Marcos Aguinis: “Yo antes predicaba que Israel hiciera concesiones para lograr la paz, pero luego vi que todas las concesiones traían nuevas guerras”

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Hace pocas semanas, el prolífico y reconocido escritor judeo-argentino Dr. Marcos Aguinis, recibió un singular galardón de la Universidad Hebrea de Jerusalem, al ser distinguido con un Doctor Honorario por “la defensa de la democracia y la libertad en sus escritos”. Fue ésta una excelente ocasión para conversar ampliamente con él.

Por razones de espacio, publicaremos la entrevista en dos partes, concentrándonos en la primera en la actualidad de Oriente Medio-especialmente entre Israel y sus vecinos- tal cual la analiza Aguinis, que escribe a menudo sobre el tema. Dejamos para la próxima sus referencias a su escritura y su análisis de la situación en su país, Argentina, y el continente latinoamericano en general.

P: ¿Qué le inspira este galardón con la que le ha distinguido la Universidad Hebrea de Jerusalem, que lo declaró Doctor Honoris Causa?


R: Me genera un bosque de ideas, de emociones y recuerdos. Es un maremoto que tengo en el alma. Es un honor muy grande porque es la universidad que expresa al alma judía. Cuando comenzó la reconstrucción del Estado de Israel, mucho antes de la independencia, la iniciativa de fundar una universidad en un lugar carente de ideales académicos, de centros de investigación e incluso de centros médicos y científicos, parecía una locura. Y esto fue una idea que surgió ya antes del siglo XX. Ya los “Jovevei Tzion” habían pensado en una universidad cuando estaba en los prolegómenos de la etapa pionera. En ese momento se estaba aún muy lejos de la independencia de Israel pero ya se generó un foco de cultura extraordinario y revelaba claramente de dónde se viene y adónde se va. Y se viene de una tradición judía tan enraizada en la cultura, la ciencia, el conocimiento, y generar un Estado que apenas pudo salir de sus primigenias dificultades, puso gran énfasis en la ciencia, la investigación, al extremo que es uno de los países que más patentes registra en el mundo, más avances en proporción a su demografía tiene en todos los campos del conocimiento. O sea que aquí se produjo un fenómeno extraordinario, que algunos comparan con una expresión de Borges. Se cuenta que él imaginaba un grupo de sabios inventando un país extraordinario, un lugar paradisíaco, y que finalmente lo convirtieron en realidad.

P: Usted ya ha recabado mucho reconocimiento por su trayectoria.¿Tiene algo de especial este nuevo que le entregó la Universidad Hebrea o es simplemente uno más en la lista?

R: Esta es una distinción especial, es diferente de otras, no porque yo sienta que mi prestigio o mi popularidad se incrementen con este galardón sino porque este galardón me recompensa, como el amor que uno siente de un padre o una madre, que no tiene precio. Es la sensación de un vínculo que se convierte en algo que no puede ser expresado con palabras. Yo a cada rato pienso cómo se hubieran sentido mis padres de enterarse de esto, sabiendo que yo desde chico me interesaba por los temas judíos. Cuando cayó la Jerusalem vieja en poder de Jordania en la guerra de independencia-yo era un preadolescente- y vi las fotos de los judíos expulsados de la Ciudad antigua, y me largué a llorar. Y yo era un chico que todavía no estaba muy informado de muchas cosas pero ya en ese momento la sola mención de Jerusalem tenía una especie de poder mágico, muy intenso, que asociaba todas las fantasías que puede tener un niño.

P: Símbolo en si mismo y también es visto en los últimos años como símbolo del conflicto.

R: Para los judíos Jerusalem es central. La sola palabra Jerusalem tiene infinitas connotaciones. Es quizás el único caso en el que una comunidad está asociada a esta ciudad y esa palabra durante 2500 años. No hay un caso similar. No se puede comparar con los griegos y Atenas, los egipcios y Tebas, o los indios y Delhi. La diferencia es enorme. Se habla de que es el centro del conflicto pero yo diría que es utilizada como tal. Se habla de que es la ciudad de la paz y sin embargo se la ha violado continuamente. El Monte del Templo es el lugar donde están concentradas las tres religiones, porque Jesús visitó en dos ocasiones el Templo, además de la relación que los musulmanes tienen con ese Monte, y ni que hablar de la relación que tienen los judíos. Pero hay una vieja tradición que dice que allí también es donde fue creado Adán. De modo que se la considera el centro del mundo.

