Entrevistamos al Dr. Mario Eduardo Cohen, especialista en temática sefardí, presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí (CIDICSEF), profesor de la Universidad Maimónides y contador público.
¿Qué aniversario se cumple en estos meses?
Justamente el 15 de septiembre de 1994 el diario La Nación, en su página 9, publicaba un artículo mío con el título “Iom Kipur: festividad judía, universal y particular. Renovación de lo más antiguo”.
Treinta años después, hace unos días, el 11 de octubre de 2024, publiqué “El Iom Kipur de dolor”.
Después de aquel primer artículo seguí publicando más de una centena de notas en los diarios Clarín, Perfil e Infobae, y Aurora, de Israel. Estos artículos, a su vez, fueron reproducidos por otros medios.
Varios fueron traducidos al portugués, francés, hebreo, búlgaro, entre otros idiomas.
Muchos de mis artículos fueron luego reproducidos por los medios comunitarios
judíos. Valoro especialmente el esfuerzo de estos periodistas que con pocos recursos y mucho sacrificio informan a la judeidad.
¿Cómo llegó a publicarse su primer artículo a La Nación?
Yo había incursionado en los medios cuando era muy joven. Había publicado esporádicamente artículos en la prestigiosa revista Raíces y en otros periódicos
comunitarios, pero no tenía como objetivo dedicarme al periodismo especializado en temática judía.
En los años 2001 y 2002 elaboré varios CD-ROM sobre esta temática, los cuales fueron una especie de minienciclopedia judaica, que me dio una gran plataforma para poder abordar los diversos aspectos de la cultura judía.
Pero, la publicación del primer artículo en La Nación fue obra de la casualidad. Yo lo había enviado al diario como mera información sobre Iom Kipur, para que tomaran nota de los detalles de la festividad. Al editor de entonces le resultó interesante y lo publicó.
En la primera época debía casi rogar a los medios para que me publiquen una nota. Hoy, me alegra contarle que son ellos los que me las suelen pedir.
¿Alguna vez escribió sobre la misma temática en distintos medios, en forma simultánea?
Sí, en varias oportunidades. Cuando escribo para dos o tres medios sobre una misma temática, me cuido de que los artículos sean distintos. Por ejemplo, en enero de 2018 publiqué artículos sobre la Shoá en tres medios, en forma simultánea.
¿Qué información tenían los diarios argentinos antes de que comenzaras a publicar en los mismos?
Hace tres décadas los diarios impresos eran mucho más relevantes de lo que son ahora, muchísima gente recibía el diario en su propio domicilio y lo que primero hacía a la mañana temprano era leer las noticias. Hoy solo una minoría lee el diario impreso, el resto se informa por Internet.
Esta modalidad actual tiene un aspecto positivo: se llega a miles de personas de todo el mundo con el mensaje, a través de Internet y las redes sociales. Muchos portales reproducen mis artículos y en Google están siempre disponibles.
También tiene su lado negativo: me han reenviado notas escritas por mí en las que no figuro como autor. Una vez que se hace viral es casi imposible pedir que me reconozcan la autoría.
Volviendo a tu pregunta, la información que contenían los diarios sobre el judaísmo era sumamente elemental y se orientaba solo a los rituales formales de las festividades (cuatro copas y pan ácimo en Pésaj, ocho velas en Janucá, ayuno en Iom Kipur), sin explicar las causas y los contextos.
Lo que pretendo con mis artículos es transmitir la rica cultura judía que está detrás de estos rituales.
¿Has escrito solamente sobre las principales festividades o también acerca de otros temas?
Si bien el tema de las festividades fue el centro de mis aportes, escribí casi todos los años artículos sobre la Shoá, en coincidencia con el 27 de enero, Día Internacional de Recordación del Holocausto. Lamentablemente, en algunos casos, los comentarios de los lectores destilaban antisemitismo.
Además, en otras notas reflejé aspectos relacionados con el judaísmo en Borges, Maimónides, Sábato, Pedro II, Elie Wiesel y Einstein, entre otras personalidades.
Abordé temas tan variados como los tres mil años de Jerusalén y críticas de películas y reseñas de libros.
Les he dedicado también párrafos a los museos judíos y a las resoluciones de la Unesco que declararon patrimonio cultural de la humanidad a sitios de interés judío.
Elaboré artículos relacionados con las declaraciones de los papas Juan Pablo II y Francisco. Como dato curioso señalo que Jorge Bergoglio (ahora papa Francisco) compartió conmigo hace unos años la misma página de La Nación. Él explicó el sentido de Pascua y yo, el de Pésaj.
¿Qué repercusión han tenido tus artículos?
Me he enterado de que muchos de mis artículos han sido leídos y comentados en las mesas familiares de Pésaj, Rosh Hashaná y Iom Kipur. No solamente en la Argentina han acompañado las reuniones familiares. Me he enterado de que lo mismo ha ocurrido en Europa, Israel y Estados Unidos.
