Los que evitaron el infierno. Los niños del “Kindertransport”

Por:
- - Visto 3465 veces

Se cumplen 70 años de la operación “Kindertransport”, que consisistió en salvar la vida de 10.000 niños de Alemania, Checoeslovaquia y unos pocos de Austria, llevándolos a Gran Bretaña.

Ya desde el ascenso de Hitler al poder en 1933, el gobierno nazi inició su campaña de persecución contra los judíos, que se materializó en las discriminatorias leyes de Nuremberg en 1935. En los siguientes meses, miles de judíos abandonaron Alemania, emigración que se fue reduciendo debido a las dificultades para obtener visas de países a los cuales pudiesen emigrar.

En este contexto y para tratar de resolver el “problema de los refugiados”, tuvo lugar en julio de 1938, en el centro vacacional francés de Evian, una conferencia propuesta por el presidente norteamericano Roosevelt y atendida por treinta y un países. A pesar de sus extensos debates, la Conferencia no tuvo ningún resultado, porque la mayoría de los países rehusaron aceptar nuevos inmigrantes y sólo decidieron volver a reunirse.Los Estados Unidos de Norteamérica tuvieron una enorme responsabilidad en esa situación. Finalmente les fue permitido a 1.000 niños, en su mayoría judíos, ingresar a los Estados Unidos entre 1934 y 1945 en una operación casi clandestina conocida como “Los 1.000 niños”.Recordemos el caso del barco “San Luis”, que con 890 emigrantes salió de Hamburgo en 1938, llegó a Cuba y posteriormente a los Estados Unidos sin que se les permitiese desembarcar y fue devuelto a Europa, donde casi todos sus pasajeros fueron asesinados.


A Hitler esa situación le mostró que a nadie le importaban los judíos y le dio la luz verde para lanzar impunemente en noviembre de ese año el pogrom conocido como el “Kristalnacht” ( la noche de los vidrios rotos), en el cual nazis alemanes y austriacos asesinaron a cerca de 100 judíos, y miles más fueron víctimas de violencia; 267 sinagogas y centros comunitarios fueron destruidos, miles de negocios y casas judías saquedos, y cerca de 30.000 varones judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración.

En ese ese año, Alemania se anexó la zona de los Sudetes en Checoeslovaquia y casi 150.000 refugiados, en su mayoría judíos, huyeron hacia las zonas cercanas a Praga, donde el gobierno checo los acomodó en tiendas de campaña y campamentos militares.

La situación se volvía crítica. A pesar del resultado de Evian, el gobierno británico fue una excepción. En los Estados Unidos, un proyecto similar fue rechazado. En ese año se creó el “Movimiento de Asilo de Niños” encabezado por el visconde Samuels y el Comité Inter-ayuda a Niños encabezado por Sir Wyndham Deeds, quienes lograron que el Secretario del Interior, Sir Samuel Hoare, aceptara en nombre del gobierno la entrada de un número no especificado de niños hasta la edad de 17 años, pero sin acompañantes, como “emigrantes temporarios” y mediante el depósito de una fianza de 50 libras esterlinas por cada uno.

En Gran Bretaña se inició con enorme éxito la campaña para reunir el dinero. Las ofertas de hospitalidad llegaron de todo el país: desde ricos y pobres, lores y aristócratas, Bnei-Brith, Wizo, el Consejo de Emergencia Rabínico, organizaciones judías y movimientos juveniles, escuelas e iglesias de toda denominación y hasta el Arzobispo de Canterbury y el superior de la Catedral de Coventry.

El trabajo tenía que llevarse a cabo rápido. Había que organizar la logístíca para trasladar a miles de niños sin personas mayores a través de Europa.: seleccionar los niños, organizarlos, movilizarlos en trenes, recibirlos, alimentarlos y alojarlos.