La situación de Jerusalem después de la Guerra de los Seis Días, al reunificarse la ciudad, avanzó hacia un camino que era de paz, conciliador. La humanidad no ha reconocido que Israel cedió inmediatamente su sitio más sagrado, el Monte del Templo, a la administración musulmana, el Waqf, que es quien administra las dos mezquitas que están arriba. De modo que la ciudad no tenía por qué ser motivo de conflicto. Había libertad de culto por primera vez, cosa que no había existido durante 19 años de la ocupación jordana. En ese lapso, la vieja Jerusalem había sido “judenrein”, no podía entrar allí ni un judío a rezar en el Muro de los Lamentos, un caso de discriminación religiosa extraordinaria, que no motivó repulsas en el mundo, a pesar de que ya había pasado por la etapa de la Shoa. Después de la unificación, esa discriminación desapareció porque cada uno puede acceder a cualquier lugar sagrado de Jerusalem. Yo, como judío, también pude visitar las mezquitas sin ningún tipo de problemas.

De modo que la situación es bastante cómoda para todas las religiones en ese aspecto. La soberanía israelí, la seguridad israelí, garantizaba precisamente que existiese la libertad de cultos.

P: ¿Cómo ve usted la posibilidad de una solución en el tema de Jerusalem?

R: Eso está relacionado con la solución del conflicto árabe israelí. Y digo a propósito “árabe israelí” y no “palestino israelí”, porque este último es un ingrediente que se añadió a partir de 1963 cuando comenzó a tratarse en Alejandría una forma diferente de combatir a Israel. Ese conflicto se va a poder resolver solamente a partir de un punto que no es suficientemente analizado y profundizado ni siquiera por las mentes que tienen gran poder de decisión en la actualidad.

Hay que sincerar el problema. Y eso significa lo siguiente: reconocer que para el mundo árabe se convirtió en determinado momento en inaceptable, la existencia de un estado judío en esta zona. No se puede discutir la verosimilitud de la expresión “arrojar a los judíos al mar”, que prevaleció durante la guerra de independencia. El propósito era violar la decisión de las Naciones Unidas que dividía a Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe y terminar con la presencia judía aquí. Querían hacer una limpieza étnica. La cumplieron en la parte de los territorios que quedó en poder de los árabes, o sea que Cisjordania y Gaza, enteras, quedaron sin judíos, Judenrein, después del Holocausto. Pero Israel nunca fue “arabrein”. Israel nunca fue un estado sin árabes. Siempre hubo árabes en Israel. Esa es una gran diferencia.

Hay que reconocer pues que los árabes no podían aceptar la existencia de Israel. A esto se vino a agregar algo mucho más grave: mezclar este tema con la religión. El tema religioso entró en una suerte de callejón fanático, donde se ve una parte de los textos religiosos contrarios a la existencia de un Estado judío en la zona. Se insiste en que todo lo que fue alguna vez territorio del Islam-incluso Andalucía- tiene que ser del Islam. Y esto, aunque en el Corán hay muchos versículos que reconocen el derecho de los judíos a estar acá. Hay uno que inclusive dice que Alá ordenó al pueblo de Israel cuidarle la tierra Prometida que les estaba dando.

En la medida en que los pueblos árabes no comprendan que la existencia de Israel es irreversible, no se va a lograr una paz sustentable. El mundo se equivoca cuando cree que exigiendo a Israel que haga más concesiones y entregue más territorios, llegará la paz. Es al revés. Mientras más concesiones hace Israel, más se empecinan los estados árabes y musulmanes en destruir a Israel y exigirle más. Mientras la humanidad no tome conciencia de esto y no diga que así como puede- y debe tal vez- ejercer presiones sobre Israel, debe ejercer presiones también sobre los árabes. Y las presiones sobre los árabes consisten en decirles que Israel es absolutamente un hecho irreversible.

