Deslumbrada por el reflejo del brillo del sol en las aguas turquesas del mar, alzo la mirada a las imponentes formaciones rocosas que abrazan la bahía, creando un paraíso privado de belleza natural única. La joya de los Los Cabos, el lujoso hotel Montage nos sumerge en lo más sofisticado y autentico de la cultura mexicana.
Ubicado en la emblemática Bahía de Santa María, este entorno íntimo y apartado ofrece vistas espectaculares, siendo en el mejor lugar para nadar, bucear y bucear en la región. Un profundo azul, casi morado, pinta al cielo y el verde vivo de plantas desérticas destacan entre las piedras y albercas este paraíso terrenal.
Montage Los Cabos es un santuario idílico. El complejo incluye tres piscinas, dos canchas de tenis, cabañas de piscina y una de las playas más impactantes del mundo. Un joya que encarna lo más exquisito del fabuloso destino que es Los Cabos, Montage es un mundo: un mundo de placer e indulgencia, de excelencia culinaria, experiencias únicas, momentos mágicos y de perfecta armonía.
Montage Los Cabos es reconocido internacionalmente por su espectacular Spa. Inspirado en el folklore mexicano tradicional que rodea el Árbol de la Vida, así como en el histórico árbol Torote que adorna la entrada al complejo, este refugio ofrece una experiencia única impregnada de la belleza y los poderes curativos de su increíble entorno. Es aquí donde goce de su maravillosa variedad de tratamientos de spa, inspirados en los ritmos del océano, el desierto y las tradiciones locales.
Desde la amplia terraza de mi espectacular suite, donde el buen gusto y un diseño moderno y auténtico logra la perfección, dejo que mis ojos recorran el sinuoso y rocoso camino a la cima de los riscos que rodean las suaves aguas azules de la Bahía de Santa María. El impactante contraste de los vividos colores que me rodean le da a la escena frente a mi un toque de fantasía, de magia. Una fina espuma blanca divide los miles tonos de azul del océano del vibrante color rojizo de la arena del desierto.
El encanto de Los Cabos es la suma de sus partes: su impactante mar, su intimidante pero seductor desierto y la excelencia, lujo y exclusividad de sus maravilloso hoteles. Respiro el aire puro y caliente, llenando mis pulmones con la esencia de Los Cabos y siento cada milímetro de mi cuerpo relajarse, disfrutando de paz total y absoluta.
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