En Amsterdam, el Prof. Norman Bentwich que habia sido el fiscal general bajo el Mandato Británico en Palestina se encontró con la Sra. Traus Wijsmuller, esposa de un banquero, quien jugó un papel determinante en la saga del “Kindertransport” y ha sido reconocida en Yad Vashem como “Justa entre las Naciones” Ella se encontró con Eichman en Viena y exigió la autorización para sacar a 10.000 niños de Austria y Alemania.

Trató con la Gestapo y guardias fronterizos. Arregló alojamientos temporales y acompañó a los jóvenes hasta los puertos holandeses. Las organizaciones judías en Alemania y en Viena fueron la dirección para los padres que esperaban poder sacar a sus hijos en el “Kindertransport”. En Checoeslovaquia no existía una autoridad judía central, lo que determinó que el Comité Británico para Refugiados estableciera una oficina en Praga encabezada por Doreen Warrender, a quien se unieron Nicholas Winton y Bill Barazetti, ciudadano suizo quien asumió tremendos riesgos para sacar a 669 niños checos. En los Estados Unidos un proyecto similar fue rechazado.

En diciembre de 1938, salió el primer Kindertransport con 230 niños rescatados de un orfelinato en Berlín que un mes antes había sido incendiado durante la “Kristalnacht”, el cual arribó al puerto de Harwick en Inglaterra. Durante los sucesivos nueve meses llegaron 10.000 niños no acompañados, de los cuales el 85% eran judíos.

Es significativo el hecho de que, después de la “Kristalnacht” padres estuviesen dispuestos a enviar a sus hijos solos a un país extraño para salvarles la vida. El peligro mortal era palpable. La negativa de occidente a aceptar refugiados judíos adquirió una nueva dimensión: la indiferencia ante el peligro de muerte.

El “Kindertransport” demostró que los nazis estaban dispuestos a dejar salir a los judíos. El destino judío se selló tanto por la brutalidad nazi como por la ausencia de países que estuviesen dispuestos a recibirlos. Imaginemos las traumáticas escenas de padres despidiendo a sus hijos en trenes que los llevan a lo desconocido. Niños y jóvenes, desde muy pequeños hasta de 17 años, que dejan a sus padres, sin entender el porqué, durante trágicas escenas de despedida en las cuales, por orden nazi, no se podía demostrar emoción. Los niños mayores cargaban a los más pequeños en ausencia de sus padres. Viajaron de hecho como huérfanos a través de Holanda hasta Inglaterra.como “emigrantes temporarios”. Se hace uno la pregunta ¿porqué a sus padres no se les pudo otorgar también “residencia temporal” y evitar esa cruel separación? Después de todo se trataba de la aristocracia intelectual europea, que habría enriquecido la ciencia y las artes británicas. Se aducía la falta de trabajo, pero en el trasfondo estaba el prejuicio contra los judíos.

Por lo que respecta a los niños del “Kindertransport” checo, poco se sabía de quien había llevado a cabo la operación. Acá aparece Nicholas Winton quien realizó la parte importante del trabajo, considerándolo tan natual que ni siquiera le contó sobre ello a su esposa Grete. Sus actividades salieron a la luz sólo 50 años después, cuando su esposa encontró en el ático de la casa una vieja valija con los documentos relativos a los 669 niños rescatados. Grete se contactó con la historiadora Elizabeth Maxwell quien organizó un encuentro en la BBC entre Winton y algunos de los niños salvados. El último grupo debió haber salido de Praga en septiembre de 1939, pero fue enviado de regreso cuando Alemania invadió Polonia y se inició la guerra.

Cada uno de estos refugiados de la opresión nazi tiene una historia personal que contar: desde la emocionante despedida en la plataforma de trenes, hasta las experiencias en los años más formativos de su vida. Tuvieron la suerte de viajar en trenes hacia el oeste, mientras que sus seres queridos viajaron en trenes hacia el este, a los campos de concentración y crematorios.

