de Siria y Líbano, parte del Imperio Otomano, pero la primera ola inmigratoria importante fue entre principios del siglo XX y fines de la Primera Guerra Mundial. No se consignaba la religión del inmigrante y la mayoría eran cristianos, pero había también muchos musulmanes, y eran estos en su mayoría hombres jóvenes, solteros, de clase baja, predominaban los analfabetos y que se casaban con mujeres del país, por lo que sus hijos eran cristianos. Algunos de esos inmigrantes, de condición sociocultural más afortunada, y los que eran casados y venían con sus mujeres, lograban que sus hijos fueran musulmanes. La mayoría de ellos se radicaban en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia, en Rosario, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. El flujo de inmigrantes sirios y libaneses continuó hasta la década de los cuarenta.
La inserción de los inmigrantes árabes fue exitosa, prosperaron en breve tiempo en el comercio y luego en la industria, en especial la textil. Ya en el año 1902 aparece el primer periódico en lengua árabe en Buenos Aires, Assalam, y en 1917 se funda el Banco Sirio Libanés del Río de la Plata. APARICIÓN DE ENTIDADES ISLÁMICAS. Las primeras asociaciones sirio-libanesas, que aparecen a principios del siglo XX, eran de carácter nacional y no religioso, había allí cristianos, musulmanes y judíos, y tendían a organizar exitosamente a los inmigrantes en la sociedad argentina. Una prueba de ello es la pronta creación de una cámara de comercio árabe argentina.
Los primeros árabes que fundan centros religiosos y lugares de cultos, son los cristianos, que abren iglesias católicas de rito oriental, e iglesias ortodoxas.
En esa época, en medio de una sociedad católica de un país que reconocía la libertad de cultos, pero con una iglesia poderosa y conservadora, los musulmanes de Argentina se reunían discretamente, casi en secreto, en residencias privadas para celebrar las oraciones de las fiestas, y para continuar preservando su identidad islámica. Fue hacia finales de la década de los veinte cuando se fundaron las primeras entidades islámicas registradas legalmente, y en 1928 aparece en Córdoba la Sociedad Árabe Musulmana de Socorros Mutuos, y surgen otras en Buenos Aires, Mendoza y Rosario, hasta fundarse, en 1957, el Centro Islámico de la República Argentina, que era la asociación que representaba a todos los musulmanes del país. Tenía en su sede un gran salón que fue la primera mezquita del país, con un imam enviado por el Ministerio de Culto de Egipto. Veinte años más tarde, se construye en Buenos Aires la primera mezquita, en estilo arquitectónico sirioegipcio, y poco después, la Mezquita de Córdoba, en el centro del país, y luego la mezquita de Mendoza. En 2001 se inaugura en Buenos Aires, a pesar de una fuerte oposición por parte de ciertos sectores, el Centro Cultural Islámico y Mezquita, un monumental complejo en Palermo, una zona muy importante de la capital.LA DA’WAH EN ARGENTINA El vocablo árabe da’wah, significa invitación, y en el contexto islámico es la prédica o propaganda religiosa. Lanzarse a tal actividad en Argentina algunas décadas atrás, era cosa insólita. En 1970, en la ciudad de Córdoba, un grupo de jóvenes musulmanes incursionó en esa experiencia, y es entonces cuando se producen las primeras conversiones. Los conversos eran jóvenes que provenían en su mayor parte de grupos hippies o de la izquierda. Diez años más tarde se organizan en un grupo, Yama’at ash Shabab al Muslim, la primera organización en Argentina cuyo fin es la da’wah, y por cuyo intermedio se islamizó gran cantidad de personas, en su mayoría jóvenes y de buen nivel intelectual. Otra entidad de Buenos Aires, El Centro de Estudios Islámicos desarrolló también actividades de da’wah con resultados bastante exitosos.
Comenzaron también a surgir grupos sufíes, formados en general por personas lectoras de Gurdjief, René Guenon o Idrís Shah, deseosas de tener experiencias internas. La mayor parte de dichos grupos están dirigidos por personas con un conocimiento muy limitado del Islam.
Las conversiones son cada vez más numerosas, y aumentaron sensiblemente desde el 11 de septiembre de 2001, cuando una campaña antiislámica desenfrenada motivó a mucha gente a informarse por sí mismos acerca del Islam, lo cual condujo a muchos de ellos a aceptarlo, al constatar las calumnias de que era objeto. Es asimismo probable que el creciente sentimiento anti norteamericano incida en este fenómeno.POBLACIÓN MUSULMANA EN ARGENTINA. Resulta muy difícil establecer el número de los musulmanes en Argentina. Se calcula que los argentinos de origen árabe son casi dos millones, pero la mayoría de ellos son cristianos ya de origen. Se ha afirmado que los musulmanes argentinos suman unos setecientos mil, pero es probable que sea una cifra exagerada, de todas maneras resulta de difícil verificación dada la ausencia de información tocante a filiación religiosa en los censos oficiales. El problema es además establecer quien es musulmán, ¿lo es todo el que desciende de ancestros musulmanes? ¿lo es quien acepta la shahada, la fórmula de fe del Islam? En el primero de los casos, la cifra de setecientas mil almas resultaría entonces verosímil, cifra difícil de aceptar en el caso de que musulmán es quien se reconoce como tal, si bien el mero hecho de que un individuo se considere como múslim no basta para hacer de él un verdadero creyente; la doctrina islámica exige la aceptación de los cinco pilares. Desde luego implican un aspecto puramente interior, un juicio de valor sobre la presencia, o ausencia, de una sana intención, pero una vez franqueada esa barrera de la intención, no resulta muy complicado decidir si un individuo satisface esos cinco requisitos. En resumen, nos inclinamos a pensar en un cuarenta por ciento de la cifra antes citada, o aún algo menos que eso.
En relación a la filiación doctrinal, la mayoría es sunni, pero existe un importante número de shiítas, casi todos de origen libanés, y que tienen en Buenos Aires su propia mezquita.
Fuente: http://www.islamhoy.org/principal/Latinoamerica/argentina/ciarla.htm
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