P: Usted mencionó antes el conflicto “árabe israelí” y no el “palestino israelí”, ya que bien sabemos cómo empezó el conflicto, por la guerra árabe contra Israel. Pero también podría decirse, retrucando esto: bien, los árabes tendrán todos los sueños que quieran y las ambiciones que sea respecto a tirar a Israel al mar, pero en la práctica, el que está ocupando es Israel, a los palestinos. ¿Qué contestaría a este argumento?

R: Contestaría que Israel ha estado dispuesto a desocupar todo eso. Israel ha dado pruebas de que no es un país expansionista. Los que dicen que lo es mienten de una manera miserable. Israel entregó el Sinaí a cambio de la paz con Egipto, o sea una zona de un tamaño tres veces mayor que el suyo propio. Lo entregó con los pozos de petróleo, aeropuertos, centros turísticos..Israel se retiró del Líbano. Se retiró de Gaza y sacó a los colonos judíos de las narices, los pelos y las orejas. Israel dejaría de ocupar todavía los territorios que todavía ocupa, a cambio de paz. Depende de los árabes que se logre la paz.

P: ¿Por qué? ¿No depende de las dos partes?

R: No. Depende de los estados árabes. Israel está dispuesto a firmar la paz. Si Gaza, por ejemplo, después de lograr la desocupación israelí., se hubiera transformado en la piedra basal de un estado palestino pacífico, desarrollando universidades, granjas, exportando todo lo que Israel ya exportaba desde allí a Europa, utilizando el puerto de Gaza como centro turístico, dejando que muchos habitantes de Gaza siguiesen trabajando en Israel, Gaza hubiera sido una franja muy próspera. Querían que Israel se retire de Gaza. Israel se retiró, pero los palestinos convirtieron a Gaza en un lugar de guerra. Si Israel se retira de Cisjordania ¿Quién garantiza que desde ahí no se va a comenzar a lanzar misiles contra el aeropuerto Ben Gurion o contra Tel Aviv?

P: Todo lo que menciona son hechos históricos indiscutibles. Por otro lado, hoy gobierna Israel un gabinete conservador, en el cual –salvo el ministro de Defensa, el laborista Ehud Barak- el Primer Ministro Netanyahu es el menos de derecha de la coalición. Hay en el gobierno ministros cuyo estilo no irradia moderación. ¿No es un problema?

R: Netanyahu dijo algo que nadie había dicho nadie, que acepta la solución de dos estados, o sea una solución pacífica. Pero eso se puede concretar si del lado palestino aceptan convivir con Israel en paz, que no haya militarización, que no va a haber más actos terroristas..

P: La Autoridad Palestina está controlando la situación en Cisjordania, mucho más calma por cierto que años atrás..

R: Es justamente lo que iba a comentar. La Autoridad Palestina está entrenando seriamente a sus servicios de seguridad. El crecimiento económico en Cisjordania ha sido espectacular en los dos últimos años, gracias a un ambiente de paz que se ha vivido allí, lo cual significa que los palestinos van a vivir en prosperidad en la medida que mantengan la paz. Donde no mantienen la paz, donde se estimula la guerra y los ataques, se necesita ayuda humanitaria. Desde el momento en que los palestinos comiencen a acentuar el deseo de crecer y convertir a su Estado-no nato todavía- en un hermoso estado del Medio Oriente, y ese sea su sueño-no destruir a Israel- su sueño se hará realidad. Pero mientras su sueño sea destruir a Israel, van a seguir viviendo en la miseria y necesitando la ayuda del mundo.

P: Dr. Aguinis, ¿tiene usted problemas por su posicionamiento tan a favor de Israel, que manifiesta también en sus columnas en el diario La Nación?

