Solemos caer en el error de pensar que solo las palabras permiten una comunicación fluida y profunda. El lenguaje, interés central de todas las culturas, en todos los tiempos; escrito, hablado.
La neurolingüística estudia los mecanismos del cerebro humano, las más de las veces impensado, que delatan en nuestro comportamiento actitudes, signos y necesidades reales.
Si prestamos la debida atención tardaremos solo unas décimas de segundo en hacernos una idea del estado emocional de la gente, con solo verla, sin la necesidad de emitir palabra alguna.
Un gesto amable invita más a la interrelación que él del enfado.
El secreto está en encontrar las herramientas que posees, distintas a la comunicación verbal, ellas constituyen un tesoro valioso para transmitir todo aquello que en verdad quieras comunicar y dejar en los demás.
Al hacer más frecuentes tus gestos positivos, las miradas elocuentes, descubrirás la importancia fundamental que este método conlleva como mensaje de la emoción.
Evocar la magia de un movimiento seguro y cordial siempre abre la puerta, da alternativas inimaginables al permitirte atraer hacia tu vida a las personas y circunstancias que deseas que te rodeen.
Lo que expresamos verbalmente es sin duda importante, más lo es todavía el cómo lo decimos; otro secreto.
En la actualidad existen cientos de cursos que enseñan neurolingüística, la mayoría con fundamento en el poder de la palabra, lo que aquí hemos tratado tantas veces. En todos mis espacios, conferencias, pláticas, libros, posts, participaciones en medios masivos, hemos compartido la fuerza y la interconexión del pensamiento, la palabra y los hechos, eje principal de estos temas. Hemos compartido también algunos secretos de su funcionamiento de lo que podemos llegar a lograr sin duda alguna; hoy te invito a que todos esos cambios que estás haciendo en tu día a día para poner en acción a la Ley de atracción, los hagas en pensamiento y visualizándolos, haciéndolos coincidir con tus gestos y con tu lenguaje corporal.
Cuando decimos que alguien tiene “buena vibra” nos referimos a la proyección que nos da de su paz interna, a la alegría de sus ojos y a sus movimientos ágiles y graciosos.
El cuerpo humano es muchas veces considerado como una barrera; también es un templo, una casa a la cual cuidar y mantener, limpia y en funcionamiento.
Ha llegado la hora de regresar a los clásicos, a la unión de cuerpo y mente como los espartanos, tarea cotidiana de los deportistas e ideal olímpico.
Pregúntate ¿cómo es tu postura?; ¿es acaso rígida o flexible? La respuesta habla de ti, de tu yo interno.
¿Caminas encorvado como si cargaras el peso del mundo en tus hombros?
¿De qué tamaño es ese peso que te lleva a doblarte?
Al andar ¿lo haces apuradamente o llevas un ritmo y una concentración en tus pensamientos, en la debida armonía al caminar?
Observa tus movimientos, hablan de ti.
Te deseo un fantástico viaje, recuerda observar tu palabra que es mágica #piensaantesdehablar
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