En los artículos he informado sobre el saludo propio de cada festividad, como “Shaná tová” o “Jag sameaj”.
Creo que mis contribuciones han sensibilizado a muchos lectores, quienes han comprendido que el judaísmo no es una secta, sino una cultura ética, base de las demás religiones monoteístas.
¿Cómo se entregaba un artículo a la redacción de un medio hace treinta años?
Las redacciones de los diarios han cambiado notoriamente con la incorporación de la tecnología relacionada con Internet. En aquella época uno tenía que entregar el artículo físicamente o enviarlo por fax. Luego, en la redacción se lo mandaba a los linotipistas del taller que lo transformaban en caracteres listos para imprimir. Finalmente, era revisado por un corrector.
Hoy directamente se envía por correo electrónico y el redactor lo deja armado para la impresión.
En aquella época el editor solicitaba un artículo con un número determinado de páginas y, para que entraran más conceptos, yo lo solía escribir en letra muy chica. Actualmente, piden una nota de cierta cantidad de caracteres, lo que limita claramente la longitud del texto.
Para documentarme sobre algún tema debía recurrir a la biblioteca, hoy las fuentes de información se han multiplicado casi al infinito, de ahí la importancia de saber seleccionar las fuentes.
¿Cómo conseguías las ilustraciones para tus artículos hace tres décadas?
Hoy Internet nos brinda centenares de opciones para elegir las imágenes que se requieren para un artículo.
En aquella época no era tan fácil conseguirlas. Uno debía buscarlas donde fuera.
Recuerdo que tuve que sacar una hoja de un libro y, en otra ocasión, romper un afiche, para encontrar una imagen que ilustrara mis aportes.
¿Has abordado también temas de actualidad?
Sí, he elaborado artículos sobre temas de mucha actualidad. Por ejemplo, apenas ocurrido el atentado del 7 de octubre, publiqué, en Clarín, el artículo que denominé: “7/10. El pogromo del Día de la Torá”.
La nota tuvo gran trascendencia internacional y fue traducida al hebreo, al francés y al inglés. Luego, le siguieron otras notas sobre las atrocidades cometidas por el grupo terrorista Hamas.
¿Cuánto tiempo demora en preparar un artículo?
La versión final que aparece en los medios generalmente es la cuarta o quinta versión del original. La elaboración de un artículo me puede llevar por lo menos una semana y atraviesa por varias correcciones y adaptaciones. En estos últimos años debo agradecer a Laura Slutsky sus esmeradas correcciones.
Además de los artículos que aparecen con mi firma, es habitual que les mande material a los medios para que ellos mismos elaboren su propia nota.
He encontrado en el rechazo a las sangrientas Cruzadas de los cristianos el germen del fundamentalismo musulmán, entre otros factores.
Relaciono la teoría del climatólogo Herbert Lamb, llamada “período cálido medieval”, con el crecimiento poblacional. Esta teoría explicaría la continua provisión de soldados cristianos para las Cruzadas.
En el año 2023 la Universidad de Granada, entre otras instituciones, publicaron mi trabajo en el que resalto las características de los documentos de Maimónides encontrados en el Guenizá de El Cairo.
¿Qué distinciones ha recibido?
El rey Juan Carlos de España me distinguió con la Orden del Mérito Civil y, más recientemente, recibí la condecoración de las Cuatro Sinagogas de Jerusalén.
¿Tiene planeada la escritura de otro libro o nuevas publicaciones?
En la actualidad estoy escribiendo un trabajo sobre Hasday Ibn Shaprut para
la Universidad de Granada. Tengo también otros pedidos que debería cumplimentar en los próximos meses.
Siempre planifico nuevas publicaciones y artículos. Espero tener salud para poder seguir escribiendo novedades y generando nuevos proyectos.
Para finalizar, ¿a quiénes quisiera agradecer por acompañarlo en su trayectoria profesional?
Todas las personas que nos dedicamos a escribir solamente agregamos un pequeño peldaño a lo que ya han investigado otros antes que nosotros.
Mucho le debo a mis maestros y a todos los colegas que me han apoyado en esta tarea, en especial a mis compañeros del CIDICSEF y de FESELA.
Quisiera agradecer a mi familia por acompañarme y comprenderme cuando no puedo dedicarles todo el tiempo que quisiera compartir con ellos.
El trabajo de Mario Cohen, claro, documentado y muy bien escrito, revive, actualiza y difunde la rica tradición judaica. Imagino personas como él, a lo largo del tiempo. Lograron que la riqueza de los rituales llegue hasta nosotros.
gracias
Mario Cohen, un estudioso e investigador de la cultura judaica a través de toda su vida. Su presencia ha sido importante no sólo en los medios sino también en instituciones de la Argentina y el exterior. Diría que su trabajo es por amor a las transmisión de generación en generación.
Nuy buen aporte el de Mario Cohen, sobre todo en su trabajo como historiador.
gracais
se lo haremos saber