R: No, no tengo problemas. Pero quisiera aclarar que no es que mi posición sea “pro Israel” sino que es pro paz, pro progreso, pro fraternidad entre los pueblos. Mi primera novela se llamó “Refugiados. Crónica de un palestino”. Fue un intento de acercar a las partes mucho antes de que se iniciaran negociaciones de paz, cuando era imposible inclusive una conversación entre un árabe palestino y un judío israelí. Mi objetivo era acercar a las partes y llegar a la paz. Y considero que el pueblo palestino, si se lograra liberar de los fanáticos que tiene adentro y de los enemigos que desde afuera se muestran como amigos, pero son realmente sus verdaderos demonios, el pueblo palestino sería de los más avanzados del Medio Oriente, porque está adherido a Israel y la ósmosis sería inevitable. Yo he recibido información muy creíble según la cual hay estudiantes palestinos que son brillantes, en la Universidad de Jerusalem. Esos estudiantes palestinos podrían ser brillantes en un estado palestino también y hacer que el estado palestino sea un estado modelo en el mundo árabe y el mundo musulmán.

P: Se podrían combinar el buen nivel palestino y el de la ciudadanía israelí….

R: Por supuesto. Yo creo que es repudiable la insistencia en no querer reconocer que Israel es un país sitiado desde su nacimiento, que ha logrado a duras penas y con grandes concesiones la paz con Egipto y la paz con Jordania, a cambio de importantes concesiones, y que sigue siendo objeto de promesas de destrucción interna, pero que a pesar de tener que defenderse todos los días y todas las noches, es un país lleno de héroes..Es un país que ha convertido el desierto en un vergel, que ha desarrollado universidades de nivel internacional, que en proporción a su población tiene mayor cantidad de patentes registradas por año. Ha ofrecido al mundo desde la irrigación por correo hasta avances en materia de microsoft, informática y high tech, que son admirables. Este es un país que ha articulado la defensa con el crecimiento. No se ha dedicado sólo a la defensa sino también al crecimiento, de manera obsesiva, siguiendo una tradición que venía ya de la época previa a la independencia.

P: ¿Hay cosas que le molestan en Israel?

R: Si, claro. Me molesta lo que yo llamaría la falta de responsabilidad de muchos líderes judíos, en tratar de poner freno al crecimiento de la tendencia ultraortodoxa. Esto es algo que tenía que haberse corregido desde el comienzo, cuando se iba a sancionar una constitución, que después no se hizo. Los ultraortodoxos han crecido en Israel y están tomando posiciones que a mi me resultan muy desagradables. Por ejemplo, visité la tumba de Maimónides, un personaje al que dediqué mi primer libre. Era una simple tumba en una colina, que por su soledad generaba una gran emoción. Ahora ha sido tomada como rehén por los sectores ultraortodoxos que han armado todo un templo litúrgico, con separación de acceso para las mujeres y los hombres, algo que al mismo Maimónides le debe haber producido repugnancia.

P: En el tema israelo palestino ¿cree que Israel comete errores?

R: Basándome en la experiencia, que consiste en tratar de aprender sobre lo vivido, me doy cuenta que Israel ha tenido todo el tiempo una gran ansiedad por conseguir la paz con los árabes. Cuando el presidente Sadat de Egipto llegó a Israel al aeropuerto de Lod, de noche, se impresionó al ver la cantidad de israelíes que estaban esperándolo a los costados del camino, agitando banderitas egipcias. El no lo podía creer, porque no sabía de esa ansiedad judía por la paz. Y cuando él, un líder árabe, llegó a Israel, fue recibido con tanto amor, con tanta gratitud, que hasta al mismo Sadat le saltaron las lágrimas. Israel estuvo ansioso por la paz y cada vez que pudo hacer la paz, la hizo. La primera paz la firmó un duro como Beguin, durísimo, la extrema derecha. Y le entregó todo lo que Sadat pedía, a cambio de la paz…Rabin dio mucho a Arafat. Barak le ofreció todo..y Sharon, otro duro, fue quien se retiró de Gaza, sin pedir nada a cambio. Sólo dijo “ahora no hay más judíos, no hay más israelíes acá, hagan su vida”. Pero en lugar de dedicarse a desarrollar su tierra, optaron por tirar misiles a Israel. Entonces realmente me cuesta criticar a Israel. Yo antes predicaba que Israel haga concesiones para lograr la paz, pero luego vi que todas las concesiones que Israel hacía, trajeron nuevas guerras. Inevitablemente, me preocupa si no es el exceso de concesiones lo que lleva a la guerra, si eso no va creando en los árabes la expectativa de que poco a poco, quizás, puedan confundir su sueño de hacer desaparecer a Israel.