La mayoría de los niños llegaron al puerto de Harwich y fueron enviados en trenes a la estación de la calle Liverpool en el East End de Londres. Ahí, identificados por las tarjetas colgadas al cuello, fueron recogidos por sus tutores y aprendieron sus primeras palabras en inglés. Pero hubo fallas en algunas ocasiones.Procedentes de Brno llegaron cinco niños: Hugo y Rudi Meisl (hoy Meron) de 10 y medio y 8 años y tres Hermanos Tomachov. Nadie los recogió y esperaron sentados en sus maletas desde la madrugada hasta la noche. Un taxista que trabajaba en la estación los llevó a su casa, les dio de comer y los acostó a dormir junto con sus tres hijos en un dormitorio pequeñísimo. Al día siguiente empezó la ronda para encontrar dónde dejarlos. Según me contó Hugo, (a quien entrevisté), nunca pudieron localizar al taxista.

Casi inmediatamente de haber llegado, empezaron los bombardeos sobre Londres y los niños fueron dispersados por todo el país. Como me dijo Hugo “de refugiados nos volvimos rápidamente evacuados como todos los niños ingleses de nuestra edad”.

Escenas traumáticas tuvieron lugar cuando los padres sobrevivientes se reunieron con sus hijos. El 30% de ellos sobrevivieron el Holocausto y esperaban con ansiedad la reunión con sus hijos: éstos se habían vuelto realmente ingleses, y no hablaban el alemán, mientras que los padres no hablaban inglés. Fueron reuniones entre extraños, y muchos no quisieron abandonar a sus padres adoptivos.

Muchos jóvenes del “Kindertransport” se enlistaron en los éjércitos ingleses y australianos y en la brigada judía. Otros llegaron a Palestina como voluntarios de “Majal” en la Guerra de Independencia..Otros, como Hugo, fueron de los primeros pilotos de la fuerza áerea israelí. Cerca de 2.000 de ellos se establecieron en Israel y el resto se dispersó por todo el mundo. Muchos se quedaron en Inglaterra como judíos y otros se convirtieron al catlocismo.

Hace poco han tenido lugar encuentros para recordar esa época. En Inglaterra se reunieron cerca de 400 de ellos, quizá por última vez después que tuvieron reuniones con motivo del 50 y el 60 aniversario. Participó el Príncipe de Gales, el rabino principal, ministros y el historiador Martín Gilbert. Por lo que respecta a los checos, un tren recordatorio salió de Praga hacia la estación Liverpool de Londres, siguiendo el mismo recorrido anterior. Al llegar a esta estación fueron recibidos por Winton, quien cumplió recientemente 100 años.

El “Kindertransport” ha sido conmemorado con una placa en el Parlamento británico y con una escultura de tres metros a la entrada de la estación, hecha por el arquitecto israelí Frank Meisler, él mismo un integrante del “Kindertransport” de Polonia.

En esta saga hubo muchos héroes, pero los principales fueron los padres, quienes para salvar a sus hijos se despidieron de ellos en los andenes, sintiendo probablemente que nunca los volverían a ver. En las palabras de Hugo Meisl, quien nunca volvió a ver a sus padres:”Nuestros padres pasaron tres veces el Holocausto: una al despedirse de nosotros en los andenes; la segunda, cuando escuchaban por el radio sobre los tremendos bombardeos en Londres sin saber que sus hijos habían sido evacuados; y la tercera cuando, al llegar a los crematorios por lo menos tenían la certeza de que habían salvado a sus hijos”.

Acerca de Tzila R. de Chelminsky

Nacida en México y cursando sus estudios hasta la preparatoria en planteles de la red judaica, obtiene en la UNAM el título de Licenciada en Economía.Su actividad social en México y en Israel ha sido intensa, llegando a ser Presidenta de varias organizaciones. En Israel ha sido fundadora y directora del Fondo Rosario Castellanos para llevar a esas tierras la cultura mexicana. Ha sido agregada cultural de la Embajada de México en Israel de 1993 a 1998 y asesora en asuntos culturales hasta el día de hoy. Colaboró en varios periódicos y revistas en México y desde hace 13 años escribe mensualmente desde Israel en "Foro".

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: