En estos días se conmemoró el 60o aniversario de la Independencia de Israel con grandes festejos. En este marco sería imposible dejar de recalcar el importante papel jugado por los voluntarios de Majal (mitnadvei jutz laaretz-voluntarios del extranjero) en la Guerra de Independencia de 1948.
Se trató aproximadamente de 3.500 voluntarios de 37 países, muchos de ellos con experiencia en la Segunda Guerra Mundial, que jugaron un papel importantísimo, a veces decisivo, en todas las ramas del recién creado ejército de Israel. Los majalniks no sólo contribuyeron de manera significativa a la victoria sino que también ayudaron a fundar los cimientos en las cuales se basó Tzahal, el ejército de defensa del joven Estado. Estos miles de voluntarios de comunidades judías de la diáspora aportaron su conocimiento, su entrenamiento y sus capacidades militares a catorce ramas de Tzahal.
La fuerza áerea de Israel en esa guerra es única en la historia de la aviación, porque la mayoría del personal de aire y tierra consistió en voluntarios del extranjero. Hablaban en inglés y la mayoía eran veteranos de las fuerzas armadas de Norteamérica, Sudáfrica, Inglaterra y Canadá, quienes ocuparon posiciones claves, tanto en el área técnica como en el operacional. En un artículo anterior comenté el hecho de que, al firmarse el tratado de compra de armas con Checoslovaquia, jóvenes pilotos israelíes tuvieron que viajar a entrenarse ahí para poder manejar los Messerschmitt adquiridos, pues todos los pilotos israelíes y extranjeros conocían sólo los aviones americanos o ingleses.
El primer comandante de la Marina de Guerra israelí fue Paul Shulman, un majal norteamericano graduado de la Academia Naval de Annapolis. Su rol fue no sólo importante en la creación de la Marina, sino también en la adquisición de barcos para la Aliá B (la de mapilim) que traían a los inmigrantes ilegales a Israel rompiendo el bloqueo inglés. En esta función fue ayudado por veteranos de Canadá, Inglaterra y Norteamérica. Así adquirieron 10 barcos en los Estados Unidos, incluyendo el hoy ya legendario “Exodus 1947”, y en ellos transportaron 31.000 inmigrantes ilegales. 240 majalniks intervinieron en esta empresa, la mayoría norteamericanos, pero también hubo mexicanos entre ellos. En el trágico caso del barco Altalena, organizado por el Etzel y hundido por órdenes del comando de la Haganá, había majalniks de Francia, Inglaterra, Cuba y Europa oriental.
El cuerpo médico fue impresionante por su actividad. Llegaron 83 médicos y 87 enfermeras y paramédicos. Los grupos más numerosos provenían de los Estados Unidos. Sudáfrica e Inglaterra, y 7 médicos arribaron de Sudamérica; la mayoría trabajó en los hospitales del frente y en los relacionados con el ejército. Conocí personalmente a algunos de ellos, que después se contaron entre los médicos más destacados y prominentes del país. Quiero decir unas palabras sobre mi desaparecido amigo Leo Borenstein, norteamericano que había sido médico en la unidad del Gral. Patton en la guerra en Europa. Leo fue quien introdujo la cirugía plástica en Israel, comprendiendo la importancia de esta rama médica en el caso de soldados quemados, y hasta el día de hoy, el departamento que él fundó en el hospital de Tel-Hashomer está dedicado a su memoria.
En el cuerpo de ingeniería, la mayoría eran majalniks veteranos de la segunda Guerra Mundial. Además de entrenar reclutas, limpiar campos de minas y volar puentes, intervinieron de manera decisiva en la construcción del camino Burma, cuyo propósito fue salvar del bloqueo a la ciudad de Jerusalem. El comandante de esa operación fue David (Micky) Marcus, quien merece una mención especial y del cual escribiremos separadamente. Con una tremenda experiencia militar aceptó la invitación de Ben Gurion para venir como consejero militar, pero el gobierno americano le exigió, por ser aún reservista en el ejército, que no usase su propio nombre, ni su rango y que no se conociese su récord militar; así fue como apareció en Israel Michael Stone en enero de 1948. Inmediatamente, Stone diseñó una estructura de comando para el nuevo ejército israelí y escribió manuales para entrenarlo.Adaptó su experiencia a las necesidades especiales de la Haganá. Cuando Israel declaró la independencia en mayo de 1948 y cinco ejércitos atacaron el país, a pesar del poco equipo con que contaba, estaba preparado gracias al plan de Stone. Cuando estaba a punto de caer la sección judía de Jerusalem, Marcus ordenó la construcción del camino Burma para trasladar hombres y equipo adicional y así romper el bloqueo árabe, sólo unos días antes de que las Naciones Unidas negociaran un cese de fuego. Como recompensa, Ben Gurión nombró a Marcus Teniente General en el éjercito de Israel. Trágicamente, Marcus no vivió para ver la paz pues fue baleado por un guardia por error, por no mencionar la clave de acceso al campamento. Ben Gurión lo llamó “el mejor hombre que tuvimos”
Los majalnikim sirvieron en la artillería, en el Palmaj, y en prácticamente todas las brigadas. Muchos majalniks cayeron en la guerra, algunos fueron heridos y otros cayeron prisioneros incluído un grupo de sudamericanos que defendían a Nitzanim. 119 voluntarios cayeron en acción, entre ellos 19 de los 33 pilotos, cifra desproporcionada en relación al número de combatientes.
En el año de 1998, al celebrarse el 50° aniversario de la independencia de Israel, el congreso norteamericano concedió una mención de honor a este cuerpo internacional de voluntarios que desinteresadamente ayudaron a la creación del estado.
La mayoría de los majalniks volvieron a sus países de origen después de la guerra, pero 450 se quedaron y muchos de ellos han regresado en el curso de los años.
Un monumento a Majal fue erecto en los bosques de Shaar Hagai a la entrada de Jerusalem, al principio del camino a Burma.
El capítulo del Majal es un espléndido capítulo de dedicación, coraje, y ayuda tan necesaria en épocas difíciles. La unidad del pueblo judío pocas veces se ha demostrado en forma tan ejemplar y gloriosa.
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