Me duele y me cuesta expresarme en esta forma, pero no puedo negarme a ver algo muy evidente. Creo que yo estoy cambiando, poco a poco, por la evidencia que me fuerza a ver las cosas tal como son. Yo quisiera presionar a Israel para que ceda algo y con eso llegue la paz. Pero no se dan así las cosas, para nada.

En nuestro número anterior publicamos la primera parte de la extensa entrevista que realizamos al destacado escritor judeo.-argentino Dr. Marcos Aguinis, que llegó a Jerusalem a recibir un importante galardón de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Esta lo distinguió con el título de Doctor Honoris Causa “por la defensa de la democracia y la libertad en sus escritos”.

En la segunda y última entrega, que realizamos hoy, Aguinis se refiere a la situación en el continente… y a su propia obra.

P: Hemos hablado ampliamente sobre el conflicto árabe israelí y la situación y perspectivas entre Israel y sus vecinos. Pero otro de los temas que usted trata ampliamente en sus columnas en “La Nación”.-y que ha abordado también en algunos de sus libros- es la situación en su país, Argentina. Siento que algo allí la exaspera… ¿Qué es?

R: Hace poco me refería a la Argentina como a un corcel que tiene atadas las patas, Y decía que si se desataran las patas de ese corcel, en poco tiempo llegaría a la cima. Argentina es un país con tanta potencialidad, tanto por sus recursos naturales como por sus recursos humanos, por su ubicación geográfica, que es un crimen que se haya atrasado de tal forma, que esté amordazada, atrasada, corrompida, desorientada a los niveles que actualmente padece. Es un país lleno de conflictos, donde aumentó la inseguridad, la corrupción. Ha aumentado la irrelevancia internacional de Argentina. Ha dado calor a mi pecho que la Universidad de Jerusalem inaugure ahora una “Villa Argentina” para los estudiantes. Me dije que bueno, por fin, la presencia de Argentina en el exterior. Me ha dado una enorme satisfacción este reconocimiento justamente en la vieja famosa Universidad Hebrea de Jerusalem. De manera que yo sufro por la decadencia argentina, absurda, que se debe a que Argentina sobrevive y existe a pesar de la dirigencia mediocre que la tiene sojuzgada y desorientada.

P. Entiendo pues que su país le provoca un gran amor y al mismo tiempo una gran desesperación…

R: Así es. Un gran amor y una gran decepción, una gran desesperación-..Y eso se expresa a través de mis libros, donde hay títulos paradójicos como “El atroz encanto de ser argentino”. Creo que eso lo sienten muchos argentinos.

P: Le quisiera hacer una pregunta en mi condición de uruguaya.¿Qué opinión le merece la actitud de Argentina con Uruguay?

R: Yo diría que hay que separar un poco a la mayoría argentina del sector local que estuvo completamente confundido y que llevó a una actitud totalmente condenable de cerrar un puente internacional, una actitud que en muchos lados se interpreta como una declaración de guerra. Pero lo peor de todo fue que el Presidente Néstor Kirchner, que estaba en ese cargo cuando comenzó todo esto, al ver que había una multitud que podía captar demagógicamente, fue a apoyarla. Después se dio cuenta que cometió un error y comenzó a retraerse. O sea que cometió una doble traición. La primera fue a la dignidad argentina y a la responsabilidad que corresponde como Jefe de Estado. La segunda, a los propios asambleístas a los que abandonó cuando se dio cuenta de que ya no le servían a sus propósitos. Es una actitud absurda, lamentable.

P: ¿Cómo definiría al gobierno argentino? Se presenta como un gobierno progresista, de izquierda…

R: Pero no lo es. Es un error muy grande decir que el gobierno de los Kirchner es de izquierda. Es un gobierno disfrazado de izquierda, pero no es de izquierda, para nada. Es un gobierno que ha desarrollado al máximo una nueva forma económica que yo llamo el “capitalismo de amigos”.

P: Una pregunta sobre otra parte del continente: ¿Qué opinión le merece lo que está pasando en Venezuela y lo que sale de allí hacia afuera?

R: Chávez, a pesar de toda su palabrería y sus manifestaciones enfáticas, no ha logrado ampliar su corte de seguidores. Está siempre con los mismos cuatro países que lo apoyan desde hace muchos años: Bolivia. Ecuador, Nicaragua..no se sabe bien si Paraguay, Argentina más o menos..Y ahí está Chávez. No es que él lidera América Latina. Pero como es un hombre irresponsable puede provocar muchos problemas muy serios, especialmente la locura de querer islamizar América Latina y sus relaciones con Ahmadinejad.

P. Y esto se enmarca en un continente con no pocos problemas…

R: Por supuesto. En general América Latina es un continente que tiene problemas muy serios de distintos tipos, con liderazgos que no son de lo mejor, pero también hay avances positivos. Chile es un país que mantiene una fuerte institucionalidad, es un país democrático con un crecimiento económico serio y sostenido. Algo muy parecido está pasando en Uruguay, un país previsible, donde hasta los argentinos invierten….Y lo mismo se puede decir de otros países con problemas muy serios, como Colombia, que a pesar de tener a las FARC sigue creciendo con consolidación del sistema democrático. También Perú está avanzando y dando señales positivas. Pero por otro lado el narcotráfico está haciendo estragos en distintos lados, como en México. América Latina es un continente que no logra progresar de la forma en que podría hacerlo de acuerdo a sus riquezas y potencialidad. Contradice lo que se pensaba 200 años atrás, cuando se producía la independencia, cuando se creía que ese continente sería otra Europa, el gigante del Oeste.

P: Durante mucho tiempo, se atribuía todo lo que andaba mal en América Latina, al imperialismo yanqui y al rol negativo que tuvo Estados Unidos en diferentes partes del continente, especialmente en la época de las dictaduras. Hay quienes lo siguen haciendo. ¿Qué le parece ese fenómeno?

R: Yo diría que aquí hay un fenómeno parecido con lo que sucede entre los palestinos: una tendencia a victimizarse, a considerar que todos los problemas que tenemos son producto de la maldad ajena y por eso no cabe ninguna responsabilidad propia. En ese sentido, los uruguayos tienen un escritor que causó un gran daño a todo el continente. Me refiero a Eduardo Galeano, con “Las venas abiertas de América Latina”, en el que trata de mostrar que todos los problemas de América Latina son consecuencia de la maldad externa. De esa forma se desactiva la responsabilidad propia.

América Latina, como todas partes del mundo, tiene sus conflictos, sus problemas, sus dificultades, las agresiones externas son reales, pero hay una responsabilidad propia y sobre esa no se trabaja. Hoy en día,en muchos países latinoamericanos se habla continuamente de los derechos y muy poco de los deberes, pero todo derecho va junto a un deber. Es el verso y el anverso de la moneda.

P. ¿A qué se debe todo ésto? Seguramente no sólo a errores de los gobiernos….¿hay un tema de mentalidad, de idiosincracia?

R: Yo creo que la mentalidad es lo que más afecta, porque lleva a que se voten los gobiernos que prometen beneficios rápidos (derechos), sin obligaciones, y son los que echan la culpa a problemas externos. Eso es lo que lleva a l avictimización, que no impulsa a buscar los métodos para que el país realmente progrese. Y acá viene la comparación con Israel, que comprendió que de nada le serviría victimizarse, sino que tendría que trabajar- como lo ha hecho desde la época pionera.-, para fertilizar el desierto, desecar los pantanos y construir sobre las piedras, sobre la arena. Y así el país progresó, porque invirtió con esfuerzo. Eso se está viendo también en varios países de Asia, porque invierten con esfuerzo y trabajan con responsabilidad y al mismo tiempo con una lógica de crecimiento.

BUSCANDO EL LIBRO PERFECTO

P: Para finalizar, pasemos a un tema más agradable: su propia obra….¿Qué es lo que lo motiva a seguir y seguir escribiendo?

R: Yo creo que en un escritor existe el deseo de escribir el libro perfecto y gracias a dios, eso nunca se logra. Uno se dice “no, no está perfecto, voy a escribir otro”. Esa es la mecánica de la creación.

P: ¿Cuáles son los temas que más le apasionan, aparte de lo relacionado a Israel?

R: Mi imaginación vuela sobre distintos conflictos humanos que tratan de manifestarse a través de novelas, además, claro de los ensayos. Mis ensayos últimamente han sido tan explosivos, tan fuertes, que mucha gente ha quedado prendida de ellos. Pero yo creo que mi mejor producción no está en los ensayos sino en las novelas, que es la obra que tiene más perdurabilidad y que expresa con más hondura mi pensamiento, mi afán de conseguir la belleza a través de la literatura.

P. ¿Prefiere un género determinado?

R: En un tiempo parecía que alternaba el ensayo con la novela como una forma de descansar de un género haciendo el otro. Pero las novelas me llevan distinto tiempo. Hay algunas que he escrito con mucha rapidez y otras en más tiempo, depende de la investigación que me demande. Generalmente hago una investigación cuando escribo una novela porque eso me inspira, me ayuda a ir profundizando en los caracteres, en los escenarios.

P: ¿Y el nuevo libro ya está en marcha?

R: Ya tengo claro el tema en camino pero no lo quiero difundir todavía, no lo quiero echar a perder.

P: ¿Cuánto ha escrito hasta ahora?

R: Tres o cuatro libros en colaboración, cuentos en distintos tipos de libros, unos 30 libros en total, entre ensayos, cuentos y novelas. Además, claro, las columnas en “La Nación”.

P: O sea que ha escrito prolíficamente…Sé que tiene hijos….¿También ha plantado árboles?

R: Tengo cuatro hijos y siete nietos.

Cuatro hijos y siete nietos. También planté árboles en Jerusalem especialmente, así que ya estoy realizado.

P: A eso iba justamente….preguntarle si a sus jóvenes 75 años, que además no aparenta, se siente realizado…

R: Me siento realizado en el sentido que cumplí con las exigencias ritualistas. Pero me siento muy bien, lúcido, sano,,,,no sé si llegaré a un escritor que vivía en Rio Cuarto, donde yo estuve once años, Juan Filloi, que fue inclusive citado por Cortázar en La Rayuela, que decía que iba a ser el primer escritor que había vivido en tres siglos porque había nacido en 1797 y falleció en 1904. No sé si llegará a esa edad pero todavía tengo carretel para seguir perturbando a algunos y para seguir siendo políticamente incorrecto como me dicen que soy.

P: Supongo que lo toma como un elogio..

R: Yo pienso que si, porque muestra que soy libre, crítico, que no me afano en buscar…

1 comentario en «Marcos Aguinis: “Yo antes predicaba que Israel hiciera concesiones para lograr la paz, pero luego vi que todas las concesiones traían nuevas guerras”»
  1.  QUÉ LÁSTIMA LAS PALABRAS DE ESTE ESCRITOR, ARGENTINO CÓMO YO ,SOBRE EL ENORME URUGUAYO EDUARDO GALEANO ESTE SEÑOR NO LE LLEGA NI ALOS TALONES  ADEMÁS EL SE ABRAZA CON LA DERECHA DE MI PAÍS,FLACO FABOR NOS HACE ALOS ARGENTINOS LO LAMENTO PERO ES MI OPINIÓN
     

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